Capítulo 12

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Nota de la autora:

Este capítulo cuenta con algunas escenas un poco subidas de tono, espero ninguno se sienta incómodo y si es el caso les aviso, para que no tengan problema alguno.

Fin del comunicado.

Ezio

Cuando escucho que Luis le dice a Cielo que, si es cierto que saldrá con Sebastián, cambia mi humor por completo y me pone furioso que tan despreocupada diga que saldrá con alguien que apenas conoce, antes de hacer una estupidez de la cual me pueda arrepentir, me levanto de mi lugar y prefiero estar en la sala de maestros hasta que me calme por completo.

Ezio, ¿A dónde vas? - Escucho decir a Luis con una cara de desconcierto y no es para menos, ya que hasta yo me siento de mil maneras diferentes y eso no me gusta nada; esta chica llego hacer mi vida imposible.

-Me voy a la sala de maestros, se me quito el hambre. -Esto último lo digo con tanta rabia que al ver a Cielo tiene una cara de desconcierto y lo único que hace es agachar la mirada.

Sin esperar respuesta salgo con paso decidido rumbo a la sala de maestros, pero mi idea es descartada cuando veo que viene la maestra Marcela y debo decir que es una mujer muy atractiva.

Ella es alta, un poco más que Cielo; cabello castaño claro con rizos y un cuerpo muy bien proporcionado, con unos ojos miel que la hacen ver más atractiva. Veo que se acerca dispuesta a platicar conmigo y una parte de mí no quiere, ya que ella es muy insinuante y no me gustan las cosas tan fáciles, pierde el encanto de cortejar a una dama; por otra parte, necesito quitarme de la mente a Cielo.

-Hola maestro, ¿Cómo está? -Al decirlo me da un beso en la mejilla y sin dudarlo se lo recibo.

-Muy bien maestra, ¿Y usted?

-Bien maestro, aunque un poco aburrida, ya sabe el inicio del ciclo escolar es sólo medir el nivel de conocimiento del año pasado. - Creo que invitare a la maestra a distraernos, sirve que pueden pasar muchas cosas.

-Maestra, ¿Que le parece si vamos este viernes algún lugar para desestresarnos? - Al ver que ella piensa que le estoy insinuando un ambiente más íntimo, digo sin dudar. -Sería Luis, usted, yo y si desea invitar a alguien más no hay ningún problema.

-Estaría muy bien maestro, yo le comento en la semana, para ponernos de acuerdo. - Al decirlo, se le ve que está un poco decepcionada porque no era lo que esperaba.

-Bueno maestra me avisa, con su permiso me retiro. -Así sin más sigo con mi camino y pues creo será algo muy interesante salir con ella, después de todo le llamo la atención.

Sin duda tengo que quitarme de la cabeza a Cielo, ya que ella me hace cambiar mi humor de una manera muy radical y eso no me está gustando para nada.

Me la paso toda la mañana que queda antes de salir del trabajo, pensando en cómo debo de quitarme a Cielo de la mente y es cuando una alumna me dice que, si no pienso revisar el resultado del examen, para poder ver de dónde partiremos en este ciclo escolar que quito por completo a Cielo de mi cabeza y me concentro en mi grupo. Ya cuando llega la hora de la salida, veo como Cielo se retoca el maquillaje para salir en busca de Sebastián y antes de que mi enojo salga a flote nuevamente, firmo la hoja de asistencia y me retiro, ya que tengo que ir al centro comercial por unas compras para mi casa.

Al salir puedo ver a Sebastián afuera de su auto con una rosa para Cielo y sin duda siento celos y lo peor es que no tengo idea porque si ella no es nada mío, sin duda tomo rumbo para el centro comercial y ni me espero para ver esa escena tan ridícula.

Una vez llego al centro comercial, me dirijo a comprar mi despensa y algunas cosas para mi higiene personal; ya cuando tengo todo lo que necesito me dirijo a la zona de comida ya que muero de hambre, me dispongo a pedir una pizza y ya cuando la tengo y estoy sentado suena mi celular.

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