7.

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                            ● Mermaid ●

Narra Peter.

Estaba en el árbol del polvillo de hadas, recordando todo lo que había pasado en aquel árbol.

- Peter ! - exclamó alguien, Felix, reconoceria su voz en cualquier lugar.

- Que sucede ?.

- La sirena, al fin va a hablar. - dijo victorioso Felix.

Sonreí de lado, esa sirena ya me tenia harto.

- Vamos - dije refiriéndome a hablar con la sirena.

[...]

Ya estando en la costa, vi a la sirena en la prisión de coral. Sonreí al verla harta de su encarcelamiento.

- Pensaba que ya empezabas a aceptar la linda cárcel que te hice. - estaba por reírme de su cara, pero sabia que se enojaría aún más.

- Quieres oír lo que tengo que decir o no ? - dijo esta vez harta de la situación.

Me acuclille cerca de la jaula de la sirena enojada e hice una seña para que hablé de lo que quería saber.

- Bien, lo que tu buscas es algo difícil de obtener, tendrás que pasar por muchos mundos y tendrás que pelear batallas que muy pocos han podido ganar.

- Peter Pan nunca falla tenlo por seguro. - dije interrumpiéndola.

- Pero las batallas que tendrás que pelear no solo serán para demostrar tu fuerza física - alze una ceja sin comprender lo que me decía - También serán para demostrar tu fuerza emocional. Podrás ser fuerte por fuera, pero débil por dentro. Tal vez tu pasado sea en forma de pesadillas estas serán tu perdición, tienes que estar preparado para eso. Esa prueba emocional, es en la que muchos an perdido la batalla.

Me levanté atónito, esto debía ser una broma, mi pasado era únicamente dolor, seria imposible.

- Pero ... - volvió a hablar la sirena de cola verde - Tendrás que llevar a personas que sientas que son importantes para ti, de lo contrario no tendrás las fuerzas suficientes para ganar.

Miré a Felix y este estaba igual de sorprendido que yo.

- Ahora me dejarás salir ? - preguntó con miedo de que no cumpla mi palabra.

Sin decir nada moví mi mano y la jaula que encerraba a la sirena desapareció.

- Eres afortunada de tenerte piedad y cumplir mi palabra.

La sirena empezó a nadar hacia lo que seria su camino de regreso a casa.

Pero se detuvo en medio camino y dio la vuelta a verme.

- Tienes bondad  en tu corazón, aún no la encuentras, pero esa bondad la encontrarás en otra persona, no necesitas del pergamino del final feliz - dijo con una sonrisa en su rostro antes de seguir su camino.

Sonreí ante el comentario de la sirena, pero se me es muy difícil conseguir mi final feliz.

- Lo necesito después de todo - Grité para que me escuche - pero aún así, adiós Ariel.

Un cuento no tan de Hadas - Peter Pan - OUAT[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora