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Peter's P.O.V

Frances aun se tambaleaba del mareo que había provocado el rompimiento del hechizo. Mientras yo caminaba aproximándome a ella, esta trataba de huir de mi aun con su claro mareo.

— Ya no tienes a donde ir, Frances— dije dando una sonrisa siniestra.

Ella trato de incorporarse pero al hacerlo callo al suelo y con la ultima fuerza que tenia dijo— Te equivocas, Peter, yo ya no estoy sola— y entonces su cabeza cayo al suelo al igual que su cuerpo anteriormente.

Cuando estuve apunto de tomar el corazón de Frances un sonido sordo paso por cerca de mi oído— ¡Ahhh!— exclame de dolor, mi mano se encontraba atravesada por una flecha, pero rápidamente rompí en dos la flecha y empece a sacarla con cuidado.

— Peter Pan— escuche una voz a mis espaldas, pero era una voz conocida para mi. Di la vuelta— Nos volvemos a encontrar, padre.— sonrió. 

Fruncí el ceño de ira y dolor de la sorpresa jale la flecha rápidamente hasta que salio por completo de mi mano.

No solamente se encontraba Rumplestilskin, a su lado la causante de mi dolor actual, Nieves junto con su hija la salvadora, Killiam, El príncipe David, una chica castaña, Regina y junto a ella una mujer de edad adulta con cabello pelirrojo y no podía faltar ex perteneciente del corazón que tanto anhelaba tener y también por supuesto mi bis nieto Henry.

— Ahora entiendo de lo que Frances hablaba— sonreí con ironía mientras dirigía mi vista a su cuerpo inconsciente— Supongo que ustedes también olvidaron que era Frances, el hechizo espontaneo e inexperto que creo Frances, esa ilusión de creer un vida no vivida—expliqué— Nunca llegaste a matarme Rumple, no fue necesario inventar una idea de que eras el héroe, Frances creo todo — sonreí de nuevo — todos estos tres años y seis meses han sido creados por ella— mire a la causante de este ''salto en el tiempo''— Ahora que entienden que despertaron de aquella ilusión vienen a rescatar a quien algún tiempo los rescato. 

Mire a todos y cada uno de los presentes, todos tenían sus armas y sus cuerpos en guardia por tomar precaución.— Lo se— sonreí poniendo las manos al nivel de mis hombros sin importarme lo que estaban haciendo— Me tienen miedo— hable con un tono de narcisismo, pero note algo mas, no era eso, hasta que comprendí la situación, reí por lo bajo— ¿O tienen miedo a que lastime a Frances? — pregunté mientras me acercaba a Frances. Todos endurecieron sus facciones y alistaron sus armas en contra mía. Sonreí victorioso.— Lo suponía.

— ¿Que es lo que quieres de ella?— pregunto Emma.

— No te interesa.

— Dinos— exclamo Nieves— o no dudare en lanzar una flecha contra tu pecho— hablo enojada.

Rei por lo bajo— Quiero ver que lo intentes— dije sin mas, antes de mostrar una flecha oculta que tenia detrás mio, la punta tenia claramente tormento. Con esta misma apunte al corazon de Frances.— Ahora bajen sus armas dije pacíficamente — pero al ver que no había respuesta de ellos grite mientras ponía un poco mas de fuerza en mi brazo al mismo tiempo que  la punta amenazaba con quitar la vida de la pelinegra inconsciente. 

Hicieron caso a duras penas, pero dejaron todo lo que tenían en sus manos.— Así esta mejor.

— ¿Que es lo que quieres Pan?— pregunto esta vez Henry. 

— Wow que grande estas Henry— exclame— ya debes de tener diecisiete años, la misma edad física que yo tengo.

— Pregunte algo, Pan, responde a mi pregunta.

Tragué saliva y fruncí el ceño, estaba molesto.—¿Quieres saber que es lo que busco?— apreté mi mandíbula— Te lo diré.

— Desde hace mucho tiempo anhelaba tener un vida feliz, junto a mi esposa, pero ella  decidió el poder por sobre el amor, abandono a su hijo y a mi también, me partió el corazón— hablé mientras caminaba en círculos aun apuntando la lanza al cuerpo de Frances— Me despidieron, encontré consuelo en el alcohol, nunca mas volví a saber del amor, ni si quiera sentí como amar a Rumple— dije tratando de no llorar— me di cuenta de que el estorbo no era Rumple, si no yo, no merecías tener ese padre, te abandone a tu suerte si, ese fue mi error, después de obtener el poder de ser Peter Pan y volver a la juventud, a una juventud que desee poder vivir la, y nunca la tuve y mucho menos una infancia. 

Un cuento no tan de Hadas - Peter Pan - OUAT[EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora