Capítulo veinticuatro: Nuevos Comienzos

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7 años más tarde.

Dylan's point of view/ Punto de vista de Dylan

-Quiero casarme con ella.

-¿Qué?

-Quiero casarme con ella.- repitió con una sonrisa en su cara.

-Amigo, ¿Estás seguro de eso?.- le di un sorbo a la cerveza para poder procesar lo que él me estaba diciendo.

-Hemos estado juntos como por 9 años ¿No crees que ya es hora?.- él estaba sonriendo como idiota. -Es cierto que tuvimos nuestras altas y bajas pero míranos aquí, si pudimos con las estupideces de adolescentes podemos con cualquier cosa.

Le sonreí. -Bueno, eso es cierto. Rachel y tú peleaban como locos y al final encontraban siempre el camino.

-¿Entonces me apoyas en esto?

-Al cien por ciento.- levante mi botella y la choqué con la suya.

-Pero no puedes decirle a Emma.

Estaba a punto de darle un trago, pero me detuve al escuchar eso.

-¿Por qué no? Ella podría ayudarte a planear algo cursi y bonito como les encanta a las chicas.

-No Dylan, quisiera planearlo yo mismo, sin ayuda. Quiero que sea algo especial.

-¿Por qué hablas como niña? ¿Pasar el tiempo con las chicas te ha encogido los huevos?

Su mano golpeó mi cabeza haciéndome reír y quejarme al mismo tiempo.

-Idiota.- murmuró. -Solo quiero hacer algo por mí mismo, algo que le demuestre que enserio la amo y que puedo llegar hacer este tipo de cursilerías por ella ¿Entiendes?

-Oh claro, por supuesto que entiendo.- contesté divertido. -Entiendo que te estás volviendo gay.

Me eché a reír y él por igual.

-Sabía que no debía contarte. Hace que todo parezca una broma.- aun sonreía.

-Lo siento hermano, es que no estoy acostumbrado aun a hablar de estas cosas. Pero si me parece buena idea. Sabes que cuentas con mi apoyo si necesitas alguna cosa.

-Genial, entonces me vas a acompañar a comprar el anillo.

Asentí y luego volví a tomar de la botella, era el último trago así que necesitaba tragármelo todo para poner irme.

-Dylan no tan rápido. Vas a conducir.- me regañó, justo como Emma suele hacerlo.

-No soy una nena como tú que se emborracha con dos botellas.- le pegué en la cabeza. -Nos vemos luego, tengo que llevarle algo de comer a la pelirroja.

-Recuerda no decirle nada.

Asentí nuevamente y dejé unos billetes sobre la barra antes de ponerme de pie y salir del bar. La noche estaba fría por la infernal lluvia que estuvo presente todo el día. Me aferré a mi abrigo y fui a por mi auto al estacionamiento. Llamé a Emma una vez más para preguntarle que quería y me mandó directo al Mc Auto. Tiene 24 pero continúa comiendo la misma chatarra que cuando tenía 17.

Solo me quedó rodar los ojos y seguir sus órdenes. En el camino luego de comprar la comida, los recuerdos de nuestra adolescencia llegaron a mí. Luego de que Scott se fuera y le rompiera el corazón ella cambió bastante. Se laceó el cabello, hacía demasiado ejercicio y siempre salía con Andrew.

Nuestra relación como mejores amigos volvió a funcionar y pude superarla dos años después. Fue difícil verla salir con ese chico, y verlos comiéndose a besos en los pasillos, fue difícil verla empezar de cero, pero aquí estoy, 7 años después llevándole la cena.

Don't You Remember?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora