Daddy Hard [Ravi]

¿Remordimiento?

Me desperté cansada, miré a mi alrededor y vi que no era mi cuarto, recordé lo de anoche.

—NO, NO, NO! DIOS! —Tomé mi móvil que estaba cerca mío y tenía 18 llamadas perdidas de mi mamá. —¡MIERDA! —Maldije y tomé las sábanas para cubrirme, aún estaba desnuda. —¡RAVI! —Grité y salí.

—¿Sucede algo? ¿Alguna araña? —Asustado se asomó tomando un sartén en sus manos, parecía estar preparando el desayuno.

—¿¡QUÉ LE DIRÉ A MI MAMÁ?! FALTÉ A CASA! DEMONIOS! —Apreté las sábanas en mi pecho el se reía a carcajadas.

—Nena por dios, fácil dile que cojimos. —Habló sin rodeos, lo miré seria frunciendo el ceño. Volvió a soltar carcajadas.

—¡Ravi! ¡Es enserio ¿qué haré!? Y TODO ESTO POR QUE ME DEJÉ LLEVAR. —Grité haciendo mímicas sin dejar caer las sábanas, el desvaneció su sonrisa, rodee los ojos y entré a la habitación a buscar mi ropa.

Cuando me estaba poniendo mi última prenda, estaba él parado en la puerta.

—Dile que te quedaste en la casa de una amiga, o de tu primo que se yo —Cruzó los brazos

—Oh genial que buena idea —Sarcástica tomé mi bolsa. Dí la vuelta para salir pero cerró la puerta de golpe.

—Nena por dios, no sé por qué haces tanto drama si bien que ambos disfrutamos anoche —Se puso detrás mío susurrando en mi cabello haciendo que me retorciera de los nervios.

—Si... Lo disfruté pero es mi mamá... Y..

—Anda tomemos el desayuno juntos terminé el desayuno. —Me abrazó por detrás.

—¿Desayunas así? —Le indiqué ya que estaba con su misma camisa, desabrochada y tenia puestos sus pantalones.

—Mmm digamos que es para que disfrutes más el desayuno —Me besa tiernamente en los labios.

Bajamos tomándome de la mano, nos sentamos en el comedor, el desayuno se veía exquisito.

—Me muero de hambre... —Hablé empezando a comer con ganas.

—Jajajaja preciosa te vas a... —Me estaba ahogando con el bocado y tomé agua. —¡Dios haces que me muera del susto ¿¡estás bien?!

—S-sí, agh lo siento pero si tengo hambre —Se levantó a darme golpecitos en mi espalda.

—Bueno... —Suspiró —Por cierto toma—Me da una pastilla deslizando sus dedos en ella.

—¿Y... Esto que es? —Bebí un trago.

—¿No lo recuerdas? Lo hicimos sin protección y... Me vine dentro de ti. No quiero tener hijos tuyos y mucho menos problemas. —Creo que me dolió su comentario, aunque tenía toda la razón, la maldita razón. No entendí el porqué habló así, si él en la noche escuché claramente como dijo que le gusto.