Por un consejo [2Jae]

20.

Los días pasan rápido, el tema del beso no fue hablado, pero sí bien recordado. Ambos chicos estaban confundidos. Ni YoungJae ni JaeBum se habían sentido atraídos hacia algún chico antes. JaeBum respetaba todo eso y apoyaba, pero nunca le había sucedido y por eso no se sentía desagradable sólo confuso. Y YoungJae, por otro lado, está muy nervioso, ¿qué hará si JaeBum le gusta?, ¿Y si él le gusta a JaeBum? De por sí su tía ya lo jodía por creer que es gay, imaginaba si lo fuera.

Choi deja de divagar y decide concentrarse en su tarea. Tan enfocado se encuentra que cuando su madre entra a su habitación ni siquiera se da cuenta.

—Cariño, JaeBum está fuera, pregunta por ti, ¿Quieres que le diga que estás dormido?—Pregunta la mujer detrás de él, acariciando el hombro de su hijo.

—Es la primera vez que me preguntas antes de dejarlo entrar—YoungJae nota mientras dirige la mirada a la mujer detrás de él, desconcertado.

—Cariño, soy tu madre. Y una que te pone atención hasta en cómo mueves el tenedor, me atrevo a decir que te conozco mejor que tú mismo. Y por eso noté que hay algo de tensión entre tú y él. No voy a sacarte las palabras, pero considero que si no estás cómodo debería consultarlo contigo antes de dejarlo pasar; y decirte que me puedes contar lo que sea y no serás juzgado en lo más mínimo. Aunque quizá sí regañado si hiciste algo malo.

—Gracias, mamá—Dice, sonriendo débilmente.

—¿Lo dejo entrar?—Pregunta con calma.

—Sí, pero antes necesito hacerte una pregunta.

—La que quieras, mi cielo.

—Cuando no estabas en casa, no sé cómo sucedió, pero él y yo nos besamos, y enotonces llegaste y ya no hablamos más del beso—Su madre lo mira con atención y ligeramente sorprendida—El problema es que...—Mira hacia otro lado—El beso no me desagradó...

—¿Y por qué es ese un problema?

—Porque es un chico.

—¿Ese es el problema?

—Sí. No, bueno.

—Nadie elige de quién gustar. Y gustar de un chico no es un problema, el problema es que piensen que no puedes gustar de un chico si tú eres un chico.

—Además no estoy seguro de que me guste, ¿Cómo hago para saber si me gusta?

—¿Lo miras diferente a los demás?

—N-no lo sé...

—Entonces bésalo de nuevo—Su madre alza los hombros—Y esta vez prometo no interrumpir.

La mujer ríe por la reacción de YoungJae; luciendo tan perdido.

—Mamá, no...

—Pregúntate qué es más fácil para ti, enfrentarlo y hablarlo cara a cara o simplemente repetirlo para confirmarlo—Da un paso hacia atrás y camina para salir de la habitación—Pero eso sí, tienes qué saber que él también lo quiera.

Y cierra la puerta. YoungJae cierra sus libros y cuadernos mientras escucha el ruido en la parte baja de su casa, cuando los pasos de JaeBum se hacen más cercanos las palabras de su progenitora se repiten en su mente.

—¿Cómo sabré si él también...

—Hola, Jae—El mayor abre la puerta de golpe—¿Terminaste la tarea?

—Sí, estaba adelantando algunas cosas.

—¿Interrumpo?—Cuestiona mientras se sienta en la cama.

YoungJae camina hasta él y se sienta a su lado, negando.

—Para nada, hyung.

El silencio se apodera de la habitación.

La realidad es que JaeBum tomó la decisión de ir a casa de YoungJae únicamente para también encontrar la forma de cómo confirmar que le gustaba y cuando dirige la mirada al castaño y lo encuentra con la mirada perdida en la puerta de su habitación solamente puede sentir cómo todo se va a la mierda, porque sabe que pensar que es terriblemente bonito y que quiere besarlo de nuevo hasta que los labios se cansen no es algo que pensaría sobre algún amigo.

—Hyung...—Se gira y lo mira sin saber cómo pedir lo que su cabeza está queriendo hacer.

—¿Sí?—.

—Yo...

—Tú...—Anima JaeBum cuando nota la tardanza y timidez de YoungJae.

Espera algo, pero no recibe palabras, solamente la mirada del menor clavada en sus labios y, cuando ve cómo frunce los propios y después lo mira a los ojos, algo conecta dentro de su cabeza. Cada vez más cercanía.

—¿Podría...

Está muy cerca y es evidente lo que quiere, así que JaeBum asiente sin siquiera dejarlo terminar.

—Puedes.

Y es suficiente para que YoungJae rompa la poca distancia y junte sus labios en un inexperto y tímido beso.

Un beso más, aunque con la simple presencia del otro ya se habían dado cuenta de sus propios sentimientos.

"Claro que me gusta."