Traición (cap11)

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Isa y yo nos estacionamos cerca del auto que al parecer es del padre de Tadeo.

— Oye no se si estoy viendo mal pero esa no es la Sr Madsen. — Luisa comenta a vox baja entrecerrando los ojos.

Vemos que la mujer con la que está es de cabello oscuro y lacio pero no podemos ver más, el padre de Tadeo está encima de ella y luego vemos como ella baja completamente a las piernas de Matías (padre de Tadeo) y él echa su cabeza para atrás con un rostro de satisfacción.

— Wow woww ¿espera? — Dice Luisa. ¡Le esta haciendo un oral!
—Grita Luisa. — La tomo de la cara y le tapo la boca antes de que nos descubran.

— ¡Joder, Matías es un gilipollas!— Digo alterada. — ¿Hacerle eso a Elena? Una mujer tan linda y buena no merece una traición.

Vemos a la mujer un poco más definido su rostro y notamos que es más joven que él, ¡es casi de nuestra edad! Vale , Matías es un hombre muy atractivo eso no lo discuto ¿ pero meterse con una menor? Es demasiado.

La chica se limpia sus labios y Matías prende viaje, vemos hacia donde va a doblar pero no van a casa de Tadeo, simplemente los perdemos de vista.

— ¡Okey! ¡Matías es un puto! Pobre señora Meyer. — gruñe Isa.

— Ella no se merece esto, la pregunta es... ¿Tadeo sabrá lo que está pasando? No me ha contestado los mensajes, no se si debería buscarlo. — Digo preocupada.

Veo la casa de Tadeo y empiezo a decidirme por ir o no, al cabo de minutos termino dejándolo atrás y me dirijo a dejar a Luisa a su casa.

Al llegar Isa se despide de mi.
— Vamos nena, no pongas esa carita, intenta llamar nuevamente y si eso persiste ve y búscalo. — Isa me abraza y baja del auto.

Me quedo unos minutos pensativa, suspiro y pongo el auto en marcha directo a mi hogar

Al llegar a mi casa, todo está en silencio, mamá, papá y Máx no están en casa. Busco algo de comer en la nevera y encuentro un bote con helado de galleta, lo saco de la nevera, busco una cuchara y me siento en el sofá a ver un poco de Tv.

Me siento tan preocupada, algo perdida, el saber que Tadeo no ha respondido mis llamadas ni ha llegado a la universidad me hace pensar en muchas cosas. Cojo otra cucharada de helado y lo llevo todo a mi boca, hago un quejido cuando siento mi cerebro congelado.

Escucho mi celular vibrar y tengo la esperanza que sea Tadeo, al ver que es mamá mis ánimos bajan.

— ¡Hola madre!

— Cariño disculpa si no te hemos avisado, tu padre y yo viajamos a New york por unos asuntos volveremos en dos días.

— ¡Mamaaa! — Gruño molesta. — Esta no es la forma de decirme que me dejaran sola, ¿por qué nunca avisan con anterioridad?

— Lo sentimos cariño fue un viaje repentino prometemos traerte regalos. Ehh... y Máx me ha dicho que dormirá en casa de un amigo.

— ¡Ya! Vale, ¡descuida estaré feliz aquí sola! — Digo con sarcasmo.

— ¡Vale cariño te amamos! No hagas nada imprudente y no tomes pastillas para dormir ¿vale?— Dice mamá preocupada.

— ¡Si madre! No me suicidare otra vez. Chao.

Al colgar tiro el teléfono en el sofá y continuo comiendo helado.

¡Lo que me faltaba! — Digo enojada.

Al cabo de minutos alguien toca a mi puerta. Me levanto con dificultad. —¡Y ahora quien coños es! — Digo abriendo la puerta.
Y ahí estaba, el chico de ojos grises, mirada perdida, triste y vacía, con un suéter blanco, jeans azul y tenis. Todo hecho un desastre pero siempre guapo.

— ¿Tadeo? ¿Qué hacéis aquí? —Pregunto anonada.

Tadeo se limita a contestar y me observa de pies a cabeza, me siento algo avergonzada e incomoda, ya que llevo un short super corto como cachetero, una camisola color violeta y unas pantuflas de unicornio. El pelo desprolijo suelto y sin una gota de maquillaje.

— ¿Me dejarás pasar? — Pregunta con frialdad.

Hago espacio para que entre y cierro la puerta. — Siéntate ¿vale? No esperaba tu visita me iré a poner un pantalón. Tadeo me detiene tomando de mi mano y me observa con ojos de borrego.

— A si te vez bien, siéntate a mi lado. — Dice atrayéndome hacia él.

Hago caso a lo que me dice y me siento en el sofá. — Sofi, quiero decirte algo muy importante.
—Dice Tadeo algo avergonzado.
— Tadeo yo también necesito decirte algo muy urgente.  — Digo mirándolo a los ojos.

— ¿Qué pasa? — pregunta Tadeo. Lo observo con algo de tristeza porque lo que le diré le caerá como golpe al estómago.

Inhalo profundamente y suelto todo el aire contenido. — Tadeo, no se como decírtelo.. yo...

Mis manos no se quedaban en un solo sitio, tronaba mis dedos, cruzaba los brazos , re lamia los labios.

— ¿Y bien? — Pregunta Tadeo algo desconcertado.

— Tadeo hoy que llegaba de la universidad, vi a tu padre en su auto con una mujer, y no era tu madre. Yo, yo vi que él estaba encima de ella, tu sabes, teniendo sexo y solo pude notar que es una chica joven de cabello negro.

Tadeo me observó asombrado, su rostro no denotaba una expresión clara, se veía asustado, extrañado, agobiado, y más que todo enfurecido.

Tadeo se levanta del Sofá y ni si quiera me mira a los ojos.

— ¡Ese hijo de put!— Dice apretando más sus puños.

Me asusto al verlo en ese estado he intento calmarlo. — calma ¿si? ¡No hagas una locura!

— Ese imbécil que se hace llamar mi padre ha hecho llorar a mi madre por mucho tiempo ¡ y esto se acabó! — Dice Tadeo golpeando la pared.

La forma de actuar de Tadeo me asustaba, sentía temor, tristeza de verlo de esa manera, nunca lo había visto así.

—Debo irme Sofia. — Dice acercándose a mi. Lo detengo y hago que me mire a los ojos.

— ¿Tadeo que te pasa? ¡Por Dios! Dime ¿por qué no has llamado? ¿Por qué huyes de mi? ?Por qué solo a Drake llamas? Dímelo.

Tadeo me observa por un instante y su rostro se suaviza al verme, su mirada perdida se relaja y su respiración disminuye. — Sofía lo lamento, prometo explicarte todo.
Tadeo besa mi frente y sale rápidamente de mi casa, veo sube a su auto y a toda velocidad se aleja de mi.

Me quedo perpleja  observando la calle y mi corazón palpitante me dice que algo anda mal y debo averiguarlo.

Me Arriesgaré a Amarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora