Por un consejo [2Jae]

16. Rosa

—Salimos en diez minutos, amor. Deberías ir vistiéndote, ¿no?—Su madre le presiona y él niega.

—No, esperaré a JaeBum hyung, lo invité.

—Oh, qué bueno. Así no estás aburrido, ¿entonces él pasa por ti?

—Sí, él pasa por mí y nos vamos a casa de la abuela, estoy allá como a las siete de la noche, más o menos.

—Está bien. Tienen mucho cuidando, ¿Sí?

—Sí, mamá.

La mujer toma las mejillas de su hijo y le planta un beso en la frente cuando hace que se incline al frente.

—Te amo, te veo allá.

—También te amo.

Y la ve marcharse mientras se despiden con movimientos de mano.

Suspira y sube a la habitación para elegir su ropa, quería verse bien en esa reunión.

Unas dos horas después cuando ya está completamente listo, el timbre suena y él corre para abrir. En cuanto ve al mayor frente a él, sus ojos se agrandan y da un ligero paso hacia atrás. 

¿Qué?

—Hyung, ¿Qué se hizo?—Su cara de espanto hace que JaeBum pase las manos por su cabello y alce una de sus cejas.

—¿Tan mal se me ve?

—¡No! No, no. Joder que no. Se le ve demasiado bien, bastante bastante bien—Por segundos se pierde en el cabello del chico, pues jamás se imaginó que lo teñiría de rosa.

Una risa y luego pasa la mano frente al rostro del más bajo.

—¿Nos vamos?

—¿Uh? Ah, sí. Vamos.

(...)

Cuando YoungJae hace pasar a JaeBum, todas las miradas de sus familiares van al extravagante tono del cabello. La abuela es la primera en saludar al joven, tomándolo por los hombros y besando su mejilla con cariño. Ya lo sentía como parte de su familia.

—Cariño, no sé quién te dijo que el rosa era una buena idea, pero dale las gracias de mi parte. Te ves guapísimo. Y mi solecito no se queda atrás, te ves precioso con el rojo, mi amor.

Pellizca las mejillas del menor y sólo logra sonrojarle.

Ambos agradecen los cumplidos, pues es lo único que reciben. Salvo por el primo de YoungJae y su tía; que se mantuvieron con la boca cerrada.

Horas de convivencia. Todos un poco desconcertados por la cercanía de la abuela con JaeBum.

—Jae, voy al baño—Interrumpe el mayor cuando lo ve hablando con su prima.

—Está bien, hyung. Aquí voy a estar.

Y dando un asentimiento, sube a la planta alta, donde había visto al primo de YoungJae subir.

No hay nadie en la planta alta, por lo que pronuncia su nombre alto y claro.

—YoonSun, espera un momento.

El chico de su misma edad se detiene y se gira. Era unos diez centímetros más alto que JaeBum, pero no le preocupaba en lo absoluto.

—¿Qué necesitas?

—No quiero que vuelvas a hacerle alguna burla o comentario a YoungJae.

—¿Vienes a defender a tu noviecita?

Una sonrisa torcida en cuanto escucha ese comentario y mirándolo sobre sus pestañas. Lo empuja fuertemente contra la pared del pasillo.

—No me estás entendiendo—Sisea, empuñando la camisa agena en sus manos.

—No me toques.

—No, escucha. Voy a romper tu maldita cara si sigues con tu mierda. Y créeme que no lo quieres. A YoungJae no le gustan los problemas y no quiere estar mal con su familia, pero yo no tengo nada qué perder. No me gustan las basuras como tú, ¿Fui claro?—No responde y por ello sigue—¿No te vas a burlar de mí?, ¿No te vas a burlar de mi cabello?—Ríe con carencia de humor cuando pasan segundos y no tiene respuesta todavía, sonriendo de lado después—Eso creí.

Furia es lo que hay en la mirada de YoonSun, pero se limita a empujar a JaeBum y encerrarse detrás de alguna puerta. 

No era tan tonto.

O eso quería creer.

❤

Ahora...
Para que se desmayen;

¿Ya reaccionaron?

Para que se desmayen otra vez:

Voy a escribir algo donde el tema principal sea el cabello rosa de JaeBum, lo juro.