Capitulo 21. Espia

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Narrador omnisciente.

Era de día para los humanos, de noche para los vampiros. En lo mas remoto del frondoso bosque que se encontraba cerca de la mansión Sakamaki se encontraba una vieja cueva que apenas se veía por los matorrales y árboles que la rodeaban. Dentro de dicha cueva, sentado en su trono se encontraba un peligris sentado en su trono mirando por un pequeño espejo por el que veía a las seis chicas que estaban cada una dormidas en sus habitaciones acompañadas de sus chicos protectores.

El joven no podía apartar la mirada de su espejo pero tuvo que hacerlo cuando una voz masculina le hablo.-Las obsesiones son malas, a demás son demasiados, no podrás solo contra ellos ya demás tres de ellas son vampiras, no lo lograras-. Dijo el recién llegado apoyándose en el trono del peligris mientras el le miraba.-Se nota que no sabes nada, no lo haré yo solo, por suerte logre contactar con espíritus de antaño y ellos tres me ayudarán-. Dijo el con una sonrisa de su prioridad en el rostro.

-Asi que usarás espíritus para ayudarte, magia peligrosa esa, suerte y a mi deja me al rey de los vampiros, el padre de los Sakamaki, a ese quiero ser yo quien lo mate-. Dijo el hombre misterioso desapareciendo entre las sombras de la cueva dejando de nuevo al chico solo mirando por su espejo que era lo que se veía a través de una de sus criaturas que estaba en la mansión.

Narra Natasha.

Me desperté y vi que aun era de día, de noche para nosotros. Cuando me gire vi que Raito seguía dormido, se veía tan dulce e inocente, quien pensaría que al despertar se vuele una persona tan pervertida. Me levanté sin hacer ruido ya que no le quería despertar y salí de la habitación aunque estaba en camisón, el cual era rojo sangre que me llegaba casi a las rodillas.

Caminé bajando las escaleras para ir a la cocina y tomar al de agua porque me dio sed y en la habitación no tenia agua, un descuido por mi parte. Una vez llené un vaso con agua me lo bebí tranquila calmando mi sed. Tras lavarlo lo deje en su sitio de nuevo y caminé por los pasillos de la mansión ya que se me había quitado el sueño. 

Pasado un rato el sol desapareció aunque aun no era la hora de despertarse por lo que seguí caminando en silencio para no despertar a nadie. Decidí salir al jardín ya que el sol no me molestaría y allí lo primero que vi fue una larga cabellera negra, era Bárbara. Me acerqué a ella en silencio por la espalda y toqué su hombro pero ella se asustó porque agarro mi mano y me subió acabando por tirarme al suelo pero al ver que era yo se avergonzó por la llave que me hizo.-Lo siento mucho Tasha-. Dijo apenada, me dolía el trasero pero igual me levanté y negué sonriendo.-No pasa nada,¿que haces aquí?-. 

Ella me miro mas seria.-Vi algo, creo que es quien nos espía-. Dijo ella mirándome, lo que me puso alerta de inmediato y mire hacia todos lados.

Pasados unos segundos pude ver una sombra que se movía muy rápido y le hice senas para que fuese ella por un lado y yo por otro. Acabamos por rodearlo y resultó ser una criatura como la que nos atacó el otro día. Se nos quedó mirando unos segundos y fue a atacar a Bárbara la cual esquivó el golpe con facilidad aunque le arañó el brazo levemente.

Ante eso yo me lance sobre el tirando hacia atrás alejándolo y mientras que yo lo sujetaba Barbara metió su mano en el pecho de esa cosa y lo mató haciendo que cayéramos los dos al suelo y ella me ayudó a levantarme.-Tenemos que decírselo-. Dije y tras agarrar a esa cosa para que la vieran ambas entramos a la mansión listas para demostrar a los chicos que no estábamos locas.

Hola mis amores, espero que os guste este nuevo capítulo, se que tardo pero en verdad estoy seca de inspiración, nos vemos. Os quiero.

MÓNICA.

Las Nuevas Novias (diabolik Lover) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora