Nunca sere ella ║║ Jace Herondale y Tú ➀

Parte 40

La casa por fuera estaba intacta, parecía que nunca me había ido. No sabía si entrar realmente tenía miedo de lo que podría despertar en mi mente si entraba allí pero... Extrañaba tanto a mi familia que cuando reaccione mi manos estaba en la perilla de la puerta.

Cerré los ojos y contuve la respiración. Abrí la puerta, di un paso dentro de la casa y abrí los ojos, deje salir el aire de mis pulmones y mis ojos automáticamente se llenaron de lágrimas que logré contener. 

Lo primero que vi fue la sala y la pared de las armas en mi casa, ese era el lugar favorito de mi hermano y de mi papá. Me senté en la sala y a mi cabeza llegaron recuerdos muy lindos todos juntos sentados allí, mis padres me hablaban de las misiones que tenían y mi hermano y yo estudiábamos para la escuela. 

Me levanté del sillón y llegué a la cocina, estaba como siempre porque a mamá nunca se le dio eso de cocinar, eso era más momento de hermanos. 

Pase a la habitación de mis padres y todo estaba perfectamente ordenado así como eran siempre, todo debía estar en su lugar o tendríamos una sanción pesada. En el cuarto de mi hermano reinaban las armas y en la cama estaba su espada... Esa era el arma en la que estaba especializado. La tomé en mis manos y sentí el metal helado, vi las runas de las hermanas de hierro y sin poder contenerme más abracé la base de la espada y lloré.

___: te extraño hermano. Espero que estés muy orgulloso de mi- sorprendentemente no estaba sollozando ya, solo caían mis lágrimas sobre la espada. 

Después de llorar un poco más comencé a ver la espada detenidamente y vi que mi hermano había grabado en ella nuestras iniciales. Me la llevaría no podía dejar esto aqui. 

Llegué a mi cuarto y allí todo se descontroló, todo estaba tirado por todos lados. 

Recuerdo que cuando ellos murieron después de unos días comencé con una frustración muy grande, caí en negación y me llene de íra aventando todo por todos lados. Después de ese ataque de ira fue cuando guarde algunas cosas y me fui. 

Me quedé sentada en la sala con la espada de mi hermano por unas horas y después me fui a la casa de los Lightwood.

Cuando estaba frente a la puerta sin llegar a tocar Isabel abrió la puerta y me vio aliviada por un segundo y después su mirada se convirtió en molestia.

Izzy: ¡Por el Ángel! ¿Dónde demonios estabas ____? 

___: con la inquisidora y después de eso fui... A mí casa 

Izzy: oh... Lo siento cariño. ¿Estás bien?

___: si Izz no te preocupes. De hecho traje algo de mi casa- le enseñé la espada de mi hermano- me lo llevaré como un recuerdo. Los había extrañado mucho Izz

Izzy: me alegra que hayas ido a tu casa, necesitabas esos momentos sola. Pero bueno ¿Qué fue lo que te dijo la inquisidora?

___: no quiero hablar de eso, mañana será un día muy interesante. 

Izzy: estoy segura de eso. ¿No estás nerviosa?

___:no te mentiría. Si estoy nerviosa pero tengo una razón más para dar todo y demostrar que merecemos ser Parabatai

Izzy: esa es la actitud. Ven. Te mostraré tú habitación, cuando vengamos a Idris si quieres quedarte con nosotros esta será tú habitación 

Llegamos a una puerta blanca de madera. Izzy abrió y entró primero. La cama era de color blanco perla y los muebles de color chocolate. Tesoro muy lindo, minimalista pero muy funcional. 

___: gracias Izzy por la generosidad. De todas maneras...

Izzy: ¿Que?

___: quiero arreglar la casa de mis padres. Al morir ellos y mi hermano pasa a ser mi casa pero todo está muy deteriorado y en malas condiciones. Cuando iba a irme tuve un ataque de ira y bueno la casa se llevó la peor parte. 

Izzy: y claro que voy a ayudarte. La moda y el estilo son lo mío.

___: jaja claro que sí. Y ahora que lo dices hasta podría pedirle ayuda y asesoramiento a Magnus. 

Izzy: jaja tu casa va a quedar presiosa.