Capítulo 9. Muñecas.

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Narradora omnisciente.

Un silencio sepulcral reinaba en lagran mansión. Lo único que podía escucharse era el canto de laschicharras que se encontraban al sol en el jardín. Hanna se habíadesvelado pensando en su familia y en su deseo de volver con ellosaunque ella adoraba estar en la mansión junto a todos los demás.

Bajó a la sala y comenzó a pasear porlos siniestros pasillos que eran bañados por las sombras que secreaban al tener las cortinas echadas cubriendo las ventanas heimpidiendo el paso a la luz del sol. De repente la joven escuchó unruido que pareció provenir de detrás de ella, pero al girarse loúnico que vio fue más oscuridad, ni rastro de que en el lugarhubiese alguien más.

La joven comenzó a caminar con másvelocidad y asustada, huyendo de su perseguidor invisible. Yarealmente asustada se decidió a entrar en una habitación cualquieray esconderse. Decidió entrar a la primera que vio y así lo hizo.Entró a una habitación que tenía una puerta de madera maciza conun pomo de color oro.

Una vez entró cerró la puerta tras desi y observó la habitación para rápidamente sorprenderse de lo quesus ojos estaban contemplando. Ante ella se erguían una serie defiguras humanas femeninas, las cuales se encontraban vestidas conunos hermosos vestidos de novia y muy bien maquilladas y peinadas.

Ella comenzó a caminar por el lugaradmirando la belleza de las figuras que ante ella se encontraban.Ella era muy hermosa pero al ver tal cantidad de belleza en aquellugar comenzó a cuestionarse con seguridad su propia hermosura. Ellaestaba tan absorta admirando las figuras que no se dio cuenta cuandoKanato entró, por lo que cuando este la saludó se asustó hasta talpunto que pensó que el corazón se le saldría del pecho.

-Me has asustado-. Dijo ella intentandocontrolar un poco la respiración que se encontraba agitada por elsusto.-Lo siento, no era mi intención asustarte, es solo que te vipasear sin rumbo y temía que te perdieses-. Ella sonrió por elhecho de que el pelilila se preocupase por ella.-¿Eras tu quien meseguía?-. Le preguntó sonriendo pero ya con la respiracióncalmada.

La acción de Kanato respondió a supregunta ya que el chico se sonrojó levemente, algo que en su rostrode niño quedaba adorable y Hanna, sin poder resistirlo depositó unleve beso en la mejilla del chico, haciendo que este sonriese conmucha alegría.

La curiosidad le ganó a Hanna, por loque le tuvo que preguntar al chico.-¿Y esas muñecas?-. Preguntóseñalando las figuras del lugar.-Son las novias sacrificadas, sonlas que murieron. Yo mismo las vestí, peiné y maquillé-. Dijo elchico con orgullo en su voz.

-Son realmente hermosas-. Dijo la chicaalgo apenada ya que pensaba que esas mujeres eran realmente hermosasy ella al lado de cualquiera de ellas era tan solo una niña que tansolo era linda y mona. Kanato, al notar el cambio de humor de lajoven le agarró la mano y la miró sonriendo.-Si que son hermosas,pero tu eres aún más hermosa que todas ellas juntas-. Hanna lesonrió al chico y se acercó a él para unir sus labios en un tiernobeso, lo único que separaban sus cuerpos era Teddy, que estabasiendo sujetado por Kanato con una sola mano ya que la otra la habíadejado en la cintura de su amada.

-Veo que te gusta la peluquería-. DijoHanna una vez se separaron por falta de aire.-Me encanta peinar, poreso me alegra que tengas el cabello tan largo-. Dijo este jugando conel cabello de su acompañante.-A mi me encanta que me peinen-. Dijoella con una amplia sonrisa que dejaba ver que estaba siendo sincera.

Deberíamos irnos y deberías dormir,aún es de día-. Dijo Kanato abriendo de nuevo la puerta de lahabitación. Ella se limitó a asentir y a salir de la habitaciónpara dirigirse a su dormitorio, pero como Kanato había pensado muyacertada mente la chica se había perdido y no sabía como regresar.

Kanato la guió por los oscurospasillos que parecían interminables hasta que regresaron a la sala ytras subir las escaleras se despidieron con un simple beso en loslabios y cada uno se fue a su respectivo dormitorio.

En otra estancia de la casa seencontraba Natasha, profundamente dormida en su confortable cama queparecía como si estuviese tumbada sobre las nubes. Su sueño fueinterrumpido por el sonido de su móvil que le indicaba que tenía unmensaje. Ella aún dormida cogió su móvil y miró el mensaje queera de Raito.

"Sé que debes de estar dormida, peroquiero pasar más tiempo contigo. Reúnete conmigo en la sala deestar, aquí te estoy esperando".

Al leer el mensaje se levantó de lacama y como aún faltaban un par de horas para que fuese la hora dedespertarse decidió seguir en pijama y colocarse una bata paradeshacerse del frío que siempre reinaba en aquella mansión. Traseso, bajó la gran escalera para ir a la sala, donde todo estaba encompleto silencio.

Al entrar en ella se encontró conRaito, quien ya estaba vestido con el uniforme de obligatorio delinstituto. Él se acercó a ella para acariciar su mejilladelicadamente. Para él era nuevo el hecho de no solo quererllevársela a la cama, sino que deseaba ir poco a poco y tener unaaténtica relación como cualquier pareja normal del mundo.

Cogió a la joven del brazo y la llevóal sofá donde la sentó y se sentó al lado de la joven.-Bueno,háblame de ti Tasha-. Dijo él queriendo saber cosas de la joven dela que se había enamorado.-Bueno, me gustaba y me gusta ir defiesta, divertirme y pasar tiempo con mis seres queridos o y jugar altenis-. Dijo ella tranquila. A él también le gustaba las fiestas,eso era entes, ya que desde que la había conocido sus ganas de ir afiestas, ligar y acostarse con muchas mujeres habían desaparecido.

-Yo era siempre el alma de las fiestasy todo un ligón, pero me han cambiado-. Él sonrió sinceramente yaque le gustaba su nuevo yo.-¿Como que te han cambiado?-. Preguntóella curiosa por la confesión del joven.-A que una persona me hahecho cambiar y querer ser normal-. Dijo él mirándola a los ojosdirectamente.-¿Quien?-. Preguntó ella con más curiosidad. Él selimitó a unir los labios con los de la joven sentada a su lado. Ellapor su parte se limitó a seguir el beso iniciado por Raito y adisfrutar del sabor y la textura de sus labios.

-Tu-. Susurró rozando los labios deNatasha con una sonrisa dulce en su rostro. Cuando dijo eso unaenorme sonrisa apareció en el rostro de la joven, quien volvió abesar al chico frente a ella para que este sintiese todo cuanto ellasentía por él.

-Espero haberte cambiado para bien-.Sonrió ampliamente que se refería a que ella le había cambiado lavida para bien.-Claro que para bien-. Dijo él con una sonrisaparecida a la que ella tenía en su rostro, ya que ella sabía que élsabía la respuesta.

Siguieron hablando durante un buen ratohasta que se hizo tarde y Natasha tuvo que irse a su dormitorio paravestirse y arreglarse. Antes de irse Raito la agarró de la cintura yplantó un beso apasionado en sus labios, el cuál ella siguiófelizmente para después desaparecer al cerrar la puerta de su habitación.

Hola mis amores, aquí os dejo un nuevo capítulo, espero que os guste, os quiero. Besos y abrazos.

MÓNICA.

Las Nuevas Novias (diabolik Lover) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora