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(Iba a dejar link de una playlist, pero les dejo la música a su criterio)😏😏😏


–Buenos días, graduada. –Murmuró Alex besando el lado de mi cuello descubierto de cabello rojizo– El desayuno está listo, ¿vienes? –Preguntó sentándose en la cama, haciendo que el colchón se hundiera.

–Hmmm.... –Me quejé abriendo los ojos lentamente– ¿Qué hora es?

–La hora que levantes el trasero de la cama y comas algo antes que tu hígado explote junto al mío. –Dijo palmeando levemente mi cadera por arriba del edredón de su cama.

Me llevó unos segundos reincorporarme pero, cuando lo hice, un horrible mareo golpeó mi cabeza más fuerte que bate de baseball.

–Oh, Dios. –Mascullé cubriéndome los ojos en un intento de evitar ver la habitación girar hacia todos lados en lo que oía los pasos de Alex resonar por las escaleras hasta llegar a mí.

– ¿Qué pasó? ¿Estás bien? –Preguntó como un desesperado, lastimando a mis oídos que emitían un pitido horrible – ¿Ells?

–Shh, deja de gritar. –Chillé sintiendo como mi voz se quebraba.

–Creí que ibas a vomitar o algo. –Suspiró sonando más calmado– Sujétate de mi cuello, te llevaré a la cocina. –Informó destapándome para poder tomar mis piernas y espalda, cargándome como un saco de papas, inerte y dormida, hasta llegar a la cocina y sentarme en una de las sillas con almohadón en lo que él reía.

– ¿De qué te ríes? –Cuestioné abriendo un solo ojo.

–Te encuentras mucho mejor que yo. –Rió soltando una carcajada– Cuando desperté, no podía encontrar le baño.

–No es cierto. –Dije golpeando la palma de mi mano contra la mesa al mismo tiempo que me dejaba llevar por el sonido de su risa– ¡Alex! –Exclamé observando cómo se tomaba de la panza ante lo gracioso que le parecía.

–Al menos ya sabemos qué tipo de bebidas tachar de la lista.

– ¿Champagne? De acuerdo. ¿Vino? Ni lo sueñes. –Enumeré señalándolo con el dedo acusador.

Luego de desayunar y cambiarnos de ropa, hablamos en su terraza y luego regresamos a la cama de Alex, mirando el techo toda la tarde, acurrucándonos y compartiendo una que otra caricia, pero sin decir palabra alguna.

– ¿Sigues despierta? –Siseó girando su cabeza hacia la izquierda para encontrarse con mi perfil. Ambos estábamos haciendo contacto con los brazos, nuestros codos eran lo que hacía que mi cuerpo ardiera.

– ¿Por? –Pregunté mirándolo.

– ¿Te importa si tomo algunas fotos? –Inquirió sonriendo mientras que yo elevaba los hombros– Gracias. –Dijo besando mi frente antes de salir corriendo por la puerta y regresar con la misma cámara que llevó a la playa.

Comenzó tomándome fotos en la cama, luego me prestó uno de sus suéteres color blanco, dejándome su camiseta debajo y nada más que la ropa interior, y pidió que fuera yo misma. ¿Cómo rayos haría eso con Alex acercando su cámara en mi rostro todo el tiempo? Era odioso cuando se dedicaba a acomodar mi cabello hacia todos lados, enredando su mano y agitándolo para su retrato.

–Alex. –Protesté suspirando para alejar mechones de pelo en mi rostro. Admito que la luz en su habitación era perfecta para tomar fotografías, pero no en exceso. –Ya, mi turno. –Hablé quitándole la cámara, alejándome un poco para capturar su rostro y cuerpo cubierto de tatuajes– Cambia el rostro, sonríe un poco.

–Hazme reír entonces. –Respondió elevando las cejas al mismo tiempo que llevaba mi mano hacia uno de sus costados– Cosquillas, típico fail.

Writing ProcessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora