Las Nuevas Novias (diabolik Lover)

Capítulo 23. La pelea final.

Narrador omnisciente.

Preocupación, eso era lo que todos los hermanos sentían al ver que ya habían pasado un par de horas y sus amadas no habían regresado, y el echo de que la nota fuese escrita por sus madres no ayudaba.

Todos menos Shu no dejaban de andar de aquí para allá sin saber que hacer. Shu por su parte estaba echado en su sofá favorito fingiendo dormir pero en vez de eso estaba imaginándose los múltiples escenarios sobre la situación que podría estar viviendo la mujer que amaba.

-Ya no aguanto mas, vamos a por las chicas, son nuestras mujeres y debemos protegerlas, mi Hime-Sama podría estar en peligro-. Dijo Ayato cansado de esperar ya que la poca paciencia que él tenía se había agotado.-Si, vamos a por ellas-. Dijo Shu levantándose del sofá con ambos ojos abiertos, raro en el. Todos asintieron y salieron de la casa en dirección al bosque para buscar a sus chicas.

En otro lugar, en lo mas oscuro del bosque se hallaba una cueva de apariencia tétrica y espeluznante, nada que ver con la realidad ya que por dentro se encontraba una gran sala digna de un castillo o una mansión. En el centro de la sala se alzaban seis altares, en los que yacían los cuerpos de seis jóvenes que a simple vista parecerían dormidas pero todo muy lejos de la realidad ya que sus conciencias estaban encerradas en sus mentes, las cuales parecían habitaciones en completa oscuridad en la que estaban encerradas.

En aquella sala un joven caminaba entre los altares admirando los rostro pacíficos y relajados de las muchachas mientras el tenia una sonrisa de victoria que se veía desde lejos. En uno de los varios espejos que había en la habitacion apareció el reflejo de una mujer de cabellos morados y un vestido negro.-Are Are Alec, quiero uno de los cuerpos ya-. Dijo ella exigiendo manteniendo su tono meloso. En otro espejo apareció una mujer de cabello rubio y ojos azules.-Si, yo también quiero uno-. Para acabar apareció una mujer de cabello blanco y ojos azules en otro espejo.-Y yo también-.

-Os engañé, no tendréis cuerpos, solo era para atraer a vuestros hijos, a demás, le mandé a vuestro marido una nota diciendo que habéis vuelto y ya esta de camino, todo esta saliendo como lo planeado-. Ante eso las tres gritaron de rabia haciendo que los espejos se rompieran.-No cantes victoria Alec, todo podría torcerse-. Dijo un hombre de verde cabellera saliendo de entre las sombras.-No seas aguafiestas Ritcher-. Dijo Alec estando mas serio que antes.

De repente se oyeron pasos y cuando Alec se giró se encontró con los seis hermanos y nada mas y nada menos que el rey de los vampiros.-Alec, debí imaginar que eras tu el que estaba tras todo esto-. KarlHeinz intentó avanzar pero las sombras creadas por Alec le impidieron el paso bloqueando también a los Sakamaki.-Bienvenidos a todos, llegáis a tiempo para el espectáculo-. Alec se acerco a su trono de cual tomó un bol y un daga y se acerco a cada chica haciendo una herida en cada muñeca de cada chica y dejo caer su sangre en el bol mezclándola mientras que los chicos veían impotentes lo que hacia. Una vez tuvo la sangre de las seis se la tomo haciendo que su cabello se volviese mas lustroso y sus ojos se volviesen rojo.-Ahora soy incluso mas poderoso que antes-. Sonrio de forma maligna mirando a los chicos.

Los chicos cansados se lanzaron contra las sombras acabando con ellas y se lanzaron a pelear contra el peli-gris. Justo cuando el rey iba a entrar a la pelea su hermano lanzó una patada hacia él y al no esperarse lo impacto en su estomago tirándolo al suelo.-Hola hermanito, es tu hora de morir-. Dijo sonriendo y empezaron a pelear mientras los demás luchaban contra Alec, el cual a penas estaba herido.

La pelea ya había durado mucho hasta que entre Kanato y Reiji sostuvieron una gran espada que habían tomado de la pared y se la clavaron a Alec cuando se distrajo, haciendo que este muera. Al verlo Ritcher se alejó de su hermano viendo que no iba a ganar y desapareció.

Todos corrieron a por sus novias y tras tomarlas en brazos las llevaron a casa y las dejaron en su habitación. Dos días después todas despertaron y abrazaron a sus novios estando contentos de ver que estaban bien.

Hola amores, este es creo que el penúltimo capítulo de la novela, eso me pone triste pero bueno, es lo que tiene que pasar, espero que os guste, os quiero.

MÓNICA.