Capítulo 23

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Azael echa un pequeño suspiro y agarra mis manos de forma delicada. Quizás hace unos días me apartaría, y me iría sin ni si quiera escucharlo, pero una parte de mi me dice que confíe en el y que lo haga, que lo escuche.

-Si que me acosté con tu madre- trago saliva profundamente- pero no cuando me di cuenta que estaba sintiendo cosas por ti, y eso fue ya hace mucho. Y cuando lo hacía me cuidaba.

Lo miro confundida y el acaricia la palma de mi mano, la cual no deja de temblar.

-Tu madre no está embarazada Serena. Cuando te fuiste y nos dejaste a solas la enfrenté, y aunque al principio intentó mantener su postura y seguir con la farsa, después acabó diciendo la verdad. Lo que te enseñó era falso, bueno era un documento auténtico pero falsificado, pagó a gente para que lo hiciese.

Pequeñas lágrimas comienzan a caer por mi rostro, y la mano de Azael se encarga de atraparlas.

-¿Pero por qué? ¿Por qué mentirme así?

-Porque tu madre perdió la cabeza Serena, cuando hablaba con ella lo confirmé, sus ojos, no eran los mismos que vi el día que la conocí, estaban cargados de odio y resentimiento hacia los dos. Le dije que no entendía como podía hacerte esto, pero su respuesta fue sencilla, si ella no es feliz no lo es nadie, ni si quiera su propia hija.

Me levanto de la cama y camino hasta una pared sobre la que apoyo mi mano y comienzo a llorar, comienzo a llorar fuerte por el dolor que siento al ver como mi madre me manipuló así. Jugó de tal forma con mis sentimientos que me lo creí todo, me vió destrozada y con el corazón roto, pero aún así seguía con el juego.

Me giro y veo que Azael esta muy cerca de mi, dudando entre si tocarme y calmarme o no.

-¿Por qué te callaste?- pregunto con la voz completamente rota.

-Porque ella me dijo que siempre la creerías a ella, porque es tu madre, y entonces me di cuenta de..., de que te perdí Serena, que no tenía sentido seguir luchando por ti, porque sería imposible.

Lo miro a los ojos y a diferencia de los de mi madre veo los mismos ojos que vi al principio, cuando lo conocí. Las palabras de Azael junto con su actitud me transmiten confianza, haciendo así que gran parte de mi lo crea, aunque una pequeña parte sigue deseando que lo que dice no sea así.

-Todo esto es nuestra culpa, hicimos que una persona maravillosa acabase por convertirse en alguien cruel, sin escrúpulos.

-Quizás siempre fue así Serena, pero la situación nos hizo ver su verdadero rostro.

Niego con la cabeza.

-Nunca fue así Azael, y te pido que no vuelvas a decir eso.

-Lo siento.

Hago un gesto con la mano como para quitarle importancia. Azael no deja de mirarme y yo a él. Entonces, si lo que dice Azael es cierto, ¿dónde nos deja esta situación?

-¿Me crees Serena?-pregunta temeroso.

Dudo en contestarle, no se si hacerlo, entonces hago otra cosa, algo que deseaba hacer desde que empezó a hablar, lo abrazo. Lo abrazo fuerte y entonces lo confirmo, confirmo que Azael no me puede estar mintiendo, porque su abrazo también es sincero, real, no como el que me di con mi madre.

Todo empieza a cuadrar en mi mente, gestos, actos, actitudes, la versión de Azael tiene muchísima más lógica que lo que dijo mi madre, todo cuadra.

-¿De verdad querías dejarlo todo para estar conmigo?

Azael se separa de mi y mira mis ojos detenidamente.

Cayendo en la tentación [Libro 1 Trilogía Cayendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora