Capítulo Siete: P.U.T.A

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2 Semanas más tarde.

En estos últimos días Scott y no nos hemos vuelto demasiado unidos. Me ha llevado a cenar, al cine, al parque por un helado, al museo, de nuevo al cine y a un sin número de lugares. Pasamos todo el tiempo libre que tenemos en la escuela, pero ninguno ha pisado la casa del otro.

Es algo que no puede pasar aún.

Estoy desarrollando una especie de cariño hacia él. Ha sido muy paciente conmigo, ya que cada que veo a Dylan y Alison me echo a correr o los celos me ganan. La verdad es que aún me pica el cráneo cada vez que los tengo cerca y el algo que Scott no puede pasar por alto.

Ese chico es grandioso.

Es por eso que justo ahora estoy en uno de sus partidos. No entiendo ni mierda del asunto y estoy completamente sola, sentada en una de las bancas viéndolo correr de un lado a otro con un balón en su mano. Le llamé a Rachel pero estaba cenando con los padres de Peter y como mi lista de amigos es corta, aquí estoy. Sola, gritando cuando la multitud lo hace, sonriéndole a Scott cada vez que me miraba.

Me veía patética la verdad, quería irme pero no podía hacerle eso a Scott. Así que solo me aferré a mi abrigo y continué comiendo de mis nachos.

—¿Emma?

Alcé la mirada y lo vi. Dylan iba de la mano con Alison. Él me estaba sonriendo y se agachó solo para abrazarme.

—Pequeña, ¿Qué haces aquí? Pensé que eras una chica de béisbol.

—Vine a apoyar a Scott, ya sabes.- contesté sin mirarle.

—Oh, cierto, pero ¿Dónde has estado? No te he visto en el último par de semanas.

—Hmm, por ahí haciendo mis cosas.- contesté con una falsa sonrisa—¿Cómo has estado?

A pesar de todo, el me seguía importando.

—Genial.- contestó él con una sonrisa.—¿Recuerdas a Alison?

Como olvidarla.

—Por supuesto.- sonreí falsamente.— Hola Alison.

—Hola Emma.- ella hablaba en voz baja.

—¿Te molesta si nos quedamos?.- Él ya estaba sentado y comiendo de mis nachos.—Todo se ve mejor desde aquí.

Le miré de forma extraña pero no se percató de eso, estaba mirando al frente. Le eché un vistazo a Alison quién también miraba al frente y comía nachos, justo igual que yo. Me pregunté porque él come de los míos.

—Y ¿Cómo van las cosas con él?

—Excelentes.- contesté con una sonrisa.

—Me alegro. Aunque sigo esperando a que meta la pata para decirte "Te lo dije".

—Jesús, Dylan, eres el mejor amigo en todo en puto mundo.-Rodé los ojos.

Él no dijo nada más, sólo se quedó mirando el partido y luego de algunas anotaciones del equipo de Scott, Dylan besó a su novia. Incómoda no definía exactamente cómo me sentía en ese momento. Scott alzó la mirada y me vio, frunció el ceño y me encogí de hombros.

Voy a estar bien siempre y cuando no los mire. Aunque se exactamente lo que están haciendo. Era medio tiempo ahora, o algo así, no lo se. Mandy y su equipo de porristas salieron a la vista del público y me pregunté ¿Por qué siempre la capitana tiene que ser una zorra sin alma, rica, engreída y la más sexy de la escuela?

Mandy miró hacia donde yo estaba sentada, su mirada se cruzó con la mía y no sé si es mi imaginación o había visto uno de esas bombillas en su cabeza que se encendió, igual que las de las caricaturas cuando tienen una idea. Ella me sonrió con esa sonrisa cínica y se reunió con su grupo. Estás últimas semanas ella solo había disparado miradas asesinas en contra mía, ahora creo que va a empezar con su venganza.

Don't You Remember?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora