Serena
Sus palabras hacen eco en mi mente y no puedo evitar sentir algo, una especie de remolino en mi interior que me pone nerviosa a la vez que me provoca la necesidad de sonreír, saltar, gritar. Joder, nunca un hombre me ha dicho unas palabras tan preciosas, y creo que en cierto modo eso ayuda a que esto me afecte de esta forma.
Nos miramos, ambos nos miramos y no apartamos la vista, creo que buscamos en todo momento buscar una reacción, una respuesta.
-Siento haber tardado, había una cola tremenda- interrumpe mi madre.
Desvío la vista hacia ella y esta me sonríe antes de pasar su brazo alrededor de el de Azael. Este parece percatarse así de su presencia y la mira para posteriormente dedicarle una de sus tantas sonrisas, una sonrisa realmente preciosa.
-No pasa nada cielo- dice antes de dejar un pequeño beso sobre su frente.
El gesto es cálido y tierno, lo que me provoca una sensación de envidia terrible, y me molesta sentir envidia de una de las personas a la que más amo en este mundo, mi madre.
-¿Has visto a Isaac?- pregunto.
Realmente necesito una distracción, y Isaac ha sido una distracción maravillosa en lo que llevo de noche. Gracias a él he podido ignorar el hecho de que mi madre y su esposo lucen realmente hermosos juntos, que él la observa con unos ojos llenos de amor y admiración, todos sus gestos, sus detalles..., algo que yo claramente nunca voy a conseguir.
Joder, pues claro que no lo voy a conseguir, es el marido de mi madre y nunca me metería en medio. ¿Pero a qué vinieron esas palabras? Pufff, a quién pretendo engañar, tan sólo eran palabras de cariño, seguramente serían las míticas palabras que diría cualquier persona sobre otra..., además Isaac me dijo anteriormente como Azael se estaba comportando de una forma padre sobreproctetor.
Joder cuando dijo esas palabras un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sería espeluznante.
-¿Me escuchas Serena?- dice mi madre sacándome así de este hilo de pensamientos.
-Lo siento, pensaba en otras cosas...- digo mientras miro de reojo a Azael, quien mueve su corbata nervioso.
-Te decía que ya tendrás tiempo para estar con Isaac, antes queremos presentarte a unos cuántos socios de Azael, además de que debemos de sacarnos un par de fotos familiares
Asiento no muy convencida y los sigo de cerca mientras se acercan a diferentes personas y me presentan.
Me siento en la enorme fuente que adorna el jardín trasero y me quito las sandalias de tacón que parecen hacerme sufrir toda la noche. Apoyo los pies en la mojada hierba y no puedo evitar poner los ojos en blanco del placer mientras un pequeño gemido se escapa de mi interior.
-A eso lo llamo yo un buen orgasmo
Chillo cuando escucho la voz y doy un pequeño saltito. Menos mal que esta noche apenas bebí y tengo un excelente equilibrio, evitando así que termine empapada y dentro de la fuente.
-Me asustaste Isaac...- llevo una mano a mi pecho y trato de regular el ritmo de mi corazón.
-Lo siento, no era mi intención, es que te vi aquí y decidí acercarme, te perdí de vista...- coloca las manos en su pantalón de traje y me observa con esos hermosos ojos azules.
-Verás mi madre se ha puesto bastante terca con eso de presentarme a socios y sacarnos fotos "familiares"- digo haciendo las comillas con mis dedos.
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Cayendo en la tentación [Libro 1 Trilogía Cayendo]
Romansa1º Libro de la Trilogía Cayendo. Los libros de la trilogía no guardan ninguna relación por lo que no existe ningún tipo de orden. 2º Libro de la Trilogía Cayendo: Cayendo por Giulia Su mirada, su boca, su cuerpo, todo en el llama mi atención. Mi co...