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Capítulo IV

  —Sehan... Sehan despierta —el pelinegro movía desesperadamente al rubio-castaño pero este aun no abría los ojos.

— Sehan... —Shui iba a golpear la mejilla del otro pero en ese momento entraron dos chicos quienes lo observaron fijamente.
Un rubio-castaño y un pelinegro entraron en el salón de baile y vieron a los dos chicos, uno tratando de levantar al otro, su primera reacción fue de sorpresa pero en un segundo llego la preocupación.

  — Oye - el rubio-castaño le hablo a Shui quien tenia el rostro lleno de horror y confusión —¿estas bien? ¿tu amigo esta bien? —le pregunto ahora observando a Sehan.
Shui no contestó, solo se quedo observando al rubio-castaño y perdido en sus pensamientos ¿como es que este chico se parece tanto a...?

  —¡Sehun! Trae tu lindo trasero aquí ¡Ahora!-— sus pensamientos se vieron cortados con el grito del rubio. Tal era su asombro que no se había percatado de que el pelinegro se había hecho a su lado.

  —¿Estas seguro que estas bien?— Shui se volteo y se encontró con el rostro del pelinegro observándolo con preocupación.

En ese momento, otras dos personas entraron al lugar. Dos personas que Shui conocía demasiado bien y que de nuevo hizo que volviera a su cara de horror y confusión.

—¿Qué pasa Lulu, porqué gritas?

«Ok... No volveré a tomar ningún medicamento de la mesa de papá » pensó el pelinegro al ver a todos los presentes una vez mas.

Antes de que comenzaran a invadirlo de preguntas, Sehan despertó.
  —¡Idiota! ¡Me asustaste! — grito Shui se acerco más a Sehan y le dio un abrazo.

—¿Dónde estamos? Shui ¿qué esta pasando? —el pelinegro iba a responderle que no tenia la menor idea, que estaba igual de perdido que el, pero antes de emitir algún sonido, alguien más hablo.

—¿Shui? — ambos chicos voltearon a ver al pelinegro quien le sonreía ampliamente a Shui —Tu nombre... Significa "Agua" ¿lo sabias? —el pelinegro menor asintió.— Tu madre eligió un lindo nombre para ti —el pelinegro mayor le volvió a sonreír.

  — Bien, no entiendo nada —de repente Sehan se puso de pie y Shui le siguió —Si esto es un tipo de broma, no es graciosa — se paso su mano por el cabello en un signo de estar desconcertado. Sin embargo Shui seguía tratando de saber que era lo que ocurría.

  —No se de que hablas, pero creo que no te estas sintiendo bien —Sehan volteo a ver al rubio-castaño que conocía muy bien.

« Prado, dijes, anciana, viaje... Misión »

  —¡Ay por Dios!— Shui grito e hizo a todos sobresaltarse, luego le dieron una mirada de duda y desconcierto.

  —Sehan, tenemos que encontrar a los demás —el pelinegro le susurro mientras sostenía la parte baja de su camisa.

  —¿Los demás? — pregunto Sehun — ¿vienen con amigos? ¿quieren que les busquemos y los traigamos aquí?

Luego de un rato, Sehan se detuvo a observar a los cuatro presentes detenidamente. Primero al castaño claro, alto, delgado pero músculoso con mirada fría y seria sobre ellos; a su lado un rubio-castaño con unos ojos avellanados que demostraban una gran calidez, cubiertos con un flequillo, delgado de labios no muy gruesos y nariz chata. Sonrió. A decir verdad, la ultima vez que vio a su madre discutieron. No recordaba el porque, pero por alguna razón sabía que el no era su Mamá.