-¿Rose? ¡Hola! - Dijo alguien interrumpiendo mis pensamientos.
Di media vuelta y ahí vi parado enfrente mío un chico bastante atractivo, con una gran sonrisa viéndome fijamente con sus ojos amielados que me solían parecer muy familiares.
-Disculpa...
(Estaba pasando por una crisis emocional, todo tipo de sentimiento junto, sin duda hacía mucho más daño que él solo sentirme triste. Hice varias llamadas a Zac pero solo me mandaba al buzón. No sabía que creer ni que pensar, más bien no quería creerlo. Me sente en la mesa y comencé a contemplar un cuchillo jugaba con él pasándolo de lado a lado mientras lagrimas entrometidas bajaban por mis mejillas sin parar).
(Narración de Mike).
(Creo que falle en ese dicho de "el hombre no llora" porque ya lloré más de una vez, y eso parecía resultar cobardía pero no, igual me sentía poco hombre otra vez. Tenía miedo por Rose, aunque ella me allá rechazado yo la amaba infinitamente, ojalá fuera más sencillo.. Pero no, no lo es).
(Tome mis cosas y salí corriendo a casa de Zac).
(Comencé a tocar fuertemente la puerta).
- ¿Quién?. - Gritó desde el exterior.
(No respondí porque sabía que no me abriría así que quede callado).
- ¿Tú que coño haces aquí? - Grita furioso.
- No vengo a pelear, solo vengo a decirte que ni se te ocurra partirle el corazón ¡o te mato Zac!, te juro que si derrama una lagrima por diminuta que sea amaneces muerto.
- Mira quien dice, tú eres el responsable de que ahora mismo este llorando ¡pedazo de mierda!. - Gruño.
- No cometas los mismos errores que yo, porque ahora tu tienes todo el control, tienes sus besos y sus dulces abrazos. Pero si la riegas te quedarás sin nada y tu vida será igual de jodida que la mía. - Una lagrima bajo entre mi mejilla.
- Entendido idiota no le haré daño. ¡LÁRGATE!. - Volvió a gritar.
- ¿Porque tantos gritos?. - Dijo una mujer al fondo.
- ¡Hijo de puta!, lo sabía. - Lo empuje furioso.
- ¿Y a quién crees que le creera a ti o a mi? - Comenzó a reír. - Ni pierdas tú tiempo.
- Te lo dije cierto... Te dije que te mataría. - Le di un puñetazo en la cara y me quede contemplado mis dedos ensangrentados .
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(Él perdió el equilibrio y cayó al suelo dejando sangre por doquier).
- Levántate que aún no he terminado. - Dije furioso.
- Hey tú déjalo en paz he marcado a la policía así que mejor vete de una vez. - Dijo la chica.
(Salí corriendo directo a casa de Rose).
- ¡Rose! ¡Rose!. Abre la puerta por favor necesito hablar contigo. - Grité mientras tocaba la puerta. - Rose por favor, no vendré a decirte lo mismo, por mucho que me duela ya comprendí que somos amigos y quiero arreglar las cosas. - Me senté recargado a la puerta y comencé a llorar. - Por favor Rose, te necesito. No quiero perderte, no otra vez.
(No abría la puerta entonces al notar la ventana abierta de su habitación comencé a subir apoyándome con un árbol. Entonces entré).
- Rose lo lamento pero enserio quiero hablar contigo. - Seguí buscando alrededor de la casa. Rose se que actúe como un.... - Mis ojos se hicieron más grandes y sentí como mi corazón se detuvo por esos segundos. - ¡Rose! - Estaba ahí tumbada en el suelo con los brazos llenos de cortadas y un gran charco de sangre. - ¡Mierda! Rose, por favor no me abandones. - La tomé en mis brazos. Y comencé a llorar más aún. - Llamaré a la ambulancia por favor resiste.
(Corrí y rápidamente llame 911)
- Ya marque, resiste que llegarán pronto. - La senté encima de mi. - Por favor resiste te necesito enserio te necesito..
- Hijo compermiso. - Llegaron con una camilla.
- Tu no puedes entrar. - Me detuvo uno de los enfermeros.
- Llevenla lo más pronto posible. Ella debe seguir aquí.
(Me quede contemplando como subían a Rose a la ambulancia, y solo me venía una imagen a la cabeza aquella vez cuando me despedí de ella el cual considerábamos un adiós para siempre, pero después de todo no lo fue y temía que este si fuera)...
