Capítulo 4: Gracias por esto

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Clarke

Son las 12:40 am, así que suponemos que la fiesta debe haber empezado, llegamos al cabo de 20 minutos, pagamos el taxi y entramos.
El lugar esta repleto de estudiantes bailando, y disfrutando de la música, mientras otros ya están bastante ebrios.
Con las chicas empezamos a ponernos a tono, bailando un rato, y conversando. Luego de un par de horas, Leila esta bastante amorosa con un chico y Lexa esta obsesionada jugando con unas chicas hacer pirámides con vasos, así que decido salir a despejarme, Arcadia tiene un patio gigante con plantas, pastos y un par de sillas, decido caminar y ver el lugar cuando veo al misterioso Bellamy Blake sentado en el suelo, apoyado en una pared y con un cigarrillo en su mano. El parece no notar mi presencia ya que sigue jugueteando con el humo que emana del cigarrillo.
Lo miro por unos segundos y su rostro me expresa resignación, cansancio incluso tristeza, y mi curiosidad aumenta más, me gustaría conocerlo, saber que pasa por aquella cabeza, en el fondo saber todo de él, siento que tiene un montón de secretos que deseo descubrir.
Sigo observandolo por unos segundos más y cuando estoy por entrar de nuevo al salón cuando una voz interrumpe una acción.
--¿Te has perdido?-- me pregunta Bellamy mientras se lleva el cigarrillo a su boca, lo aspira y bota el humo suavemente.
--No-- respondo de inmediato y con una media sonrisa -- sólo que las fiestas no son lo mio--
--Te entiendo-- Dice mientras se levanta del suelo y se acerca - me molesta estar rodeado de pijos-
Yo suelto una carcajada
--Creí que era lo tuyo, todo el mundo habla de ti, como el legendario patán ¿A que popular no le gustan las fiestas? -- digo con gracia
--A uno que no le interesa ser popular- declara mirando el piso y tirando la colilla de su cigarrillo
Y ahora si que la curiosidad toca mi puerta de forma desesperada, el más popular de toda la Facultad, odia ser popular, pues por algo debe serlo y por algo debe odiarlo. Joder Bellamy, no paras de crear incertidumbre en mi.
--Pues veo que te va bastante bien sin tu vestido--me dice con gracia y yo suelto una carcajada.
--Por supuesto ¿Qué creías que era mi única ropa?-- le digo levantando una ceja, él asiente mirando el suelo y con una media sonrisa en su bello rostro. Nos quedamos mirando unos segundos sin decir nada, haciendo que sensaciones prohibidas aparezcan en mi estómago, porque si, el chico llama mi atención, todo de él me intriga y a la vez me atrapa, su rostro, su cuerpo, su cabello, todo de él y no puedo negarlo, porque ya es un hecho.
--¿Te puedo llevar a un sitio?-- me dice Bellamy suavemente sacandome de mis pensamientos.
--Pero si nisiquiera conoces mi nombre-- le suelto con una sonrisa
-- Clake-- me dice él, mirándome fijamente --Por supuesto que lo sé--
Yo lo miro a los ojos y sonrió sintiendo como mis mejillas se tiñen de rojo.
-- Confía en mi, te encantará-- Dice estirando su mano y con una sonrisa, yo lo observo fijamente a sus ojos y dudo por unos segundos, pero su mirada me irradia confianza, porque veo cero maldad en aquellos preciosos ojos cafés, así que decido aceptar y estiro mi mano para alcanzar la suya. Él se escabuye con paso firme a través del gran patio hasta llegar a un reja oxidada que separa el salón de un bosque, Bellamy facilmente abre aquella reja y caminamos a través de ese inmenso bosque, donde unas hermosas luciernagas vuelan a través de nosotros, el lugar es mágico, pero aún así no paramos de andar, al cabo de unos metros llegamos a un árbol repleto de luciérnagas que iluminan el bosque con su preciosa luz.
Yo suelto la mano de Bellamy y me acerco con sigilo a aquellas hermosas criaturas, el bosque está tan calmado, sólo se escucha el sonido de la brisa y es iluminado por la misma Luna y por estos brillantes animalitos.
Es todo tan prefecto.
-- Jamás había visto luciérnagas-- digo en un susurro mientras estiro mi mano para alcanzar a alguna --Son preciosas-- declaro mientras me giro suavemente para mirar a Bellamy quien esta con un sonrisa triunfante.
-- Te dije que te gustaría, pero para tu suerte esto no es todo-- me dice dulcemente estirando su mano
-- Ven vamos-- me repite con una sonrisa, que yo devuelvo y tomo su mano de nuevo, caminamos un par de metros nuevamente hasta que llegamos a una parte donde no hay árboles y las mismas estrellas iluminan aquel prado.
-- Bellamy...es hermoso-- digo soltando una risa -- ¿Cómo encontraste este lugar?
-- Cuando era pequeño solía arrancarme de casa y un día llegué aquí, claro que en aquel entonces no existia este salón-- declara él mientras mira el cielo con una sonrisa.
Camino un par de pasos y decido acostarme en el frío pasto a observar con más claridad las hermosas estrellas, Bellamy me imita y se acuesta a mi lado, en cosa de segundos se forma un silencio entre ambos y lo único que se logra escuchar es la brisa y el ruido de las hojas moviéndose con el viento.
-- Tenías razón, me encantó-- le confieso mirando suavemente a mi lado para encontrarme con su rostro. Él asiente con una sonrisa triunfante, y ambos contemplamos en silencio las brillantes estrellas.
-- No traigo aquí a todo el mundo-- Dice Bellamy en un susurro apenas audible. Miro hacia mi lado y ambos nos miramos directamente a los ojos.
-- ¿Y porque traerme a mi? -- le pregunto suavemente sin despegar mi mirada de sus ojos cafés.
-- Porque se que eres especial-- me dice serio pero con un tono de voz suave, me quedo mirándolo sin saber que responder hasta que Bellamy desvía su mirada y mira hacia el cielo. No se que quiso decir con eso, pero si puedo decir que agradezco haber conocido al misterioso e increíble Bellamy Blake.

Amor y otras drogas [Bellarke AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora