Capítulo quince

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Desde esa noche en la que me dijo que se marchaba, no pude dormir. Los flashbacks me atacan sin poder controlarlos. No quiero comer, no quiero dormir... Solo la quiero a ella. Después de lo que me dijo, no puedo conformarme con ser su amigo, su confidente o lo que sea que seamos. Pero cuanto más crecen mis esperanzas, más crecen mis pesadillas y aumentan los ataques que me dan. Hasta Haymitch está preocupado por mí. Solo los veo a el y a Delly, que misteriosamente regresó el día en que Katniss se fue. Volvió para instalarse aquí y yo prometí darle trabajo en la panadería cuando estuviese terminada, pero si seguía en este estado catatónico ese proyecto no se terminaría nunca. Aurelius insiste en que debo ser paciente y tratar de volver a retomar mi vida, cumpliendo las promesas que le hice cuando me dio el alta, pero sin ella aquí nada tiene sentido. Ya mi boca no podía retener lo que sentía mi corazón, ella ya no se sentía avergonzada o apenada cuando le declaraba mi amor, por lo que decía lo que sentía sin pensar siquiera y no me importaba.

La cosa iba empeorando hasta que recibí ese llamado por la madrugada. Oirla, saber que piensa en mi y que me extraña, me dio ánimos... Pero solo estar con ella podría acabar con mis tormentos, porque lo que hace que me den los ataques es su ausencia y saber que con solo ver a Gale, puedo perderla para siempre. No puedo permitírmelo porque si la pierdo, me perderé para siempre. Tuvimos tan poco tiempo juntos para disfrutar de esto que le está pasando...

...****...

El viaje hasta el 2 se me pasó volando. Será que como pude dormir un poco, ni lo sentí. La estación era muy nueva y llena de negocios, no polvorienta y vieja como la nuestra, pero así y todo la del 12 tenía su encanto. No tardé en instalarme en uno de las hosterías del centro, por lo que luego de darle vueltas a la situación, me encaminé hacia la casa de Gale. Mamá hablaba seguido con Hazelle, por lo que me había conseguido la dirección y seguramente les había avisado de mi llegada.

Eran casi las 5 de la tarde cuando me encontraba frente a la casa de Gale. Sin dudarlo, toque el timbre y una sorprendida Posy me abrió la puerta, llamando a su mamá que vino casi corriendo desde la cocina.

-Pasa, Katniss. ¡Que alegría verte!-Me decía mientras me abrazaba.- Niños, bajen... No saben quien ha llegado.

Mientras los chicos me abrazaban y me tironeaban para llevarme al salón, Hazelle los convenció para que fuesen a hacer sus tareas, así más tarde tendrían tiempo para charlar conmigo.

-Katniss, no sabes la alegría que me da que hayas venido a visitarnos. Los chicos te extrañaban... Sobre todo Gale, aunque no quiera hablar de ello.-Decía mientras preparaba la cena.-Calculo que está por venir, va a ser muy bueno que puedan hablar.

-He venido a verlos, pero principalmente a hablar con Gale. Tenemos muchas cosas que aclarar y creo que ya es hora de sanar heridas para poder seguir hacia adelante.

-Esa es la idea hija mía. Poder sanar para seguir viviendo en paz e intentando ser feliz. Perdona que sea tan directa... Pero ¿Has venido a quedarte a su lado?

-Madre... Eso creo que debo preguntárselo yo ¿No crees?-Dijo Gale entrando a la cocina con una gran sonrisa.

-Hey, Catnip...-Y no pudo decir más porque corrí a abrazarlo. Al verlo me di cuenta de cuánto lo había extrañado.

Cenamos tranquilamente. Los chicos y Hazelle preguntaron por sus amigos del 12 y prometieron escribir cartas para que se las llevase. Les conté como había avanzado la construcción de la fábrica de medicamentos, el sembradío de frutas y verduras, los rebaños de animales y la reconstrucción del pueblo. Todos se veían muy contentos, menos Gale que estuvo en silencio mirándome fijamente toda velada. Cuando hubimos terminado de cenar, todos se fueron a dormir menos Hazelle, Gale y yo que nos quedamos conversando mientras ordenábamos la cocina. Finalmente me despedí y como no podía ser de otra manera, Gale se ofreció a acompañarme a la hostería en la que me iba a quedar.

-No hacía falta que te quedaras en una hostería. Podrías haberte quedado en casa.-Me reclamaba Gale.

-Gale, ¿Sabes cuál es el objetivo de esta visita? Hablar contigo y aclarar muchas cosas... Sanar heridas.-Me apresuré a contestarle.-No podía quedarme en tu casa sin haber hablado contigo primero, tienes que entender.

-Catnip, eso quiere decir que después de hablar contigo... ¿Podrías evaluar la posibilidad de quedarte aquí?

-No... Eso no quiere decir nada.-Le dije mirándolo a los ojos. Tenía que ser sincera o nunca se aclararían las cosas.- Mi visita va a ser corta. El martes a primera hora debo tomar el tren al Capitolio, asi que no tengo mucho tiempo. ¿Mañana podríamos hacernos tiempo para conversar?

- Si, por supuesto. Conversaremos mañana.-Me dijo seriamente.

Recorrimos el resto del camino en silencio y nos despedimos de una manera bastante impersonal, al llegar a la hostería. No sabía que pensar. Al verlo sentí unas ganas inmensas de abrazarlo y de solucionar de una vez todos nuestros temas pendientes. Necesitaba hacerlo porque necesitaba a Gale en mi vida y de eso no me cabía ninguna duda, lo que si debía descubrir era como iba a tenerlo o si estaba dispuesta a perder a Peeta para hacerlo. Pero después se me ocurrió que tal vez debía perder a Gale para poder refugiarme en los cálidos brazos de mi chico del pan, eso iba a ser duro pero no podía permitirme perder al panadero del districto 12... Lo necesitaba para seguir respirando, por eso estos días me había sentido tan falta de aire. Me dormí pensando en ojos azules, bocas perfectas muy bien cinceladas... Pero su perfume dulce y su aroma a pan recién hecho me protegieron de las pesadillas de esa noche.

...****...

Queridos lectores, ¿Que me dicen? ¿Por fin Katniss elegirá a Peeta o Gale la hará confundirse otra vez?

Espero que les guste la historia, para mi fue un placer escribirla y es un placer compartirla con ustedes. ¡Me encanta leer sus comentarios! Gracias Totales.

Cariños,

IM

La búsqueda del diente de leónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora