Capitulo Diecinueve: ¿No te acuerdas?

674 28 6
                                    

Me sentía estúpida, lo que estaba haciendo era estúpido ¿Por qué dejé que la pequeña niña de cabello castaño y lentes (cuyo nombre era Sarah) me convenciera para hacer algo estúpido? Soy patética, soy una cobarde, una patética cobarde.

Pero necesito escapar, necesito irme de aquí. No quiero ver a Dylan, mucho menos hablarle. Solo quiero ir a casa y llorar, llorar como la patética cobarde que soy, llorar porque Scott es un idiota y porque Dylan es un imbécil.

¿Por qué no estoy rodeada de gente genial? ¿Con una vida perfecta? ¿Con amigos increíbles? Y ¿Una perfecta historia de amor sin ninguna complicación?

Porque no eres el personaje principal de un libro.

Mi vida apesta. No la quiero, quiero otra, otra donde yo no sea patética y cobarde.

Asomé la cabeza por la puerta del baño y noté que Sarah continuaba convenciendo a los chicos. Dylan se veía desesperado pero al parecer Peter se había dado cuenta de mi plan, o más bien el plan de Sarah.

Detesté por completo no tener mi teléfono conmigo.

Volví a ocultarme detrás del concreto e ignoré por completo que las chicas que estaban dentro arreglando su maquillaje murmuraban lo rara que era y como me estaba comportando. Solo les lancé una sonrisa de incomodidad y ellas decidieron ignorarme por completo, pasando casi por encima de mi cuando iban a salir.

Sarah entró al mismo tiempo.

-¿Y? ¿Qué pasó?.- pregunté ansiosa.

-El otro sujeto, el que ojos marrones pareció entender lo que tratas de hacer y terminó por llevarse a Dylan de la entrada.- dijo ella.

Música para mis oídos.

-¿Puedo salir entonces?

Ella asintió con sonrisa victoriosa.

Dylan, te acabas de ganar una acosadora.

Me asomé por la puerta y efectivamente. Dylan ni Peter estaban en ningún lado. Enderecé mi postura y caminé normalmente, solo necesitaba llegar a la salida sin que ninguno me vea. Luego solo irme caminando a casa.

-Entonces ¿Me das el número ya? No tengo toda la tarde.- Sarah apareció a mi lado. Decidí seguir caminando.

-Primero ¿Qué les dijiste a mis amigos?.- la verdad era que moría de curiosidad.

-Qué tenías la regla y necesitabas tampones.- ella se encogió de hombros.

¿Está loca?

Calma Emma, no le pegues, puedes llamar la atención y meterte en problemas.

-Está bien, realmente bien.- contesté con bastante sarcasmo.

-¿Estás enojada?.- preguntó ella. -No se me ocurría otra cosa.

-No, no. Está bien, no importa, igual gracias por ayudarme.

-Por nada.- contestó. -¿Número?

¿Podría ser menos insistente?

Tenté mis bolsillos y recordé que no tenía mi teléfono conmigo. Maldije en voz alta y me forcé a recordar el número de mi ex amor. Los números junto a los innumerables recuerdos llegaron a mi mente. Estaban frescos, como si todo hubiese pasado ayer.

Increíble como cambian las cosas en unos meses.

Hace poco tiempo atrás estaba babeando por Dylan, ahora por Scott. ¿Es que acaso en mi vida pasada era un idiota que babeaba por todos los chicos? Terminé de dictar el número telefónico del señor innombrable y me despedí de Sarah, quien se fue dando saltitos de alegría al interior del edificio.

Don't You Remember?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora