Capítulo 13. El consejo de Ethan

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Abro los ojos lentamente y me encuentro con la chica francesa durmiendo plácidamente, acostada a mi lado, con sus hombros descubiertos y desnudos.

Me levanté de la cama tranquilo, no me preocupe por haber tenido sexo con esta chica, ya que ayer usamos protección, había olvidado mencionar que me vine preparado antes de salir de casa; comencé a vestirme, tomé mi celular y me puse de pie dejando a la chica descansar en su habitación.

Ahora camino por los pasillos mirando a mi alrededor, el agua de la alberca se mueve tan solo un poco, las plantas que se encuentran en los pasillos y la recepción son todas de colores muy vivos, perfecto lugar para atraer turistas aunque el estilo tropical no va para nada con el estilo montañoso y frío de la ciudad.

Otra vez me está llamando Ethan, así que tomo mi celular y le respondo la llamada.

—Buenos días —dije bostezando.

—¿Qué tal?, ¿cómo te fue con la francesa?

—Muy bien, ¿y a ti?

—Excelente pero ya se fue, me dijo que regresaría al hotel.

—Espero que la otra se despierte rápido —dije entre risas.

—Bueno, ¿quieres venir a mi casa?

—No puedo, no tengo auto y tú casa está lejos.

—Entonces voy por ti.

—Mi padre se molestará.

—¿Desde cuándo te tomas la molestia por desobedecer las reglas?, vamos, iré por ti.

—Está bien —suspiré—. Entonces me quedaré aquí junto al puesto de donas "SugarDonut".

—Bien, mientras compra unas por favor, y que sean de las que tú quieras.

Después de haber comprado una docena de donas y que Ethan llegará por mí en su auto, fui a su casa y nos quedamos en su habitación.

—Sabes, te daré un consejo amigo —dijo Ethan mientras se llevaba una dona a la boca.

—¿Y cuál es?

—Disfruta, no creo que valga la pena quedarse sólo con una chica por el resto de tu vida, tú y yo lo sabemos, las mujeres solo nos usan para que les compremos cosas y les demos una casa con nada más que el dinero de nuestros esfuerzos. Además el compromiso es de lo peor, ¿para que jurar amor eterno si terminan traicionándote?

—Exacto —dije dándole la razón mientras mordía una dona de chocolate.

La madre de Ethan también los abandonó, a su padre, a su hermana (de 20 años actualmente) y a él, solo que su madre murió hace cuatro años en un accidente automovilístico por manejar ebria, ella jamás se fue de Ovilmont por muchos años pero el accidente ocurrió en la carretera cuando ella conducía de salida con su amante y ambos murieron, con un plan de salir de esta ciudad para mudarse juntos y formar una nueva vida, pero sus planes fueron arruinados por el destino de sus muertes.

Me acosté en la cama de Ethan mirando al techo suspirando y él se acostó en el suelo haciendo lo mismo, los dos estamos aquí sin hacer nada más que pensar.

—Aveces... —suspiré—. Me pregunto si mi madre tuvo más hijos con ese hombre —dije suspirando con tristeza.

Ethan se levantó y me miró.

—¿Por qué piensas en eso? —preguntó un poco preocupado.

—Porque... ella nos olvidó muy rápido, olvido a papá y se mudó a otra parte del mundo con otro hombre, ni siquiera les dijo a sus hijos "adiós". No nos dio ninguna explicación. —dije de manera muy seria.

Cerré los puños con fuerza, los ojos me empezaron a arder, mi boca temblaba y me entraron unas ganas terribles de llorar y a pesar de que traté de aguantarme frunciendo el ceño y mordiéndome los labios, las lágrimas comenzaron a deslizarse por mis ojos y estos se cristalizaron.

—¡La odio! ¡nos abandono! —grité levantándome y rompiéndome en llanto.

Traté de secarme las lágrimas con las manos para parar de llorar pero no podía dejar de hacerlo, me sentía triste y con un sentimiento de odio, di un golpe fuerte a la cama y cubrí mi rostro con mis brazos, sentí que Ethan posó su mano en mi espalda y me abrazó con fuerza tratando de consolarme.

—Tranquilo Jayden, no pienses en eso...

Lloré hasta calmarme y luego miré a Ethan secándome las lágrimas.

—Perdón que me mires así, llorando como cuando teníamos 13 años...

—Descuida, eso que dicen de que los hombres no lloran es pura mierda, nosotros podemos llorar todo lo que queramos si nos sentimos destruidos por dentro.

—Si... gracias hermano.

—Ahora anímate, te llevaré a casa y hablaré con tu padre, tú no te preocupes —dijo tomándome de los hombros.

—Gracias.

Ethan sonrió y ambos terminamos de comer lo que quedaron de donas, pase un rato más con él hablando de "quién es más..." Es un juego en el que decimos quién es más... y tenemos que decir dos nombres (ya sean de personas que conocemos o de gente famosa) para saber qué persona es más: y alguna cualidad.

—¿Quién es más sexy? ¿Emma Watson o Nicki Minaj? —preguntó Ethan mirándome.

—Yo creo que Emma Watson, no me gustan las chicas con traseros tan grandes en realidad y el rostro de Emma es más hermoso.

—¿Quién es más alto? ¿Un Hobbit o Natalie?

—El Hobbit —afirmó Ethan seriamente.

Ambos nos miramos y nos reímos con ganas por la broma y finalmente después de eso Ethan me llevó a casa.

Mi padre se molestó porque no le avisé que iba a salir pero Ethan le explicó que me quedé a dormir en su casa por jugar videojuegos y pasar un rato de mejores amigos juntos, mi padre suspiró y aceptó mis disculpas, me despedí de mi mejor amigo y luego subí a mi habitación acostándome en la cama cansado de haber llorado, escondí mi rostro debajo de una almohada para tratar de no volver a llorar.

Una vez que el sentimiento se desvaneció tomé la almohada con la intención de abrazarla entre mis brazos mientras miraba el techo de mi habitación pero cuando lo hice sentí algo duro en mi cabeza.

—Auch... —me quejé sentándome en la cama y mirando detrás de mí.

Había olvidado que escondí el diario debajo de la almohada (lo sentí porque mi almohada es muy delgada, supongo que la he abrazo tantas veces que ya se deformó), había olvidado que leía el diario de otra persona siquiera, lo tomé entre mis manos y decidí seguir leyendo, no tengo otra cosa que hacer.

Este NO es mi Diario |Amor entre Diarios #1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora