Odio amarte

Capítulo 17

Ha pasado un mes desde que Ezio paso la noche en mi casa y debo decir que pensé que las cosas iban a estar horribles en la escuela o super incomodo, pero debo decir que las cosas van muy bien, ya que entre nosotros hay un poco más de confianza y ya casi no se comporta arrogante y digo casi porque en una ocasión casi me doy con la pared.

Flashback

-¿No tienen hambre? – La verdad es que ya tengo más confianza con ellas y me alegro de que cada día nos estemos llevando mejor.

-Yo no, pero ve a la cooperativa para que puedas comprar algo. -Lulú se ha vuelto una buena compañera de trabajo y agradezco que me tenga algo de paciencia y es que hay cosas de las cuales no me queda de todo claro.

-Ve hay pan yo fui por uno. -La maestra está muy concentrada en entregar unas estadísticas que por ello se encuentra un poco más seria de lo normal, pero debo entenderla y es que molesta un poco que no tenga el apoyo de los demás profes.

-Entonces no me tardo voy por algo para comer. -Cuando llego me percato de que Ezio tiene hora libre ya que esta desayunando y por cortesía y más al darse cuenta de mi presencia quito los pensamientos bochornosos y trato de hablarle lo más normal que puedo.

-Hola profe buen día, provecho. -Estoy muy nerviosa y es que las cosas van muy bien y tampoco hemos tocado el tema de que le gusto y mucho menos del beso porque muero de vergüenza.

-Buen día cielo y gracias. -Cuando siento que la conversación quedo ahí, pido un té y tomo un pan, pero en la espera él me vuelve hablar y me quedo de a piedra.

-Cielo, por cierto, ¿Cambiaste de lentes? -Si tal vez no dije nada de eso, pero bueno a veces muy a veces suelo usar lentes de contacto y bueno hoy fue un día en el cual me animé y me puse unos sin graduación.

-No maestro, lo que pasa es que estoy usando lentes de contacto y para no sentirme incomoda estoy usando estoy sin graduación. -Al decirle esto parece que se sorprende y hasta siento que la plática le está interesando ya que lo veo con ganas de preguntar y su cara sin duda es algo graciosa.

-Vaya que padre, pero ¿No te molesta estarte poniendo esas cosas?, ¿No sientes que te corta tu ojo o algo así? -No quería reírme, pero es más fuerte que yo y suelto la carcajada muy sutil (sarcasmo on) dios su cara de espanto nadie se la quita y es como si hablara de un arma mortal para él.

-No maestro no duele para nada, ya que son de un material blando y obviamente están diseñadas para el ojo y le puedo decir que al principio es algo incomodo, pero con el tiempo se acostumbra. -La verdad es que ya casi no los uso, pero nunca está de más verse diferente, pero de verdad que la cara del maestro es de risa ya que es terror en su máxima expresión.

-Lo que pasa es que conozco a gente que paso por cosas complicadas en los ojos y siento que eso me va a cortar mi ojo. -Se empieza a reír, no sé si por lo que dice o por puros nervios, pero sin duda no puedo evitar reírme por sus ocurrencias

-Pues yo le puedo asegurar que no es un peligro usarlos y es una gran ventaja ya que puede usar diferentes lentes o cuando llueve ve con claridad, pero bueno eso ya es opcional.

-Pues si porque tengo unos lentes super padres que me dio mi papa, pero no los puedo usar porque no están graduados, y si vieras que se me ven muy bien. – Al decir eso alza una ceja y me ve de forma coqueta y yo sin más sigo riéndome como si no hubiera un mañana y tratando de ocultar mi sonrojo que el ocasiona en mí.

-Hay profe ya mejor ni le digo nada. -Mi risa sigue ahí y es que su cara de estoy bien bueno es para reírse, pero bueno tomaremos seriedad en el asunto.

-Es en serio, me veo muy bien con esos lentes, pero si me gustaría probar con los lentes de contacto, pero bueno ya veré si me animo o no. -De verdad que hay un cambio enorme en cuanto a su actitud de la cual estoy sorprendida, ya que no se ve nada arrogante, un poco presumido, pero no me extraña.