Capítulo 7: Destino y algo más

371 28 1
                                    

Clarke

Tenía a Bellamy tan cerca que no pude evitar fijarme con detenimiento en sus preciosas facciones, en su piel canela que se veía tan radiante combinando perfectamente con sus pecas.

-- ¿Quieres que te lleve a casa? -- su voz ronca me sacó de mis pensamientos e hicieron que un pequeño escalofrío me recorriera.

-- Si -- digo mientras pongo un cabello detrás de mi oreja con mis frías manos. Por primera vez desde que paramos me doy cuenta de que estoy helada y me abrazo a mi misma buscando darme algo de calor.

-- Tienes los labios morados -- declara el, como si leyera mi mente. Con rapidez se saca su chaqueta y me la da, yo sin dudarlo me la pongo y siento de inmediato como el calor esta empezando a volver a mi cuerpo, pero no puedo evitar sentir el perfume de Bellamy que emana de su chaqueta, haciendo que todo mi cuerpo se bañe con tan exquisita fragancia.

Finalmente Bellamy enciende el motor y yo me abrazo a su cintura con fuerza, apoyando mi cabeza en su espalda y salimos echando una ola de tierra.

No se en que momento perdí la cabeza y dejé que un desconocido que corría carreras ilegales y no usaba ninguna protección me llevará a casa en una moto joder, una moto.
Odiaba esas cosas desde que mi padre había tenido el accidente en ella, que casi lo mata y desde ese día el pánico por subirme a esta máquina había inundado mi ser y prometí que jamás me subiría a una.
Por lo mismi tenía problemas a menudo con Finn por esto, él creía que no tenía la suficiente confianza en él y que dudaba de su forma de conducir.
Y ahora estaba aquí abrazada a Bellamy y dejando que me llevará sin siquiera pensar en que algo malo podía pasar, sentía libertad por primera vez en mucho tiempo, me sentía a gusto, Bellamy iba con tanta suavidad, sin hacer movimientos bruscos que incluso había logrado sentirme totalmente relajada, Bellamy tenía esa capacidad de hacerme sentir segura.

Recuerdo la única y última vez que me subí a la moto con Finn, iba tan tensa, sus movimientos eran bruscos e iba a tanta velocidad que sentía un miedo feroz, nisiquiera el casco me hacía sentir segura. Muy a diferencia de Bellamy que se notaba que llevaba años de experiencias y que la suavidad y el cariño predominaban a la hora de manejar, sin siquiera notarlo cada vez iba soltando más mi agarre de la cintura de Bell, cada vez me sentía más a gusto que incluso comencé a contemplar las estrellas.
Y una pregunta azotó a mi mente ¿Por qué él hacia que todo se tornara especial?.

Sin darme cuenta ya habíamos llegado a la Facultad.

-- Y hemos llegado princesa estas en las puertas de tu castillo-- dice Bellamy con gracias mientras apagaba el motor de su moto.

-- Gracias-- digo con una sonrisa mientras me bajo con cuidado, él sólo asiente y me sonríe dulcemente.
-- No, te digo gracias deverdad, por llevarme a conocer las luciérnagas, por sacarme de las carreras y por traerme a casa.

Era increíble como en una semana mi vida había cambiado, me encontraba en otra ciudad, estudiando, viviendo en la Facultad y viviendo experiencias completamente nuevas sólo gracias a una persona: Bellamy Blake.

-- No te preocupes para eso estamos los caballeros, para salvar a las princesas-- Dice él guiñandome un ojo mientras suelta una sonrisa, y siento de inmediato como mis mejillas se tiñen de rojo.

-- ¿A si? Eso quiere decir que si tengo un problema sólo grito Bellamy y ¿Estaras aquí? -- suelto con gracia y él inmediatamente suelta una carcajada.
-- Por supuesto, el Príncipe Bellamy esta siempre a la orden-- declara él mientras hace un gesto con su mano como si fuese un soldado.

--Creí que eras un caballero

-- De caballero a Príncipe hay un sólo paso ¿No crees? -- Dice él mientras levanta una ceja y yo no puedo evitar soltar una carcajada.
Y me volví a fijar en sus ojos que tenían cierto brillo, el mismo que tenía el día que me dijo que yo era especial, nos seguimos mirando y no pude evitar que todo mi cuerpo sintiera un carrusel de emociones, porque ya estaba confirmado, me gustaba Bellamy Blake.

-- Te veo princesa-- Dice él sin despegar sus ojos de los míos.

-- Te veo Bellamy-- respondo con seguridad y con una media sonrisa antes de voltearme y emprender camino a mi habitación.

Abro la puerta con cuidado y me encuentro con Lexa y Leila marcando números como locas.

-- Aquí estas ¿Dónde te habías metido? -- me espeta Leila mientras me lanza una almohada que esquivo con facilidad.

-- ¿Dónde estabas tú querrás decir? Me dejaste tirada en la carrera, si no es por Bellamy me atrapa la policía joder-- le respondo lanzandole la almohada devuelta.

-- Veo que te fue bastante bien, hasta su chaqueta tienes-- Dice Lexa con gracias mientras levanta una ceja.

¡La chaqueta! Lo había olvidado por completo, estaba tan embobada con nuestra conversación absurda que ni me percaté que seguía con su chaqueta.

-- Cállate, el frío es infernal afuera, olvide entregársela-- le respondo mientras me quito los zapatos con rapidez.

Ambas se ríen y no puedo evitar reirme yo también, comenzamos hablar, cuando el sonido de un celular interrumpe nuestra conversación.
Inmediatamente siento como la chaqueta de Bellamy comienza a vibrar y me doy cuenta de que ha dejado su móvil en el bolsillo.

-- Es de Bellamy, estaba en su chaqueta-- digo mientras le paso el móvil a Leila.

-- No contestes sólo ponlo en silencio-- Dice Leila devolviendome el aparato.

-- Dice Jhon, quizás es tu hermano ¿No? -- digo mirando a Leila.

-- Claro que es él, pero no quiero saber nada-- Dice intentado quitarme el móvil. Suelto un bufido y le doy un empujón mientras me llevo el teléfono al oído.

-- Alo? Jhon? -- pregunto mientras intento quitarme a Leila de encima y escuchar por sobre sus súplicas.

-- Princesa, veo que ya me estas controlando las llamadas

-- Bellamy, hey -- respondo con una sonrisa -- Creo que has dejado el móvil en el bolsillo -- digo mientras camino unos pasos para poder escuchar bien.

-- Si, me di cuenta-- Dice soltando una carcajada que hace que mi estómago sienta mariposas --Espero que tomes mis recados

-- Por supuesto, lo mantendre al tanto de todo Señor Blake-- respondo con gracia.

--Entonces como no hay un lugar más seguro para dejar mi móvil que en sus manos princesa ahora puedo dormir en paz. Buenas noches preciosa-- Dice tan suave que hace que todo mi cuerpo sienta un onda de electricidad.

-- Buenas noches Bell -- digo en un susurro antes de que él corte la llamada.
Ahora que tengo su móvil y su chaqueta tengo la seguridad de que lo volveré a ver aunque sea una vez más.
Gracias destino...

Amor y otras drogas [Bellarke AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora