Viktor Nikiforov tiene un pasado que cree olvidado y enterrado bajo el gran amor y cariño que su pareja le ha dado. Yuri Katsuki es todo lo que Viktor quiere y no creé que pueda desear algo más que él.
Sin embargo, la feliz historia no puede durar p...
Estaba tan agotado, su cuerpo dolía como nunca antes lo había hecho, ni cuando practicaba horas y horas en la pista allá en San Petersburgo, había sido tan doloroso. Pero este dolor y cansancio le había traído la más grande de las dichas. La que había una vez perdido la esperanza de tener y ahora estaba frente a él, a unos centímetros de su rostro.
Estaba acostado de lado, sus cabellos desordenados y el sudor que bajaba aún por su frente demostraban el esfuerzo que acaba de hacer, con las mejillas sonrosadas y las manos temblorosas dirigió una de estas hacía esa pequeña bola envuelta en una delgada manta celeste.
—Un gusto en conocerte— con voz entrecortada y con las lagrimas a punto de salirse de sus ojos, admiró el perfil delicado de su bebé .—Mi pequeño Marish.
Tenía la piel palida y algo enrojecida, su piel estaba arrugada y con ojos cerrados, sus manos eran tan pequeñas que Viktor sentía que con un pequeño toque estas de lastimarian. Sus labios delgados y su poca pelusa plateada en su coronilla le hicieron preguntarse de que color serían sus ojos. Todo en su bebé, en su hijo, era absolutamente perfecto.
Como pudo, acercó poco a poco su cuerpo hacía su hijo, sintiendo un burbuja de calidez al ver a su pequeño abrir la boca .—Tú— dijo mientras tapaba un poco más la cabeza del bebé con la manta .—Has llegado a nosotros— sentía como el cansacio se abalanzo sobre él y metiendose entre las cobijas empezó a acariciar la mejilla de su bebé .—Y ahora— mientras su parpados cedían mostro una sonrisa brillante .—Cambiaras nuestro mundo.
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“Aperturamos la ceremonia de premición” Se escuchaba en todo el estadio por los altos parlantes, acompañados con los gritos y ovaciones de la multitud “Con el japones Yuri Katsuki como ganador”
El ganador de ese año, no mostraba otra expresión que una de estrés total. Y todos sus compañeros estaban igual de tensos que él. Todos los patinadores sabían sobre el gran evento que había acontecido hace una media hora, justo cuando Yuri y sus colegas estaban festejando sus punteos y estaban apunto de anunciar al ganador luego del último programa. Yuri había recibido la llamada de su muy alterada hermana diciendole las nuevas.
