Capítulo 25

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No se si es un sueño o simplemente estoy escuchando mal, ¿Toda la vida juntos?

Mi cara se pone mas roja que un jitomate y es que jamás espere una respuesta como esa de su parte y lo único que hago es bajar la mirada al menú para saber que es lo que voy a pedir y me doy cuenta de que o se me ve mi nerviosismo o Ezio es un chistoso sin remedio ya que de la nada empieza a reír y yo solo me volteo a otro lado para no verlo a la cara.

-Bueno espero que eso signifique un sí. -Sin mas lo dice y les juro que yo me quedo sin habla y cuando noto que esta esperando que lo mire ya que su mirada hacia mí es muy insistente llega el señor Manuel y empieza a platicar con Ezio de los platillos.

Ya después llega la comida y yo solo pido una pasta acompañada de unas albóndigas en salsa de tomate y por otra parte, el pide un pollo encacahuatado y una pasta, sin mas empezamos a comer y debo decir que la comida esta exquisita ya que cuando ando perdida en mi delicioso platillo Ezio me saca de mi ensoñación.

-Otro motivo más para que volvamos a este lugar, ¿No es así Cielo? -Lo único que hago es verlo un poco confundida y cuando asimilo toda la información lo único que hago es verlo a los ojos y regalarle una sonrisa y es que sin duda quisiera que lo que dice sea totalmente cierto y que vengamos aquí muchas veces.

-¿Ahora si me puedes decir porque te apareciste de esa manera a la radio? -La verdad es que no se me olvida esa escena y reconozco que el coraje ya se esfumo, pero quiero saber sus razones, y al culminar la pregunta me mira un poco avergonzado

-Bueno Cielo creo que me porté como un idiota, pero la verdad es que los celos pudieron mas conmigo y pues como tenía pensado invitarte todo el día de hoy me enfurecí cuando sin más aceptaste a Sebastián y bueno lo demás creo que ya lo sabes. -Se le veía afligido y pues lo único que podía hacer era tomar su mano para que supiera que no había resentimientos y él al ver mi acto sonrió de una manera que me robo el aliento.

-Creo que no debiste de actuar de esa manera, pero bueno agradezco un poco el hecho de estar compartiendo este tiempo contigo y más en un lugar mágico como este, gracias Ezio. -Dios su sonrisa es tan sexy que les juro que estoy a dos de desmayarme.

La comida se nos paso entre risas y hablando un poco de nosotros y no les mentiré que debes en cuando se le salía a Ezio lo engreído y solo me limitaba a ignorarlo un poco, pero tengo que hacer algo para erradicar esa forma que tiene; ya cuando habíamos terminado de comer Ezio se levanto y se fue para la cocina y yo me quede admirando el lugar y es que sin duda no tenía palabras para describir un lugar muy bello, pero mis pensamientos fueron interrumpidos cuando la esposa del señor Manuel me saluda y les juro que es una mujer encantadora.

-Hola Cielo, soy la señora Clara. -Me extiende su mano y al tomarla siento una calidez como si fuera mi abuelita

-Hola señora Clara mucho gusto soy Cielo y déjeme decirle que su comida le quedo deliciosa y este lugar es asombroso. -La señora se ríe un poco y yo con ella ya que parece que alguien se emocionó de más.

-Solo dime Clara y me alegro de que te gustara Cielo y mas que nuestro querido Ezio trajera a una mujer muy hermosa y que se ve que lo quiere muchísimo. -Con esto último mi cara se torno roja al mas no poder y es que, ¿de verdad es tan obvio que me gusta Ezio?

-Muchas gracias Clara y bueno la verdad es que Ezio es una persona maravillosa y pues sin proponérselo lo fui queriendo de poco a poco. -La verdad es que ni con Vane o Jan me había abierto tanto con respecto a Ezio y pues me siento bien diciéndole.

-Cielo querida, Ezio es un buen chico y se que te quiere de igual o mayor fuerza que tú a él, mi consejo es que seas fiel a tu corazón.

Cuando estaba por preguntar escucho las voces de Ezio y del señor Manuel y me quedo de piedra porque siento que nos pudieron escuchar y cuando veo Ezio tiene una pequeña canasta muy linda y al posicionarse a mi lado me dice que me va a llevar a un lugar hermoso y mis ojos se iluminan ya que me encantan las vistas de lugares poco comunes.

Odio amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora