Cuando el amor llegó a nuestras vidas (Shadowhunters)

Capítulo 1

La idea de ir a la playa no había sido de Alec, Izzy había acabado por convencerlo con el pretexto de que tal vez Jace se interesara en él si lo veía en traje de baño, pero su plan no funcionó, cuando Jace lo vio le dijo: "Seguramente encontrarás a alguna chica linda en la playa, no te desesperes, ese traje está muy corto" ganándose un sonrojo de parte de Alec, que inmediatamente corrió a cambiarse por algo que cubriera un poco más.

Alec creyó que se salvaría de ir cuando le dijera a Izzy que su plan había fracasado, pero de todas maneras lo obligó a ir.

En este momento, Alec se encontraba sentado en su propia toalla, con todas las cosas que Izzy decidió traer, y a las que Alec no les veía ningún sentido. Estaba tan aburrido que algún momento había abierto la bolsa y empezado a leer las etiquetas de los frascos que había en ella.

-Bloqueador solar: Protege la piel contra los rayos UV. Tiene aroma a frambuesa.

Detrás, había un camión de comida, para ser específicos, de hot dogs, y en su interior, un chico de ojos de gato observaba curioso a Alec mientras éste leía la etiqueta de un bote rosa.

Durante el transcurso del día, no había logrado vender nada, porque a nadie se le ocurriría comprar un hot dog con semejante calor, así que el chico se sentó en una silla y sin darse cuenta se quedó dormido.

De vuelta con Alec, él seguía leyendo etiquetas, hasta que llegó a una que lo confundió

-Bronceador: Potencializa los efectos del sol para tener una piel radiante

Alec frunció el ceño al comparar las etiquetas de las botellas de bloqueador y el bronceador.

Después de mucho pensar, Alec dejó las botellas en la bolsa y buscó un puesto de comida, moría de hambre, tanto así que no le importó estar en la playa y comer hot dogs, después de todo, era el puesto más cercano.

Alec se sorprendió en cuanto llegó al puesto, había un chico de piel morena dormido en una silla, con un hilillo de baba saliendo de su boca, pero lo que más lo sorprendió fue que el chico ni siquiera llevaba camisa.

Bueno, la vista no es mala

Alec se sonrojó de sus propios pensamientos, escuchó como su estómago rugió exigiendo comida.

Alec pudo simplemente darse la vuelta e ir al puesto de mariscos que había enfrente, pero sintió que debía quedarse, así que se puso a pensar en una manera de despertar al chico enfrente suyo.

- ¡Oye! ¡Tengo hambre!

Ok, eso no sonaba muy educado

- ¿¡Quisieras despertar!?

Alec se golpeó mentalmente al notar lo infantil que eso sonaba

- ¡Me podrías atender!

Alec trataba de hablar fuerte, pero el chico ni siquiera se inmutaba

Una chica de cabello azul y piel blanca se acercó a él

- ¿Qué pasa por aquí? - le preguntó amablemente

-Tengo hambre

La chica alzó una ceja.

-Es que el chico del puesto está dormido- explicó Alec

- ¿Magnus?

Alec le dio una mirada interrogante. No sabía quién era Magnus

La chica le dio una última mirada a Alec y se dirigió a una puerta que daba a la entrada del camión de comida.