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Había pasado un mes desde la última vez que derramé una lágrima o no pude dormir, estuve demasiado tiempo concentrada en el trabajo que apenas tenía un minuto para despejarme aunque no me importaba demasiado.

Jamás había estado tantos días encerrada en mi departamento, siendo la ventana abierta el único contacto con el exterior que tenía o las visitas de mi tía y Nate de vez en cuando, intentando aflojar el corazón de piedra que se me había formado, creyendo que necesitaba pedir algún tipo de ayuda o simplemente hablar con ellos para sentirme mejor. Pero no necesitaba eso, necesitaba dejar que el tiempo decidiera qué hacer conmigo, si esperar a que alguien nuevo llegue a mi vida o continuar con la mente en el trabajo y nada más.

El timbre sonó y me acerqué al teléfono para contestar.

– ¿Hola? –Pregunté sirviéndome café en mi taza favorita.

– ¿Señorita Hext? –Habló un hombre con voz ronca– Soy del correo, hay una entrega a su nombre y requiero de su firma para poder dejarla.

–Enseguida bajo. –Dije tomando el ascensor hasta llegar a la planta baja para encontrarme con un señor de unos cuarenta años cargando una caja mediana con mi nombre escrito en ella con tintura negra –Buenos días. –Sonreí tomando los papeles que tendió en mi dirección para firmarlos y recibir el paquete.

–Que lo disfrute. –Saludó volteando en dirección a su camioneta azul en lo que yo regresaba a mi apartamento y cerraba la puerta con el pie.

Caminé hacia la cocina tomando asiento mientras analizaba la misteriosa caja frente a mí, pensando en si debía abrirla o no, a la vez que leía la etiqueta de envío que permanecía anónima. Fruncí el ceño y clavé la tijera justo en medio de la cinta adhesiva, ayudando con mis manos a removerla hasta que las solapas quedaron entreabiertas frente a mí.

Inhalé profundamente y, mientras dejaba ir el suspiro, abrí la caja, encontrándome con papeles de burbuja que explotaría luego, apartándolos hasta ver lo increíble. El álbum de Alex. Sonreí irónicamente al mismo tiempo que lo tomaba entre mis manos y leía el título del mismo, "the dark side of the rose". El lado oscuro de la rosa, ¿qué rayos significaba eso?

Analicé atentamente la portada del mismo, Alex cubriéndose el rostro mientras que su cabeza se encontraba gacha, dejándome ver el tatuaje de la rosa claramente. Impaciente, abrí el sobre de plástico en el que venia envuelto y lo abrí, encontrándome con una de mis fotos. Mis labios se entreabrieron levemente al mismo tiempo que mi pulso se aceleraba y no podía creer lo que estaba viendo. Era mi rostro, mi rostro en el álbum de Alex. Tomé el pequeño librito que se encuentra dentro con las letras de las canciones y más fotografías aparecieron. Sólo se veía la mitad de mi rostro, mis labios o mi cabello en aquellos marcos de foto polaroid. Dejé el cd a un lado y observé el interior de la caja, donde otra caja pequeña con mi nombre escrito con la letra de Alex llamaba mi atención aún más, aunque me hizo preocupar. ¿Me había enviado esto sólo a mí o a todos los que hayan ordenador su álbum? Despegué la tira de la cinta para tener acceso al interior del cofre y hallar más fotografías.

Eran todas las que Alex me había tomado desde que nos conocimos sólo que éstas tenían un pequeño marco blanco alrededor, haciendo que lucieran más tiernas. Sonreí al observar como había capturado mi cabello en el viento, en las sabanas blancas y aquel día en el parque cuando el sol hacía que luciera aún más rojo de lo que era. También estaban las que me tomó con su suéter en su habitación, algunas de su celular cuando pedimos vino hasta llegar a la última. Una toma perfecta de su enorme rosa en blanco y negro junto a la mía de color me quitó el aire. Jamás había visto una toma tan perfecta como esta, haciendo que ambos tatuajes se lucieran de manera única, resaltando las espinas y los detalles de cada uno.
Recorrí página por página su libro con letras e imágenes, apreciando aquellas que eran de él en el estudio tocando el piano, la guitarra o escribiendo, recordando cómo se sentía haber estado frente a él cuando hacía lo que amaba y podías verlo en su rostro.

Alex llamó todos los días en cada momento del día sin darse por vencido jamás, esperando a que una noche respondiera sus llamados desesperados y, por más que estuviera muriendo por oír su voz o él la mía, no lo hice. Observé el celular vibrar hasta el cansancio, dudando si debía atender y escuchar lo que tenía para decirme o dejarlo ir.

No creí que haría esto, pero me dirigí hacia mi habitación, tomé mi computadora e ingresé el cd en la misma, presionando el botón de play, permitiéndole a Alex un rato de mi tiempo para oír en lo que había estado trabajando gracias a mí, si no es que cada canción es un insulto o sobre alguien más luego de lo ocurrido.

Una melodía lenta interpretadapor una guitarra comenzó a sonar, creando un ambiente calmo en mi cuarto, hastaque su voz resonó en todo el lugar causándome escalofríos de lo grave quesonaba. Comienza a cantar de una vez Alex y déjame sufrir en silencio.     


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Me tomé unas horas para crear la portada del álbum aunque se me hizo algo difícil porque no tengo el tatuaje de Harry en vivo y en directo para sacarle una foto... así que hice lo que pude y diseñé esto :)

 así que hice lo que pude y diseñé esto :)

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