Capítulo 4

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Cuando llegué a la reunión, los chicos de la banda me miraban raro.

-Está enamorada - dijo Augusto.

(Les cuento, Augusto es el bajista, Alessio el guitarrista y Felipe el batero).

Me reí frente a su comentario y seguimos como si nada.

Mi teléfono empezó a sonar, era la mamá de los Sardellis, me invitaba a cenar esa noche ya que el marido hacía asado y nos quería invitar a todos. Acepté.

Llegué a mi casa, me bañé, me cambié y me fui. Cuando llegué a la casa vi que Pato JUSTO estaba entrando. Bajé del auto y en el momento en que nos íbamos a saludar la mamá abrió la puerta. Menos mal que le corrí la cara. Entramos y el resto fue lo más normal del mundo, la pasamos muy bien.

En un momento de la noche Norma (la madre de los chicos) le dice a Pato que tenía unas cosas que buscar en su antigua pieza (no se terminada de mudar más) y éste me dijo que lo acompañara; Guido me miró y me guiñó un ojo, yo me puse toda colorada seguramente.

Cuando entramos en la pieza se me acerca y trata de darme un beso pero yo le corro la cara:

- No da acá - dije.

- ¿Por?

- Porque me pone incómoda.

- Hoy venís conmigo.

- Ni en pedo - y me fui sabiendo que él se estaba riendo.

Cuando mis papás deciden irse empezamos a levantarnos todos y a despedirnos.

Llegué a mi casa y suena un mensaje en mi celular:

Guido: ¿Qué pasó hoy?

Katja: Sos un boludo.

Guido: Sé que me amás.

Katja: Lo dudo.

Guido: Mañana nos juntamos en el estudio ¿querés venir?

Katja: Veo si puedo.

Guido: Dale, si te morís por ver a tu amorcito.

Le clavé el visto y me acosté.

Cuando me acuesto suena el timbre, aparece Pato y entra a mi casa a la fuerza, me empezó a besar y abrazar hasta terminar en la cama. En eso suena la alarma y me doy cuenta que había sido un sueño. Esto ya era mucho.

Me levanté y fui al estudio. Toco el timbre y me abre Gastón, lo saludo y entro. Justo estaba ensayando Pato con la guitarra, lo saludo y después saludo a Guido.

Cuty me preguntó algo de la banda y mientras le respondía tenía la sensación de que Patricio no paraba de mirarme; en eso Guido dice:

- Si tanto la mirás, ¿por qué no le das un beso y fue?

- Sos un pelotudo rubio - dijo Pato medio colorado. Me reí y empezamos a tocar improvisando algunos temas.

Sin darnos cuenta se hizo de noche. Guido y Gastón se fueron y quedamos solos con Pato. 

Mi historia con los SardellisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora