Capítulo tres: Celos y primeras citas

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—Por supuesto que no irás.- Gruñó Rachel.—¡Es un senior!

—Cristo Rachel, no lo crucifiques sin conocerlo.- rodé los ojos.—Quizá él no sea un gilipollas.

—Quizá lo sea para que no le prestes atención.

—¿Celosa de que un senior me invitó a salir?.- Sabía que no, pero quería molestarla un poco.

—Sabes que no va por ahí.- Frunció el ceño- Por favor, con todos menos con él. Emma, hazme caso, por una vez en la vida.

—Te hago caso siempre.

Me miré en el espejo, había hecho una gran elección con el vestido, no era muy elegante pero tampoco era de esos que se usaban de día. Apliqué un poco de lápiz labial y acomodé un poco mi loco y rizado cabello. Definitivamente estaba mejor que esta mañana.

—Toc, toc.- Dijo alguien en la puerta. Se abrió dos segundos después mostrando a Dylan del otro lado.—Buenas, señoritas.

—No me digas señorita, idiota.

Rachel le lanzó una almohada y el la esquivo para luego reírse.

—¿Y a ti que te pasa?

—Solo está enojada porque voy a salir con Scott.- Contesté.

Giré sobre mis talones y lo vi a la cara. Él al igual que Rachel tenía el ceño fruncido.

—¿Quién es Scott?.- Cuestionó y sentí una pequeña oleada de mariposas en mi estómago ¿Dylan estaba celoso?

—Sólo es un chico que conocí anoche en un bar.- Contesté.- Es un senior, por eso la paranoia de Rachel.

—¿Vas a salir con uno de último año?

—¿Tiene algo de malo?

—Aparte de que es mayor y es senior, no claro que no.- Su sarcasmo era más que evidente.—Va a joderte Emma.

—Hace un año nadie lo hace.- Contesté sin pensar.

Dylan se quedó helado por un momento. Mi corazón comenzó a latir más rápido. Noté como Rachel abrió los ojos como platos y le miró a la cara.

—Como sea, somos dos contra uno. No vas y punto.- Él se cruzó de brazos.

—Tranquilo papá.- Dije divertida.- No va a pasar nada malo.

Ambos rodaron los ojos y comenzaron con una nueva rutina de "No saldrás con Scott". Yo solo asentía, me reía y llevaba la contraria a todo hasta que dieron las 8 y me tocó irme.

Le dije a Scott que no quería que me recogiera, la verdad es que temía que se encontrara con Rachel-odio-al-senior Cohen. A esa chica la amo, en serio, pero hay veces que se excede en cuidarme. Solo voy a cenar con Scott, nada más. No es que termináramos siendo novios o se metiera en mis bragas, eso definitivamente no iba a pasar.

El taxi me dejó frente al Thirsty bear, era el bar-restaurante favorito de papá en todo San Francisco, he venido unas cuantas veces con el y lo he detestado, siempre hay mucha gente, mucho ruido y las mesas son muy pequeñas, sin contar que todas están demasiado unidas para mi gusto.

En la escuela cuando intercambiábamos números telefónicos y nos poníamos de acuerdo, siquiera sé porque le dije que estaba bien el lugar. En serio lo detesto. Entré e inmediatamente las risas de escucharon por doquier, el lugar no estaba lleno pero había bastante ruido. Caminé alrededor unos segundos, no había señales de Scott, estuve tentada a llamarle pero desistí al verle sentado en una mesa al fondo, solo habían tres mesas ocupadas al alrededor suyo y no más importante, no había ruido. No lo suficiente para que me moleste.

Don't You Remember?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora