Capítulo Doce: Maldito Subconsciente.

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Todo, todo está saliendo mal. Todo está saliendo jodidamente mal.

¿Cómo es que engañé a Scott? No, esperen ¿Cómo es que engañé a Scott Con Dylan? ¿Qué coño me está pasando?

Nada, solo el amor de tu vida está volviendo a ti.

Maldita voz, ¿De dónde viene? ¿Cómo puedo callarla?

Soy tu subconsciente y no puedes hacerlo.

M.I.E.R.D.A

¿Cómo es que pude caer? ¿Cómo es que pude lanzarme a sus brazos y seguirle la corriente así como así? En el momento parecía una idea muy cegadora la de besarme con él en mi sofá, era algo fácil y que acabaría al instante pero no, lo que pasó entre nosotros fue más que besos. Casi me lo follé. Estuvimos a punto, pero nos interrumpieron y le agradezco al cielo. Mi teléfono lo hizo, y era Scott. Inmediatamente me sentí culpable, me sentí la peor bazofia del mundo, quería desaparecer, hacerme bolita y que me pateen hasta sacarme de esta dimensión. ¿Por qué fui tan estúpida? ¿Tan ingenua? ¿Tan infantil?

Sólo te dejaste llevar por la tentación

Eran preguntas retóricas maldito subconsciente de mierda.

No las eran

Lo sé. Y también sé que esto es una locura, una completa locura, pero ¿Por qué estoy feliz? ¿No debería estar alterada? ¿Aterrorizada? ¿Histérica, tal vez?

Quieres a Dylan

Pero también a Scott. Él es un tío increíble, me siento bien cuando estoy con él, incluso estoy sintiendo cosas. Él ha sido demasiado bueno, no se merece lo que le estoy haciendo.

Córtalo

No.

Córtalo

No.

Córtalo

¿Y luego qué? ¿Irme con Dylan? Sería lo más insensato que haría en mi vida.

Lo más insensato ya lo estás haciendo.

—¡No es cierto!.- grité.

Escuché dos golpes en la puerta.

—Cariño, ¿Estás bien?

Era Scott.

—S-sí, solo dame un segundo, estaré lista pronto.

—Está bien.

Lo escuché dar unos pasos atrás, seguramente se quedó observando mi cuarto una vez más. Sacudí la cabeza y me miré en el espejo una vez más. Todo se veía bien, incluso mi cabello.

Llevaba un vestido verde manzana hasta la antes de la rodilla, estampado de rosas y sin tirantes, mi cabello suelto y rizado, solo el maquillaje necesario y unos tacones. Con ese atuendo no tardaría más de 10 minutos pero, la mortificación y el remordimiento me hicieron quedarme encerrada en mi cuarto de baño más tiempo de lo debido.

Hoy papá y Scott fueron a pescar, regresaron en la tarde y vamos a cenar lo que ellos pescaron y por vamos me refiero a sus padres también.

Tomé una profunda bocanada de aire y practiqué mi sonrisa fingida en el espejo, no puedo dejar que noten lo aturdida que estoy, no quiero que se enteren que soy una Mandy.

Tomé el pomo de la puerta y lo giré lentamente. Scott estaba vestido formal, pantalón de vestir, camisa, zapatos, cabello despeinado y su infaltable sonrisa chueca que me encanta.

Don't You Remember?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora