Después de mi derrota en la guerra de almohadas, Nat y yo estuvimos hablando sobre mi nuevo cambio, (en cuánto a mi decisión de dejar de ser mujeriego y haber usado los lentes) así estuvimos un rato hasta que tuvo que irse a casa, entonces me quedé acostado en mi cama y me dormí un rato.-{...}-
Mmm el molesto ruido de mi celular no para, alguien me está llamando, desperté quejándome un poco y al ver en la pantalla el nombre de Ethan respondí rápidamente algo cansado.
—¡Ey, Jayden! ¿cómo estás? —preguntó Ethan escuchándose contento y animado.
—Estoy muy bien, ¿qué pasa? ¿sucede algo? —pregunté rascándome un ojo.
—Oye, ¿recuerdas a Sidney, ¿la chica popular de nuestro grado?
—Mmm, si... creo ¿qué tiene?
La verdad no la recuerdo, me daba igual
—Bueno, ella va a hacer una fiesta en su casa esta noche, ¿no quieres venir rápido a mi casa para que te lleve? —preguntó emocionado.
—No lo sé, estoy cansado.
—¡Vamos! será muy divertido, habrá varias chicas y mucho alcohol.
—No, Ethan enserio...
—Yo iré por ti, cuando lleguemos a la fiesta me lo agradecerás, vete preparando.
Ethan colgó la llamada, quiere que vaya a esa fiesta pero yo ya no quiero meterme con más chicas, sin embargo puedo divertirme de otras maneras, escuchando música y eso. Me levanté de la cama pasando la mano por mi nuca y me quité la ropa, tire al suelo mi camisa, mis pantalones, el cinturón, todo a excepción del boxer, pero cuando estaba a punto de quitármelos recordé que tenía que pedirle permiso a mi padre para ir a la fiesta, así que salí de mi habitación y me asomé por las escaleras gritándole.
—¡Papá! —grité sujetándome del barandal.
—¿Qué sucede hijo?
—¿Puedo ir a una fiesta?
—Si, está bien.
—¡Gracias!
Cuando iba a entrar a mi habitación Emilie me vio y se cubrió los ojos.
—¡Ponte ropa!
—¡Aahh!, no mires —dije cubriéndome con las manos y entrando rápidamente a mi habitación cerrando la puerta con seguro.
Uno ya no puede andar por ahí en bóxers en su propia casa, bueno como sea, necesito darme una ducha rápida para poder estar listo cuando Ethan llegue.
Abrí la llave del agua caliente y fría al mismo tiempo, creando la temperatura perfecta para mí, me quité el bóxer y entre al agua, se siente muy bien cuando te estás duchando, comienzas a pensar en muchas cosas, es como si al caer agua cayera una lluvia de ideas realmente.
Luego de la relajante ducha me seque con la toalla y fui a mi armario para vestirme, escogí una camisa de manga larga negra, unos pantalones de mezclilla, unos calcetines con dibujitos de huevos con tocino y zapatos. Tomé mi celular y lo guardé en mi pequeña mochila negra, junto con mis lentes que se encuentran guardados en su estuche, quisiera decirle a mi amigo que ahora los uso.
Estoy listo, ya me vestí como de costumbre, salí de mi habitación y bajé por las escaleras, me despedí de mis hermanas con un beso y de mi padre con un choque de puños.
—¡Hasta luego!, regresaré en la noche.
—¡Diviértete hermano! —dijo Diane sonriendo.
Cuando salí de la casa vi el auto de Ethan estacionándose justo enfrente de mí.
—¡Hola Jayden!, súbete hermano.
Abrí la puerta y me senté en el asiento del copiloto, Ethan pisó el acelerador y continuó manejando con destino a la fiesta de Sidney.
—¿Cómo es que no sabias de la fiesta?, me sorprendes.
—Bueno es que estaba haciendo otras cosas.
—Ya veo, pero bueno esta vez nos divertiremos mucho ya veraz, vamos ten, te regalo un condón por si acaso —dijo sacando de sus bolsillos uno y dándomelo.
—Ah si... gracias —dije tirándolo en los asientos de atrás discretamente.
Luego de algunos minutos llegamos a la casa de Sidney, no es una casa tan grande como la de Max Anderson, pero si es moderna y por fuera se ve lujosa.
—Llegamos, ahora vamos y disfrutemos un poco.
Ethan al llegar saludo a varias personas y también me presentaba, en esta fiesta también hay personas que no conozco, nunca las he visto y de echo la mayoría se ven de unos 20 años.
Con tanta multitud en el lugar perdí de vista a Ethan así que me fui a la cocina (donde no había tanta gente) pero cuando estaba ahí sentado llego una chica y me dio una cerveza.
—Toma cariño, diviértete —dijo sonriendo.
¿Qué tienen las chicas con regalarme bebidas alcohólicas? ¿Todas quieren acostarse conmigo o qué?
—Gracias.
Cuando la chica se fue y se perdió de mi vista entre la multitud, tomé la cerveza y estaba a punto de beberla pero entonces recordé algo...
"En mi opinión cuando una persona está ebria hace cosas que de las que se arrepiente después"
Recordé la frase que Hazel escribió en su diario, por algún extraño motivo me levanté de mi lugar y deje la cerveza en una mesa para alguien que sí quisiera beber.
¿Y si hay cosas que he echo estando ebrio que no quise hacer? Nunca pensé en eso, pero si las hay, cuando llegué ebrio a casa por primera vez, mis hermanas estaban en un campamento y mi padre trabajaba en el comedor, yo llegué muy mal, había bebido demasiado alcohol. Mi padre al verme se preocupo por mí y me preguntó si estaba bien y yo solo decía que sí pero él no me creía y me tomó de los hombros tratando de ayudarme, yo lo empuje y le grite de manera horrible... eso es algo de lo que sí me arrepiento y de hecho al día siguiente me disculpé con él al recordar lo que hice.
Ya no quiero beber alcohol... sé que no es muy fácil dejar de beber de un día para otro pero por ahora estoy completamente consciente de lo que hago así que estoy decidido a no hacer estupideces.
Me aleje de la cocina y salí al patio trasero a ver qué había, hay una alberca pero no es tan grande, también hay muchas chicas en traje de baño. "No sedas ante la tentación Jayden... no te vayas al lado oscuro", pensé para mí mismo.
Me senté en una camilla para asolearse y disfrute de la música, movía mis pies al ritmo y sonreí por eso pero mi diversión fue interrumpida cuando una chica en bikini se sentó en mis piernas mojándome (porque ya había entrado a la alberca)
—Hola guapo... ¿estoy muy caliente? —dijo acariciando mi pecho.
—No, estás helada y empapada —dije serio—. ¿Podrías quitarte de encima?, estás manchando mi pantalón.
—Ay... qué chico tan malo con el que me encontré —dijo sonriendo.
—Oye... no quiero nada contigo, así que ya quítate de encima.
—Pero yo sí quiero algo contigo... —dijo deslizando su trasero en mis piernas.
Dije que no voy a tener sexo, que no quiero nada con ninguna chica tan fácil como está, así que empuje a la chica tirándola al suelo y me levanté enojado porque no me hacía caso y manchó mi pantalón de agua, haciendo parecer como si no me hubiera aguantado las ganas de ir al baño... rayos.
Otro chico me vio ye se enojo porque al parecer esa chica que empujé era su novia.
—¡Ey! ¡Idiota!, ¿cómo te atreves a empujar así a mi chica?
Al parecer habrá otra guerra mundial en esta fiesta.
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Este NO es mi Diario |Amor entre Diarios #1|
Novela JuvenilJayden Harris es un chico de 18 años que estudia en la preparatoria, pasando su último año de mujeriego con las chicas, disfrutando de las fiestas, las bebidas alcohólicas y de salidas con amigos. Un día inesperado encuentra un diario, el diario de...