28. "Los declaro marido y mujer"

25.9K 1.7K 309
                                    

No podía creer que Meena y su familia estuvieran aquí. Durante la cena, Poseidón contó, que poco después de mi llegada al Inframundo, pidió permiso a Costa para cortejar a su hija y éste accedió, ya que sabía que Meena también sentía algo por el dios.

Estuvieron saliendo durante mi ausencia, hasta que Perséfone bajó al Inframundo, por temor a que ella busque represalias en mi contra y los ataque, Poseidón los trajo a su reino. Costa estaba maravillado con este mundo, se pasaba los días en el patio del castillo, junto a tres guardias que le tomaron cariño y lo escoltaban a donde quiera que vaya. Tritón me contó que Oscar estaba saliendo con una sirena, ambos quedaron prendados a primera vista, estaba muy feliz por ellos, habían encontrado su lugar en el mundo.

Meena declaró que por mi llegada, haríamos una pijamada y que nadie debía molestarnos, ni siquiera el rey. Padre e hijo rieron ante su exigencia pero aceptaron y nos escoltaron hasta mi habitación, Poseidón se despidió con un casto beso, yo estaba atónita, por la forma en que se miraban; Meena tendrá que contarme muchas cosas, una vez dentro, nos pusimos unos camisones divinos, ella uno rosa de Hello Kitty y yo uno rojo de Pucca.

—Y bien, escúpelo todo y escupelo ahora...—ordenó, haciendo reír a ambas. Procedí a contarle todo lo que pasó desde que conocí a Cassy, hasta que tuve que abandonar el palacio por culpa de Perséfone.

—Poseidón me comentó algo sobre eso...—dijo Meena, ambas estábamos recostadas en la enorme cama, yo abrazaba un almohadón y ella estaba acostada mirando al techo, con las piernas hacia arriba, apoyadas por el cabecero —Dijo que era una perra egoísta y por su culpa ha muerto mucha gente, la odio.

—Somos dos, créeme es odiosa...—respondí —Solo espero que Hades logre deshacerse de ella de una vez por todas.

—Y hablando de Hades...—dijo Meena con una sonrisa pícara —El rey de los muertos, ¿qué tan vivito la tiene?

—¡Meena! —grité, golpeándola con la almohada, haciéndola reír —¡No pienso responderte eso!

—Yo sólo preguntaba...—dijo Meena, devolviéndome la almohada de un golpazo —Lo único que me importa es verte bien Marissa, Hades debe ser realmente bueno, ya que te devolvió el brillo en los ojos.

—Si, es realmente bueno...—murmuré recordando, la enorme sonrisa que me dió cuando lo llamé "amor mío" —Pero hablando del brillo en los ojos, ¿cómo te va con Don? Aún no puedo creer que se vayan a casar.

—Oh Marissa, fue un torbellino de emociones —explicó Meena —Ya sabes que lo conozco desde pequeña, pero a los 16 años descubrí que estaba enamorada de él, y una vez que volvíamos a casa de pescar, como una estúpida se lo confesé.

Estaban caminando por el muelle con la pesca del día, Don los llevaba dentro de una red colgando de su espalda. Iba sin remera, con sus sandalias de cuero y su bermuda playera, Meena a su lado llevaba un bikini color rosa con motas blancas, unos shorts de mezclilla y sandalias.

Poseidón estaba ajeno a la mirada que le daba Meena y a lo nerviosa que estaba, cuando estaban a una cuadra de la casa, ella se detuvo en medio de la calle.

—Don, ha-hay algo que debo decirte...—dijo Meena, retorciéndose las manos de manera nerviosa.

Poseidón se detuvo y volteó para observarla, sabía que estaba nerviosa, llevaba días así y no sabía el porqué. Oscar le había contado que ella estaba saliendo con un chico del Instituto, eso lo molestaba muchísimo, no quería que otro hombre la tocara. Al verla así, por su mente pasó que le había pasado algo con ese mortal y se lo contaría todo ahora.

—¿Qué ocurre muñeca? ¿Te sientes mal? —preguntó Poseidón acercándose a ella, bajó la bolsa llena de pescados y le prestó toda su atención, se veía tan bonita bajo la rosada luz del atardecer.

Bienvenida al Inframundo - #1 Trilogía RedenciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora