Capítulo veintitrés: Sorpresas inesperadas.

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Vamos Emma, tu puedes hacerlo. Solo es una puerta y un estúpido y acosador maestro. No es la gran cosa. Tú puedes con esto.

Pero a quién engaño, por supuesto que no puedo con esto. Di unos pasos atrás y salí del pórtico de la casa de Jhon decidida a volver a casa. Pero me detuve, esta mañana me levanté en horario de escuela (ósea demasiado temprano) y casi me voy a los golpes con la secretaria de la escuela para que me de la dirección de Jhon, solo para venir y aclarar esto.

Y no me puedo ir sin que me de alguna respuesta de porqué mi calificaciones están excelentes si yo soy literalmente un asco. En especial en química.

Volví nuevamente a la casa y toqué tres veces antes de volver a arrepentirme y comenzar con una pequeña discusión interna de “Le pregunto o no le pregunto”

Aunque, venir a casa de mi maestro sustituto, el cual estuvo coqueteando conmigo el último día de exámenes yal cual le tengo asco, a las 9 de la mañana solo a preguntarle si alteró mis calificaciones, no es algo sensato que digamos. Quiero decir, el tipo tiene algunos 26 años y aunque está caliente como el sol creo que no debería ni siquiera volver a verle la cara nunca.

Jhon abrió la puerta segundos después, estaba solo vestido con un bóxer, su cabello lucía alborotado y su barba de unos días era un poco visible. Era señal de que apenas se había levantado. Al verme parada frente a él se sorprendió bastante, tanto que tuvo que parpadear unas cuantas veces para darse cuenta de que lo que estaba pasando es real.

—¿Emma? Vaya sorpresa, de todos los lugares del mundo, no esperaba verte en mi casa.- su aliento a alcohol y comida chatarra hicieron que quisiera devolver mi desayuno.

—Este, sí. Lo siento si es muy temprano.- contesté algo nerviosa, y me vagamente me pregunté por qué debería estarlo, si el maestro más sexy de la escuela está frente a mi semidesnudo.

Solo he visto dos chicos desnudos en mi vida. Dylan y Scott. Pero esto, Jesús esto es la gloria.

Concéntrate Emma.

—No, descuida.- dijo con una sonrisa mientras se apoyaba en el marco de la puerta.—Es bueno tenerte aquí, es buena señal.

No sé por qué eso me suena, hmm ¿Raro? No, esa no es la palabra, ni siquiera puedo encontrar la palabra adecuada. ¿Familiar? ¿Sospechoso? ¿Raramente familiar y sospechoso?

¡Ding, ding, ding!

—No vine aquí porque quiero salir contigo.- contesté mientras fruncía el ceño.

Él solo sonrió victorioso .—Ajam.

—¡Es cierto!

—¿Entonces es cierto que quieres salir conmigo?.- se cruzó de brazos, ahora se veía más sexy que antes.

Jesús ¿Estoy escuchándome? Se supone que el tipo me da asco.

—¡No! ¡No es lo que quise decir!.- estaba empezando a enojarme.

Jhon se echó a reír lo que me hizo sentirme avergonzada. 

—Como sea, solo vine a preguntarte algo.

—Adelante niña bonita.

Vaya, eso volvió a escucharse como pura depravación.

—¿Alteraste mis calificaciones?

No pareció sorprenderle mi pregunta. Su sonrisa bajó un poco y la mirada de maestro que siempre llevaba en la escuela se hizo presente en su rosto.

—¿A qué viene esa pregunta?

—Bueno, siempre he sido un asco en la escuela, y de repente tengo el boletín lleno de 9’s casualmente cuando le caigo “bien”, por no decir otra palabra a mi maestro.

Don't You Remember?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora