Capítulo 6

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Simon e Isabelle se quedaron viendo atónitos el parque frente a ellos.

-Que...

-Demonios- completó Izzy

Ambos se voltearon a ver sorprendidos.

- ¿Y ahora qué? - dijo Simon

Izzy se quedó pensando un momento, pero luego se le ocurrió una idea.

-Hay que llamar a Jace, él tiene la camioneta.

Simon asintió, y se palpó los bolsillos de los pantalones, pero se dio cuenta de que no tenía su teléfono y le dio una mirada asustada a Izzy, pero ella sólo le dio una sonrisa antes de ponerse a esculcar la enorme bolsa que llevaba en las manos.

Después de dos minutos logró encontrar el teléfono.

Se miró en la pantalla del teléfono y dio un grito antes de soltar el teléfono al suelo.

Simon la miró asustado.

- ¿Qué pasa Iz? - dijo Simon

Isabelle se tocaba la cara con semblante horrorizado.

Simon se empezó a preocupar porque Isabelle parecía realmente asustada. Le puso ambas manos en los hombros y la acercó a su pecho para después envolverla en un fuerte abrazo. Izzy se separó de inmediato mirándolo con confusión.

- ¿Qué haces? - dijo ella confusa

-No sabía qué hacer, parecías asustada.

La expresión de Isabelle volvió a ser la misma y Simon temió haber dicho algo que la hubiera hecho sentir mal.

Isabelle hizo un puchero con los labios y luego le dijo.

-Es que estoy bronceada

Simon le dio una mirada confundida.

- ¿No te diste cuenta?

- ¿Acaso tú te habías dado cuenta? - le recriminó ella.

Simon pareció confundido

-Me pediste que te pusiera bronceador- le dijo él.

-Te di el bloqueador para que me lo pusieras, ¿Cómo pasó esto? – le preguntó Isabelle

-Tal vez te equivocaste de bote- le dijo Simon con simpleza. Pero Isabelle no se quedaría con la duda.

Isabelle se acercó a una banca que había ahí cerca y empezó a hurgar en la bolsa que sostenía en los brazos como un bebé hacía unos pocos momentos.

Sacó un bote y lo examinó. Ese era el bote que había usado, era bloqueador. Pero entonces se le ocurrió algo.

Abrió el bote y se puso un poco del producto en la mano. Lo acercó a su nariz y lo olió. Frunció el ceño.

Simon lo miraba interrogante desde unos pocos pasos más allá.

Isabelle sacó otro frasco y lo puso en su mano, al lado del primero.

Los examinó los dos y volvió a ver las botellas.

Simon se sentó junto ella y le preguntó qué era lo que veía.

-Creo que las botellas están cambiadas.

Simon le dio una mirada interrogante.

-No son las botellas, son las etiquetas.

Isabelle se quedó sorprendida por el análisis de Simon.

-Pero ¿Cómo? - dijo Simon

-No lo sé, la bolsa sólo se la quedó Alec.

Simon le dio una mirada sorprendida.

-Pero, cuando llegamos ¿No se estaban riendo?

Isabelle lo comprendió todo.

- ¡ESE HIJO DE PUTA!

...

Isabelle estaba parada en la banqueta de una calle cercana con una expresión de molestia en la cara.

Simon solo la miraba incómodo a su lado.

Isabelle seguía refunfuñando cosas sin sentido cuando el coche de su madre se estacionó a su lado.

- ¿Qué? - dijo Isabelle, ella había llamado a Alec, no a su madre.

Isabelle abrió la puerta delantera y descubrió que en el asiento que siempre solía ocupar se encontraba un pequeño gato envuelto en una cobija que ella siempre llevaba para cubrirse.

Isabelle le dio una mirada confundida a su madre, quien se encontraba en el asiento del conductor, viendo un video.

Isabelle carraspeó y su madre al fin despegó la mirada del celular. Isabelle señaló al gato con molestia.

-Lo encontramos en la calle. Es Presidente Miau- dijo Alec, quien se encontraba en el asiento trasero con Magnus tomándole la mano.

Isabelle le dio una mirada molesta y abrió la puerta del asiento trasero. Simon se acercó a ella, y fue ahí cuando recordó su presencia.

Pero sólo había un lugar más. Y el del gato.

Isabelle se le quedó viendo preocupada a su madre, quien sólo le dio una mirada de confusión.

- ¿Y dónde irá Simon? - Maryse le dio una mirada al chico. Y se encogió de hombros, para devolver la mirada a su teléfono. Isabelle se molestó y se lo arrebató de las manos y vio qué era lo que tenía tan entretenida a su madre.

Abrió la boca de la sorpresa cuando vio el video, intercalaba miradas al video y a "Malec", quienes la miraban confundidos.

Cuando Simon se acercó también abrió la boca. Su madre sólo los miró divertida desde el asiento del conductor.

Alec se empezó a preocupar. Le intentó quitar el teléfono, pero Isabelle se apartó rápidamente y se giró rápidamente y se alejó unos pasos. Se mandó por mensaje el video. Cosas así no se veían todos los días.

Alec se bajó del carro y le arrebató el teléfono a Isabelle. Su cara no tuvo precio. Su semblante estaba completamente horrorizado, pero aun así estaba muy, muy sonrojado.

El video era una grabación de lo que había pasado en el cuarto de Alec. Maryse había sido un poco considerada, y había apagado la cámara cuando Malec empezaban a desvestirse.

Cuando Magnus vio el video casi se desmaya. Alec sí se desmayó.

...

Isabelle estaba muy incómoda. Se habían tenido de distribuir el espacio en el carro y Alec había salido ganador, aunque no estuviera consciente para comprobarlo. Se había sentado Magnus, a su lado Isabelle y luego Simon.

Alec iba acostado encima de los tres por ser el desmayado.

Maryse conducía hacia la clínica más cercana que conocía. Ya le habían echado agua, pero Alec no se había despertado. Llamaron a Jace.

Y ahí fue cuando las cosas se pusieron feas. 

Cuando el amor llegó a nuestras vidas (Shadowhunters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora