O C H O

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—¡Es que esto no puede estar pasándome Yuri!

—¡Es completamente normal Viktor!

—¡No a mí! NO A MÍ.

Las ropas revueltas yacían en la cama y a pies de estas. El piso era un revoltijo igualmente de prendas y estaba seguro que Makkachin estaba debajo de esa montaña de pantalones.

—¡No acepto estar gordo! ¡No!

Ya se veía venir esto en realidad.

Esa mañana habían decidió ir a la playa de Hasetsu a pasar la tarde y relajarse. Viktor había estado quejándose del excesivo calor que había, ya con seis meses de embarazo. Las náuseas habían menguado y el apetito incrementado, y cabe agregar que su estado de ánimo y temperatura corporal estaban en una labilidad difícil de entender. Viktor se la pasaba comiendo cosas dulces y frias, lo cual no era saludable y la obstetra le había prohibido esa clase de alimentos. Por lo que Yuri propuso ir a nadar para refrescarse. Emocionado, su prometido había ido a ponerse la ropa adecuada para la ocasión, pero lo que no se esperaba era que su esta ya no le quedara.

El de pelo plateado empezó a chillar tal cual niño haciendo rabieta y Yuuri fue hasta él abrazando su cuerpo, con una sonrisa cargada de paciencia.

Viktor estaba recostado en la habitación que compartía con Yuri, con 7 meses de embarazo se cansaba más, su cuerpo estaba pasando por muchos cambios y el bebé se llevaba mucha de su energía

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Viktor estaba recostado en la habitación que compartía con Yuri, con 7 meses de embarazo se cansaba más, su cuerpo estaba pasando por muchos cambios y el bebé se llevaba mucha de su energía.
Es normal que te canses más de lo usual en lo que avanza el embarazo” había dicho su obstetra “Crear una vida es agotador

El día había sido nublado y frío, así que, sin mucho ánimo de salir de su nido, se había quedado ahí acostado con Yuri mientras abrazados se daban arrumacos y se habían estado consintiendo en la seguridad de esas 4 paredes, hasta hace unos instantes. Yuri había tenido que ir a ayudar a su madre atendiendo a los clientes, le había dicho que volvería en unos minutos no sin antes ponerle una pequeña frazada sobre sus hombros para asegurarse de que no pasara frio. Un renitente Viktor le había dejado marcharse, no sin antes pedir un beso de despedida.

Acaricio su vientre suavemente, el cual ahora le era imposible tapar con sus ropas, las cuales ahora eran especialmente para su condición. Había hecho un drama cuando unos meses después su ropa le había dejado de servir, sus pantalones apenas le subían y sus camisas se quedaban a mitad de su torso. Pero al final de cuentas lo supero. Tenía que ponerse en forma una vez naciera su bebé.

Los primeros meses fueron los más difíciles, pero estuvieron listos para ellos.

Viktor recuerda con cariño cuando les dijo a los padres de Yuri que serían abuelos. La sorpresa impresa en sus expresiones y luego el gritillo que emoción que soltó su suegra acercándose a abrazarle mientras derramaba lagrimas felicidad, hablando en su idioma materna por la emoción. El papá de Yuri le había abrazado igualmente con mucho cariño, mientras le expresaba cuan feliz estaba por la noticia. Toda la familia había reaccionado casi de la misma manera, entre abrazos y buenos deseos para los futuros padres.

Una perdida nunca se olvida. ☆彡Omegaverseミ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora