- Vale, aquí es.. - Dijo mientras estacionaba su coche enfrente de una casa.
- Esto precisamente no parece un puesto de hamburguesas querido Zac. - Cruce los brazos.
- No lo es, pero las tendremos. Las pediremos a domicilio.
- ¡Maravillosa idea sr. modales! - Dije sarcásticamente.
- ¿Vienes o no? - Contestó indicando con su dedo pulgar la puerta abierta.
- Bien. - Dije molesta.
( Marcó al puesto).
- Listo, vienen en menos de 20 minutos. - Dijo sonriente. - Puedes ponerte comoda y sentarte mientras esperamos.
- ¡Guay!. - Contesté sin apartar la vista del suelo.
- Hace mucho frío ¿no?. - Se sentó a mi lado. - Podemos ir a mi cuarto si gustas hay calefacción.
- ¡Okey basta!. - Solté una pequeña risita.
- ¿Basta?.. - Pregunto confundido.
- Puedes dejar de fingir, es claro que te quieres acostar conmigo. Pero no hagas la lucha no funcionará. - Dije burlona.
- ¿Acostarme contigo?.. ¡Por favor estas demente! - Se comenzó a reír entre dientes.
- ¡Por favor Zac!, me miras como si fuera un pastelillo o algo así. Sí no es que captas "con ganas de comerme" a mi y no a esa hamburguesa. - Volví a burlarme.
- Bien, quiero acostarme contigo. - Puso sus ojos en lo míos.
- Vale tío, que directo haz sido, de pronto el ambiente se pone más incómodo. - Me recorrí de asiento un poco.
- Querías que dijera la verdad, bien, ahí esta. - Se recorrió hacia mi nuevamente.
- ¡Coño!, como he caído era más que evidente, seguro esas hamburguesas que supuestamente pediste por una rara razón de la vida jamás llegarán. - Volví a recorrerme.
- A veces me das un poco de miedo. - Dío una pequeña risita. - Deja de recorrerte tanto. - Volvió a ponerse junto a mi. - Igual ya llegaste hasta él final del sofá.
- Jodes demasiado. - Puse los ojos en blanco. - No. No pasará elegiste a la equivocada. - Me paré y me puse enfrente de él intentando abofetearlo pero..
- Tranquila sr. honestidad. Puedes retirarte si quieres pero dime a los ojos que no me deseas. - Dijo mientras sujetaba mi mano fuertemente.
- ¡No te deseo!. Apenas te conozco. - Quite mi mano bruscamente.
- Pensaba que eres la sr. honestidad pero no es así, estás mintiendo. - Se hecho a carcajadas.
- No miento ¡joder!. - Grité furiosa.
- Quítate esa idea de la cabeza de niña buena. ¿Quieres besarme? aquí está, puedes hacerlo con toda la libertad. - Me miró con cara pícara mientras mordia suavemente su labio. - ¡Besame! - Se levanto y se acerco a mi. - Dime que no te excito. - Murmuró a mi oído suavemente.
- No soy la chica de solo una noche Zac. - Murmuré.
- Y no lo serás.. - Me tomo de la cintura.
- ¡No te conozco! - Intenté gritar pero solo salió una baja voz.
- Me conocerás. No hay mejor manera de conocerte de esta forma. - Susurró y sentía como su respiración se entrecortaba en mi hombro.
(No lo hagas, no lo hagas.. Mierda lo hiciste).
(Lentamente cerré mis ojos y envolví mis brazos entre los suyos él me acerco más a si mismo y comenzó a besar mi labio inferior de una forma tan dulce que es indescriptible. De pronto fue acelerando más y más que terminó en una guerra de lenguas.. Una larga guerra)..
- ¿No que no te excitaba? - Murmuró nuevamente.
- Callate sr. modales y bésame.
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MI SEXY MEJOR AMIGO
Teen Fiction-¿Rose? ¡Hola! - Dijo alguien interrumpiendo mis pensamientos. Di media vuelta y ahí vi parado enfrente mío un chico bastante atractivo, con una gran sonrisa viéndome fijamente con sus ojos amielados que me solían parecer muy familiares. -Disculpa...