Cayendo en la tentación [Libro 1 Trilogía Cayendo]

Capítulo 21

Serena

Coloco un simple vestido en mi cuerpo y recojo mi pelo en una cola de caballo, lista para dar un pequeño paseo y despejar mi mente. Casi no pude pegar ojo en toda la noche. Mi cabeza no dejaba de recordarme todo lo sucedido, de como estuve a punto de volver a caer.

Camino por el largo pasillo del vestíbulo del hotel, cuando lo veo. Azael con unas gafas de sol puestas y tirando de una pequeña maleta. Intento mantenerme oculta mientras lo sigo desde la distancia.

Puedo ver como hace una señal para llamar a uno de los taxis aparcados fuera y como posteriormente se adentra en el interior del asiento trasero mientras que el conductor introduce su maleta en el maletero.

Se va. Pero sin mi madre. Quizás piensa que en algún momento yo decida volver con el, pero se equivoca, eso no puede ser posible. He arriesgado demasiado por caer entre sus brazos, entre ello la relación con mi madre, ahora no pienso meterme en medio de esto, y menos cuando viene una pequeña criatura al mundo. Ese bebé no tiene la culpa de nada, y no se merece que sus padres estén separados por culpa de su medio hermana.

Froto mi cara múltiples veces, frustrada por esta situación que me rodea. ¿Por qué Azael? ¿Por qué? No entiendo en que momento tuvo que pasar todo esto, quizás si el me hubiese ignorado ninguno de los dos habríamos probado el maravilloso sabor de nuestro deseo consumado. Quizás ahora no estaría aquí, deseando desaparecer.

Lo peor de todo es que ayer estuve a punto de decirle que si, de aventurarme a dejarlo todo atrás y estar con el, luchar por aquello que yo tanto deseaba. Pero entonces la realidad tuvo que golpearme de nuevo y mostrarme que las cosas no son así de fáciles, que el amor duele, y que cuando te metes en medio de una relación, lo más probable es que acabes siendo lastimada.

Ahora menos que nunca puedo acercarme a él, debo de mantener las distancias por su hijo y por mi madre. Ella no se merece que le vuelva a hacer daño, y menos después de demostrarme lo buena madre que es al perdonarme.

Flashback

Quiero tirarlo todo contra el suelo, romperlo todo. Mi madre, embarazada de él. Y luego pretendía regalarme los oídos diciéndome que solo piensa en mi, que sólo quiere estar conmigo... Y se acostaba con mi madre mientras tanto.

No puedo creer que esto esté pasando, ahora si que si lo nuestro es imposible, por dios, hay un bebé de por medio Serena, y te ibas a volver a meter con el, como una tonta. Seguro que planeaba llevarte lejos para que no supieras la verdad.

El sonido de la puerta detiene mis pensamientos. Limpio mis lágrimas con las manos y camino hacia  esta.

Cuando abro la puerta me encuentro con mi madre, al principio su cara me refleja molestia, pero poco después se relaja y deja mostrar su preocupación.

-Hija mía, no sabes cuanto me dueles que descubrieses de esta forma esto, pero en cierto modo no se compara a lo que sentí yo cuando descubrí la verdad, ¿puedo?- hace una seña indicándome de si puede pasar al interior, y yo asiento mientras me aparto de la puerta.

La figura despampanante de mi madre camina hasta una de las pequeñas y blancas butacas de la habitación, mientras yo cierro la puerta.

-Ven hija, necesitamos hablar.

Camino avergonzada hasta junto suya y esta toma mis manos. Su rostro me mira con pena, pero en cierto modo, hay algo en su actitud que no me termina de cuadrar.

-¿Cómo te enteraste de lo de Azael y mío?- le pregunto de forma baja.

Pero la ceja alzada de mi madre y como suelta mis manos me demuestra que me ha oído. Observa sus uñas y luego, tras pasar unos minutos, decide volver a mirarme para contestarme.