8.

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—Bueno, entonces..., nos vemos mañana—Despide Jackson—¿YoungJae, te llevo a casa?—El castaño no responde, pues cierto pelinegro interviene.

¡No!, yo lo llevaré—JaeBum se percata de lo desesperado que sonó, así que intenta arreglar sus palabras—E-es que le prometí a su mamá que yo mismo lo llevaría a casa y ya- ya sabes—Explica.

—Oh, bueno. De ser así entonces me voy con JinYoung y ya no doy tanta vuelta. ¿Vamos, JinYoung?—Pregunta y el mencionado asiente.

—Nos vemos luego—se despide de los dos chicos que iban a la dirección contraria.

—Hasta mañana—Ambos se despiden en el mismo momento.

Por último el chico de China camina a su amigo y lo toma por las mejillas.

—No dejes que las palabras de esa señora te afecten, ¿está bien?—Pregunta y YoungJae únicamente asiente, sin hacer contacto visual—Si quieres hablar sabes que me tienes, ¿de acuerdo?—Acaricia sus cabellos y mirándolo fijamente, intentando demostrar su apoyo (N/A: imaginar esto me derrite).

—Está bien, Jackson hyung—Responde.

—Te quiero—Murmura mientras de aleja. El menor se ve sonrojado y quiere esconderse.

¿Por qué su hyung era así?

—Sí. Eh, y-yo- yo también a ti—Dice entre dientes y Jackson sonríe más.

—¿También qué?—Alienta a que siga.
—T-también te quiero—Mira a su lado derecho, evitando la mirada de todos.

—¿mucho mucho?—Cuestiona.

—Sí, hyung—.

—¿Sí qué?—Arquea una de sus cejas.

—sí te quiero mucho mucho—Esas palabras salieron tan bajitas pero aún así Jackson casi chilla de la emoción.

—¿A que es una cosita bien dulce?—Juega con sus mejillas, interrogando a los dos azabaches, quienes asintieron y le dieron la razón sin pensarlo mucho.

—¡Yah, hyung!—Se intenta alejar el sonrojado YoungJae.

—Está bien, está bien. Nos vemos—Se despide y comienza a caminar con JinYoung en otra direccion.

—¿Nos vamos?—YoungJae gira y ve a JaeBum. Extrañamente sus mejillas se sonrojan más, siente calor y mucha mucha vergüenza.

—V-vamos—Acepta y comienzan a caminar en dirección a casa del castaño.

El camino es silencioso, la cabeza del pelinegro estaba en un debate. Quería saber si había algo entre YoungJae y Jackson, pero le parecía mal preguntarlo directamente. No quería incomodar a su menor y eso obviamente era justamente lo que haría si llegase a preguntar. Se mordió la lengua, no lo haría.

Por otro lado, el otro chico veía el paisaje; sol se ocultaba y YoungJae se dice que el tiempo pasó rapidísimo. Lo más seguro es que su tía ya no estuviera.

—¿Tu...?—Sale de sus pensamientos por la voz de su mayor, quien inmediatamente cierra la boca y el más bajo lo mira con las cejas fruncidas.

—¿Yo...?—Repite.

—Nada, no. Olvídalo—JaeBum se reprende por haber abierto la boca.

Choi no quita la mirada del mayor, pero ya no protesta y sigue caminando. Voltea nuevamente al frente, preguntándose si JaeBum realmente quería preguntarle algo.

Cuando menos se da cuenta, ya puede ver que faltan unas cinco casas para llegar a la de él, divaga en sus pensamientos sobre cosas triviales. El pelinegro también se percata de que ya casi están frente la casa del menor.

—¿Estás saliendo con Jackson?—Suelta sin trabarse, siendo rápido y seguro.

YoungJae gira rápido y ve que JaeBum realmente está dudando de si tiene algo con Jackson o no.

—¿Ah?, ¿qué?, ¡no, no!—Comienza a negar rápido y un poco desesperado, se detiene –y no tiene nada qué ver con que están ya fuera de su casa–.

—Oh- bueno. Es que él es un poco...—Busca la palabra adecuada—Ya sabes...—Intenta hacerlo entender.

—Sí, es muy meloso—Ríe con nervios—Él es así. Pero es mi amigo solamente, JaeBum hyung. Él es como un hermano para mí. Eso- eso sería incesto—Explica.

—Entiendo, YoungJae—Ríe un poco nervioso.

—Debo entrar, ¿Quiere entrar?—Señala su casa y el pelinegro lo mira.

—No, ya tengo qué ir a casa—niega.

—Bueno, entonces- gracias por traerme, vaya con cuidado—Pide, se gira cuando el chico le da un asentimiento, pero su muñeca es apresada por una mano. Se gira, mirando primero el agarre y luego los ojos de su mayor.

—YoungJae, yo- escucha, sé que no nos conocemos desde hace un montón de tiempo. Pero realmente quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que sea—Lentamente el agarre se hace más flojo—y quería decirte que si te sientes mal o algo sucede puedes venir a mí. No importa la hora, ni el día. Tú incluso puedes llamarme—El más bajo mira sin entender, pues él no...—Yo- anoté mi número en tu teléfono cuando te lo pedí para mirar la hora—Explica.

—E-está bien, hyung. Gracias—Articula con voz bajita cuando lo suelta.

El azabache le regala una sonrisa.

—No es nada—Acaricia sus cabellos, causando que las mejillas del contrario de tornaran rosadas. Quita su mano y ambos dan un paso hacia atrás—Te veo mañana—Se despide.

—Hasta mañana—Concuerda y se despide, caminando hacia la puerta y entrando a su casa.

Su corazón no dejaba de latir rápidamente, estaba confundido. Mira su muñeca y pone su mano en ella.

Pero no era el único con esa reacción.

Del otro lado un chico pelinegro miraba su mano derecha, su corazón latiendo con rapidez.

JaeBum también estaba confundido.

Ambos se hacían la misma pregunta: ¿Qué había sido eso?

Por un consejo [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora