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Peter's P.O.V

Sin duda el plan funciono, claro, algunos pequeños inconvenientes, pero logre mi cometido. Fue mas fácil de lo que pensé, creer que la familia de Henry trataría de detenerme era absurdo, al igual que mi hijo y por desgracia Frances estaba del lado de la familia de Henry. 

Yo aun veía  a la familia angustiada por el cuerpo del pequeño Henry y a Frances en shock, con sus manos sobre su mandíbula por lo que acababa de ver.

— ¿Esta inconsciente? ¡¿Aun nos escucha?!— Pregunto la rubia.

— Henry ¿Nos escuchas?— pregunto esta vez la reina malvada.

— Se desmayo cuando Pan se puso su corazón.— explico Baelfire.

Empece a decender para poder con mayor claridad la dulce y triste escena.

— ¿Que le hiciste a mi hijo?

— Yo no le hice nada Emma, fue Henry, el ofreció su corazón por voluntad propia— dije sin escrúpulos.

— Ahora tendrás que devolvérselo— Amenazo, mientas desenvainaba su espada. Yo solo arquee mi ceja en forma de expresión de demostrarle que no era algo que yo haría.

— No creo que tengas ese instinto— dije teletransportandome antes de que Emma tratase de herirme con su espada, al momento de tele transportarme tome la Caja de Pandora, en ella se encontraba mi hijo, mi querido y obstinado hijo, Rumplestilskin.

Verán, antes de que la familia de Henry  o como yo le llamo, el equipo cuento de hadas llegara, Rumplestilskin llego con el objetivo de tratar de atraparme en dicha caja, no sin antes buscar una razón por la cual hacia esto, hablar del pasado, tratar de convencerme de que no cometiera el asesinato voluntario de Henry por entregarme su corazón, por supuesto, Peter Pan nunca falla, y es por eso, que Rumplestilskin se encontraba prisionero en la caja de Pandora.

— Rumplestilskin fallo, ¿porque lo harías tu?— pregunte pasando la caja de una mano a otra, mientras paseaba.

— ¿Donde esta?

— ¿Que le hiciste?— Pregunto el hijo del espectro.

— Esa aquí, en la caja de Pandora— hable divertido,sin duda me parecía lo divertido que era que mi hijo siendo el espectro, mucho mas poderoso que yo, haya sido tan ingenuo para creer que yo seria presa fácil, realmente fue todo lo contrario.— Sano y salvo, y fuera del camino— explique— lamentablemente para ti, ya no me lastimara mas, al igual que ustedes.

— ¿Enserio?— Emma sin dudarlo un segundo corto parte de la piel de mi brazo, pero para su sorpresa el dolor no era algo que yo podía sentir— ¿No te lastime?— e inmediatamente la herida sano.

— Cosquillas— dije mientras esbozaba una sonrisa. De inmediato abandone la isla mientras elevaba vuelo.

...

Al fin, tiempo para mi, tiempo que no tenia que preocuparme por pensar si lo estoy desgastando o no, ya no era mortal, una vida eterna me espera, y en ella una gran victoria.

Esboce una sonrisa mientras aun me encontraba recostado en el piso, con los ojos cerrados.

 No es por querer sonar algo poético ni nada, pero, simplemente necesitaba sentir lo que no pude sentir.

La vida, los sentimientos, la brisa fresca que ligeramente te tranquilizaba, quizá, incluso tu mente podía crear una radio que emitiera tus canciones favoritas y así por el estilo, tiempo para uno mismo, siempre desee ser yo, solo por unos segundos, y creo que esto es algo de lo que necesitaba. Para mi desgracia, la tranquilidad a la que llego mi cuerpo, algo si como casi llegar al nirvana de todo esto, arruinado por las voces en el campamento de Emma Swann, a pesar de estar a un kilómetro y medio de donde yo estoy, básicamente la Isla soy yo, y todo lo escucho dentro de ella, por ello fue que sabia que era lo que tramaban.

Un cuento no tan de Hadas - Peter Pan - OUAT[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora