Odio amarte

Capítulo 16

Creo que no puedo dormir y es que tenerlo aquí lo vuelve todo más difícil y, es que el hecho que me dejara conocerlo un poco más me tiene algo desconcertada y más viniendo de él, así que sin duda saber que él está dormido en la sala me está quitando el sueño. Me volteo y me hago bolita esperando que pueda dormir y cuando estoy por dormirme, escucho que la puerta se abre y es como si mi cuerpo fuera controlado por alguien más ya que no se puede mover, escucho como se va acercando y es cuando me doy la vuelta y lo encaro.

-Maestro, ¿Qué hace usted aquí? -La verdad estoy muy nerviosa, pero dejare que el vea el efecto que provoca en mí.

-Cielo yo quiero que sepas que lo que dije no es mentira, siento algo por ti y sin duda el beso que nos dimos hace rato me hizo saber que tu sientes lo mismo que yo. -Con cada palabra se va acercando y ver sus ojos y no les mentiré, el hecho que no tiene camisa me hace imposible no mirar y él lo nota ya que se forma usa sonrisa burlona en sus labios y solo me limito a rodar los ojos.

-Maestro no sé de que beso me está hablando, pero creo que debería ir a dormirse ya que debe estar aún bajo los efectos del alcohol. -Creo que la táctica de hacerme la desentendida puede funcionar, así que culpare que estaba ebrio para que no siga pensando en ese beso

-¿Estas segura que solo fueron ideas mías Cielo? -Dios lo tengo tan cerca que puedo sentir su aliento en mis labios y sin poder evitarlo volteo a verlos y se me escapa un suspiro, ¿Qué me hizo este hombre que hace reaccionar a mi cuerpo de una manera tan especial e indescriptible?

-Yo creo que usted está confundido y le reitero es mejor que vaya a dormir, puede ir al cuarto de invitados donde ya está todo listo para que pueda descansar. -¡Dios mío! Si esto sigue así se ira todo por el caño y esta noche terminara un poco diferente a lo que tenía pensado.

-Bueno ya que dices que son alucinaciones mías, espero y no te moleste que mis labios se quiten esa sensación de tus labios. -Ni me da tiempo a responderle cuando sus labios están enviándole recargas de placer a mi cuerpo y ¡dios! Es una sensación bastante buena.

Me dedico a tomar su cabello e inconscientemente atraerlo más a mi y él sabe mis intenciones ya que me toma más fuerte de la cintura y doy un brinquito ante su acto que me tomo por sorpresa; mientras nuestros labios transmiten muchos sentimientos, nuestras lenguas estan coordinadas en una bella danza que es como si hubieran practicado todo este tiempo para poder culminarlo de esta manera.

Cada que nos separamos me mira con unos ojos tan obscuros de deseo y placer y es que es obvio que tengo que recorrer todo ese cuerpo esculpido por los mismísimos dioses griegos y cuando estoy por quedarme sin aire, él se separa y lo miro confundida e intrigada ya que tiene una sonrisa un poco burlona, pero que es diferente a la de las otras veces.

-Ahora si puedo estar seguro que mis labios no alucinaron tener el privilegio de conocer a los tuyos o, ¿Dirás que sigo alucinando? -Me quedo sin palabras y es que pensé que iba a poder persuadirlo, pero sin duda me equivoque; cuando estoy por decir algo siento como toma mis labios con desesperación, tanto es su deseo que mi cabeza siente que la almohada amortiguo su caída y ahora lo tengo a horcadas de mi regazo y es ahí cuando tengo mil sensaciones en todo mi cuerpo y es que su manera de besar es totalmente fuera de este mundo.

Después de haber dejado mis labios un poco hinchados por tantos besos, se dedica a besar mi cuello y para mi buena o mala suerte es mi punto débil ya que sin mentir este hombre me tiene sin poder moverme y lista para dar el siguiente paso; pero yo también quiero disfrutar de él tanto como pueda y es que mi labor de tocar su espalada y pectorales bien marcados me hacen hacer algo de lo cual no es tan propio de mi. Cuando siento unas manos que rozan por encima de mi pijama mis pechos todo rastro de razón abandona mi cuerpo y es cuando me tomo a la tarea de dirigir mis manos hacía sus pantalones y querer quitarselos, pero mi tarea es interrumpida cuando se separa de mi para ponernos de rodillas mirandonos uno al otro y cuando quiero retomar mi tarea sus manos ya estan despojandome de la parte de arriba de mi pijama e instintivamente mis manos cubren mi bralet. -Cielo, eres perfecta y creo que de esta manera estamos iguales, así que no te cubras y déjame verte. -De un momento a otro se abalanza a deborar mis labios y estoy disfrutando de su boca tanto como puedo, sus manos empiezan a viajar por mi vientre y ascender de manera suave y delicada, no quiero que las cosas fluyan de esta manera tan sospresiva, pero él hace que toda razón en mi se pierda así que me dedico a jalar su cabello y tocar su ancha espalda hasta quedarnos sin aliento y sigue su tarea sus manos viajen de mi vientre hasta mi cabello, de manera tan delicada y aunque sus ojos reflejen esa pasión no hay ni rastro de ella en cada toque, es todo tan perfecto que me hace darme cuenta de muchas cosas. De un momento a otro es como si supiera a lo que me refería, ya que no se si toma valor o es de esta manera lenta y super romántica que sus manos viajan hasta mis pechos y se quedan ahí quietas y se separa para mirarme a los ojos y dedicarme una hermosa sonrisa que me hace derretirme entre sus brazos, es ahí cuando empieza a mover sus manos y es una sensación bastante buena y agregarle que se dío cuenta de mi punto débil que ezta repartiendo besos por todo mi cuello, lo cual yo sólo me limito a moverme como loca por tan buena sensación, pero entre mi placer quiero más, mi cuerpo quiere estar en sincronía con el de él y es ahí cuando vuelvo a intentar quitarle el pantalón y de pronto sólo siento que se detiene por conpleto y lo miro confundida y es cuando en sus ojos se pierde toda aquella pasión y deseo que estaba en él hace unos minutos y lo único que le escucho decir es. -Lo siento Cielo, pero aún no es el momento de dar ese paso.