Don't You Remember?

Capítulo veintidós: La respuesta es no

Soy la persona más estúpida por hacerle caso a un chico al que conoció en la escuela de verano.

Miré de reojo a Andrew quien lucía vagamente despreocupado, miraba al frente como si nada estuviera pasando mientras que yo me moría de vergüenza. Nunca había hecho una cosa como esta, ni siquiera con Rachel en nuestra etapa de rebeldía.

Estábamos invadiendo propiedad privada solo para ver el atardecer.

No era la cosa más grave del mundo, pero nunca lo había hecho, mi papá siempre estuvo diciéndome que hacer algo así estaba mal y heme aquí. En la azotea de un edificio de publicidad o algo así, fumando mientras esperaba que el sol de oculte en el horizonte.

No fue difícil entrar de todas formas, los guardias eran torpes y las personas que estaban trabajando parecían robots. Además Andrew era bueno mintiendo a cada que alguien nos preguntaba qué era lo que estábamos haciendo allí.

Pero a pesar de eso, no puedo evitar sentirme algo nerviosa.

Y no tiene que ver con el hecho de que estaba con un chico que apenas conocía y que se me hacía muy guapo de hecho. Era porque temía a que nos descubrieran y nos metiéramos en problemas. Porque, la verdad, sería muy bochornoso llegar a casa de Mary Jane y decirle que me han cachado fumando en propiedad privada.

—¿Qué estás pensando?.- Andrew pregunto luego de soltar una bocanada de humo.

—En que sería muy vergonzoso llegar a casa de mi futura madrastra apestando a humo. 

—Te tengo una solución. Solo no vayas.

—Tengo que, me estoy quedando con ella unos días.

—Me estoy quedando con ella unos días.

—¿Hay planes de boda o algo así?

—No lo sé, ella dice que no pero se quiere ser amiga mía a toda costa.

—Entonces si hay boda. Le miré algo alarmada.

—¿Eso crees?

—Es eso, o, enserio quiere ser tu amiga.

Tomé una bocanada del cigarrillo y expulsé el humo al viento. San Francisco se veía increíble desde aquí, no puedo mentir. Pero no podía disfrutarlo porque estaba comenzando a aterrarme la idea de Mary Jane y papá casados.

Es simplemente, demasiado pronto.

Inhalé, inhalé y volví a inhalar.  Hacía mucho tiempo ya que no fumaba y estaba disfrutándolo bastante, aunque apestaré horrible cuando llegue a casa. Lancé el cigarrillo al piso y lo pisé con la suela de mi zapato.

—Creo que ya tengo que irme.- murmuré. —Tengo que entregarle mi boletín de calificaciones a papá.

Andrew asintió con la cabeza y tomó una última bocanada de su cigarrillo casi extinto y lo lanzó hacia abajo. Pensé que sería gracioso que le cayera a alguien en la cabeza. Quizá a una mujer con un gran cabello, tipo afro quiero decir.

Caminamos devuelta hacia la puerta en silencio. Bajamos las escaleras con sumo cuidado y salimos del lugar sin ser vistos, aunque estuvieron a punto de descubrirnos porque yo no paraba de reír. Es que los empleados eran bastante imbéciles.

Si ves dos adolescentes caminando por un área de trabajo deberías preguntarte que demonios hacen allí. Estas personas solo estaban trabajando como robots o simplemente les importaba una mierda que estuviéramos allí.

Una vez fuera del lugar no pude contenerme más y enserio me eché a reír. Andrew reía conmigo y la gente nos miraba como los locos acabados de salir de un hospital psiquiátrico.