Amor por una empollona . [EN CURSO]

Cap 22

El fin de semana se ha hecho corto. Los seis estuvimos bailando, comiendo, jugando a preguntas, bebiendo y más de una vez he ido a parar en algún de los rincones de la casa junto a Luís. Mas de una vez nos hemos besado, parecíamos dos niños descubriendo lo que era amar y sentirse atraído por alguien. Hablamos, reímos, hemos ido a dar una vuelta por la playa...El frío era algo invisible. El mar derrochaba paz y tranquilidad.  Caminamos de manos dadas, reímos como dos locos enamorados, corrimos, hasta me llevó en caballito. Luís tiene un lado tierno que me estremece. Hace que mi pequeño corazoncito baile desventurado. La lluvia en uno de los momentos nos pilló a medio camino de la casa. Llegamos a la casa mojados y atragantados.

Los demás iban a su aire, solo nos juntamos para divertirnos.

FLASHBACK :

—Hagamos un karaoke — Maria alza dos micrófonos para que lo veamos todos. Mas de uno bufa, básicamente los chicos porque Lucía solo de escucharlo ha empezado a aplaudir como loca— ¡Ah! Por si no se han enterado no ha sido una pregunta.

Veo como María prepara todo. El autavoz, los micrófonos y la Tablet. Todas las miradas están fijas en su voluntioso cuerpo. Es más baja que yo, si yo mido 1.70 ella al menos medirá como mucho 1.58. Su cuerpo parecía una reloj de arena. Envidiable para otros ojos. Quitando mis pensamientos. Volvamos.

La primera en cantar es Lucía. Agarra uno de los micrófonos en una de sus manos mientras busca una canción en la tablet. Una vez lista pone la tablet apoyada para que no se caiga y para que alcance ver la letra de la canción.

La canción empieza a sonar, segundo más tarde la voz de Lucía hace presente, acompañado a la música.

—«Tú y yo somos más que dos.
Hoy el corazón... Eres agua en mi boca
y ven, amor, toma lo que yo te puedo ofrecer a tu lado renaceré. — realmente no tiene la voz bonita— Diferencias abismales, mis desiertos tus glaciares en todo lo que me falta me acompañas tú...»

Cuando la canción acaba recibe aplausos por mi parte y la de María, de los chicos solo reciben burlas y risa. Ella les responde con un simple “Que os den”.

FIN FLASHBACK.

Vuelvo a la realidad. Me doy cuenta que aún estoy en pijama. Quitando que hoy no iré a clase. Mi madre odia que andemos en pijama por la casa. Así que rápidamente me quito el pijama y busco ropa que poner. Si tardo más de tres minutos en buscar ropa seguramente me congelare.... Amo el invierno, lo de no tener que sudar es un sueño. Pero lo de pasar frío tampoco es que sea mi adoración. Me pongo un pantalón vaquero, una camiseta de manga larga y un Jersey por encima. Como no pretendo salir de casa  solo pongo mis zapatillas de estar en casa junto a un par de calcetines gordos. Todo lo que sea por no congelarme. Una vez vestida y con el pelo decente , salgo de mi habitación y bajo las escaleras y voy directa a la cocina. Donde no veo ni a mi padre ni a mi primo. Solo estamos las tres mujeres de la casa. Mi hermana, mi madre y yo.

Me siento al lado de  Elise. Mi hermana juega con la cuchara y mira a la nada. Últimamente anda como si fuera un zombie. Ojeras enormes y profundas, su cuerpo pálido y hasta diría que ha perdido algunos kilos. Apenas come. Mis padres dijeron de llevarla al médico al que Elise se negó alegando que está bien.

—Buenos días. — saludo a las presentes, mi hermana ni siquiera responde y mi madre me da un beso largo y sonoro en la mejilla mientras me pasa una taza de té — Gracias mamá.

—De nada. — sonríe. — Hoy vendrás conmigo a la revista— asiento desganada, hoy no pretendía ir a ningún lado.

—Bueno...