ASSASSINS | NEGAN | The Walking Dead

Atlanta

Narra Negan

Llevábamos más de cinco horas en el camión, Hanna estaba dormida en mis brazos mientras la tapaba con la bata de Alicia que me había prestado. Nos dirigíamos a Carolina del Norte exactamente a Charlotte, una pequeña ciudad donde al parecer Troy sabía que las cosas estaban más tranquilas en ese lugar.

Tener a Hanna en mis brazos era el único consuelo en estos momentos, había perdido a Regina justo en el momento en el que quería estar con ella y sobrevivir juntos ella ya no estaba. Aunque no podía hacerme a la idea de que no volvería a verla podía sentir el dolor que su partida me estaba ocasionando, mi subconsciente me engañaba y tenía la esperanza de que algún día la vería y podríamos estar juntos.

Sabía que algo andaba mal en el hospital cuando vi a todos los militares correr en esa dirección, traté de seguirlos, pero me lo impidieron por mi seguridad. Al dejar la entrada principal sin militares esas malditas bestias empezaron a entrar y atacar a la gente. Todos gritaban y ayudaban como podían a las personas atacadas, pero no fue suficiente.

Fui directo por mi hija con la ilusión de ver a Regina también, regrese a la casa que nos otorgaron, pero todo seguía intacto no había rastro de ella. Tomé nuestras cosas y corrí en dirección al hospital, todo se salió de control y me abría paso golpeando a los infectados con mi bate.

Toda ilusión de volverla a ver se esfumo cuando querían subirme a uno de los camiones y cuando Alicia me explico que Regina había dado su vida para que dos niños pudieran salir del hospital, ella quiso ayudarla, pero le pidió que nos sacara a Hanna y a mí del lugar para después enseñarle una mordida en su vientre.

Y aunque la situación era delicada yo quería estar con ella en los últimos momentos, me sentía como una basura al haberla dejado en aquel lugar, pero lo que más me causaba dolor era que jamás podría decirle lo importante que era y será para mí, ni lo mucho que esta vida será una mierda sin ella, sin sus besos y sin su compañía.

Pude haber hecho más por ella, cuidarla de esos infectados y probablemente seguiría viva y conmigo. Sentía un gran cargo de conciencia porque me confié de ese lugar y la deje ir sola cuando debí tener todo controlado sobre los peligros que existía.

Fuiste un imbécil Negan Perdiste a una mujer adorable por confiarte. Mi mente repitió ese pensamiento una y otra vez.

Narra Regina

Me encontraba sentada al pie de la ventana que había roto, sentía el aire entrar y la noche era más fría cada hora que pasaba. Ya no se escuchaban disparos solo los gruñidos de los mordedores, no quiten mi mirada del mismo punto desde hace más de una hora. Estaba en shock y no sabía que hacer o a donde ir, por una parte, tenía miedo de salir ya que el infierno se encontraba rodeándome, pero por otro lado en este lugar no tenía comida ni agua y eso me condenaría a una muerte lenta y dolorosa.

No sé en qué dirección iba el camión en el que se subió Negan quiero buscarlo, pero por donde empiezo cuando me encuentro sola y sin un medio de transporte que me ayude a alcanzarlos. Justo en ese momento recordé que Negan había dejado la camioneta a unas cuadras lejos de la entra principal de la residencia, esta idea me lleno de ilusión y una posibilidad de poder encontrarlos.

Me levante del piso y vi por la ventana cuanto debía correr desde el momento en el que baje hasta la entrada principal y por donde podría irme para evitar el contacto con los mordedores. La ruta más rápida era por la acera de las casas, pero había más mordedores y mi otra opción era cruzar el patio trasero de los hogares, pero tardaría más tiempo.

Tenía armas en este lugar y era rápida cuando corría, así que decidí ir por la ruta más rápida. En mi mente grabe los lugares en los que debía dar la vuelta y la forma en la que bajaría desde el sexto piso sin hacerme daño. Utilizaría las tuberías externas del hospital para bajar lo más rápido y seguro posible.

De las cajas saque diferentes armas que no sabía cómo utilizar, pero me servirían mucho para defenderme. Hice una especie de morral con mi sudadera y guardé la mayoría de las municiones que había mientras que las armas las coloqué en mi cintura y en mi espalda gracias a las cintillas que traían para hacerlas más fáciles de portar.

Antes de salir por la ventana me encontré con Kit de primeros auxilios, así que sin dudarlo lo tomé. Con cuidado de no cortarme salí por la ventana y me dirigí a las tuberías, al principio era complicado bajar con las cosas, pero mientras más avanzaba sabía que si caía el daño sería menor lo cual me dio la confianza de bajar más rápido hasta que llegué al piso.

Sin perder un segundo más, acomodé las armas y empecé a correr lo más rápido que podía. Mientras cruzaba la residencia podía ver los cuerpos de varias personas que fueron atacadas y de los transportes militares que se incendiaron a causa de los tiroteos. El olor era fétido y con cada paso que daba me llenaba los pulmones haciendo que fuera más difícil el respirar.

Los mordedores giraban en cuanto pasaba a su lado y empezaron a seguirme mientras yo sentía que el pánico crecía en mi interior. Cada vez estaba más cerca de la entrada principal y agradecí que las puertas se encontraran abiertas.

Llegue a la camioneta de Negan y el lugar se encontraba despejado de los infectados, deje todas las armas, los cartuchos y el Kit en el asiento del copiloto y con una pistola en la mano fui directo al lugar del piloto. Abrí la puerta y jalé los cables que se encontraban abajo del volante. Cesar me enseño que al hacer contacto el cable rojo y amarillo esto ocasionaría que un auto encendiera, así que corte ambos cables para posteriormente juntarlos. Al principio unas cuantas chispas se hicieron presentes hasta que escuche que el motor encendió.

Al subirme a la camioneta un mordedor empezó a golpear la ventanilla del copiloto, tenía la quijada destrozada y un hilo de sangre que ensucio el vidrio, sus ojos tenían ciertos derrames lo cual hacían que fueran irreconocibles. Baje la ventanilla un poco y apuntándole con la pistola en la cabeza dispare haciendo que cayera inmediatamente. Pise el acelerador para empezar a buscar a Negan.

Las horas pasaron y la luz del sol ya iluminaba todo a mi alrededor, no había dejado de manejar en ningún momento y no encontré rastro de ellos o si quiera alguna pista ya que todo estaba en silencio. Fui directo a las afueras y mientras seguía manejando sentía coraje de que cada hora que pasara me alejaba más de Negan, la autopista federal conectaba con muchos estados y eso hacía más complicado el poder buscarlo principalmente porque no tenía comida y la gasolina se terminaría.

Continuaba manejando a una velocidad estándar buscando a mis alrededores, solo podía escuchar el motor de la camioneta hasta que una fuerte explosión a unos kilómetros me sobresalto haciendo que frenara y me cubriera con mis brazos ya que pude sentir la onda de presión. Mi corazón latía muy rápido y al bajar mis brazos observe el fuego que salía del Centro de Control de Enfermedades, volví a tomar el volante y maneje directo al lugar con la esperanza de encontrar a alguien o en específico a Negan.

Bajé la velocidad cuando vi a varias personas salir de una caravana y de otros autos, nadie se había dado cuenta de mi presencia solo veían como el fuego consumía todo el lugar. Busque con mi mirada a Negan, pero no había rastro de él, ninguna de las personas que estaban ahí parecía militar solo había un sheriff lo cual me indicaba que era otro grupo de supervivientes.

Apague la camioneta y baje, cuando cerré la puerta todos giraron a verme. No sabía que decir ya que ellos lucían tensos y nerviosos, uno de ellos se acercó a mí y me apunto con un arma que no conocía, pero simulaba un arco con flechas. Yo retrocedí un paso.

-Estaba buscando a mi compañero – dije con voz entrecortada mientras acomodaba mi cabello detrás de mi oreja – vi la explosión y quería ver si él estaba aquí.

-Solo estamos nosotros – me respondió el sheriff – Daryl baja el arma – él dudo por un momento, pero después la baja a regañadientes - ¿Cómo te llamas?

-Regina

-Mi nombre es Rick.