Flipando (capitulo 1)

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[Tadeo]

Han pasado dos meses, dos meses en los que me he estado recuperando, dos meses de martirio y no por el dolor que provoca la herida de mi estómago, si no porque en estos dos meses no he sabido de Sofía. Si, ella ha vuelto de vacaciones a Madrid con su familia. Decidí darle un tiempo y por más que desespero por tenerla en mis brazos y besarla debo entender que aún no está lista, al menos se que ella me quiere, aunque yo la amo.

En estos dos meses, navidad y año nuevo fueron días muy tristes, sin Sofía a mi lado y mis padres peleando, el único que me salvó de este infierno ha sido Drake, y vale menudo amigo, como él no hay otro igual.

La universidad se acerca pronto, segundo año para ser más preciso. Pronto veré a la chica de ojos azules y mirada coqueta.

Escucho llamar a la puerta y se que es mi padre.

—Pasa — Contesto en tono frío.

Matías, mi padre, abre la puerta mostrando ese porte "impecable" de yo mando aquí.

—Tadeo tenemos que hablar.

Observo a Matías y con una pizca de sarcasmo, tiro una risa irónicamente.

—¡Oh! ¿Hablar? Vale, ya se a lo que vienes. Tranquilo Matías , no le diré a mamá que le has engañado otra vez. A menos que tu se lo digas.

Matías aprieta sus puños pero mantiene su postura.

—¡Tadeo soy tu padre, odio que me llames por mi nombre! Y lo que viste aquella noche, solo fue más que un error. Llamémoslo un desliz.

Observo a Matías y tenso mi mandíbula, siento que la sangre me hierve y mis ganas de golpearlo aumentan. Sin embargo me contengo, no quiero ver a mi madre alterada.

—¿Un desliz? ¡Padre porfavor! ¡La engañaste! Dilo así. Mi madre se pasa horas llorando por ti, por tu maldita ausencia, por tus excusas de trabajo y tu te revuelcas con esa Put...

Matías levanta su mano con intención de golpearme.

—¡Vamos golpeame! ¡Qué sería un golpe más o uno menos! Es lo que siempre me has enseñado, a resolver los problemas con golpes.— Grito enfurecido.

—¡Te prohibo hablar con tu madre!

Matías se autocontrola y sale de mi habitación jalando de un tirón la puerta.

—¡Mierda! ¡Mil veces mierda!— golpeo la pared.

¡Sofía si estuvieses aquí! Ya no aguanto este infierno en el que me he metido, mis demonios me dominan y tu eres esa calma que tanto necesito, mi luz en la oscuridad, más que eso... Mi todo.
Digo en vos que solo yo puedo escucharme.

Me siento como un chiquillo indefenso, aun cuando me revelo a mi padre siento un temor que solo él lo ha causado año tras año, aun recuerdo como me golpeaba cuando mi madre no estaba, recargaba su furia en mi, nunca estuvo para mi, siempre fue muy duro conmigo y más cuando empezó como director en Oregón.

Sin más, tomo las llaves de mi auto y salgo del infierno a quienes muchos llaman " Hogar".

Subo a mi auto y empiezo a andar, escucho un poco de música en el camino , y no muy lejos veo un bar.

Apago mi auto y bajo de el, me acerco al lugar y la música despampanante invade mis oídos.

El bartender me ofrece una copa gratis de vodka, y empieza a sonar canciones corta pulsos por todo el bar.

Pido otra copa, y así comienzo a tomar una tras otra. A lo lejos veo a una chica de cabello largo y ondulado color café, mi vista borrosa no me permite ver mas haya de esa chica, pero empiezo a delirar imaginando a Sofía.

Llevo la copa número diez y tomo mi celular y comienzo a marcar a Sofía, a los pocos segundo ella contesta.

—¿Hola? ¿Tadeo? — Dice Sofía con su dulce voz.

—Sof.. Sofía, mi pequeña, te extraño tanto, te he visto en este lugar pero se que estas lejos de mi, ¡dime como hago para no pensar más en ti!
— balbuceo al hablar.

—¡Estáis flipando Tadeo! ¿Estás ebrio?— Pregunta Sofía con voz fría pero a la vez preocupada.

—¡Necesito... verte!

—Vale, llamaré a Drake. ¿Dónde coños estáis?

Sonrío un poco al escuchar esa voz regañona que tanto me gusta.

—¡En un bar ahogando mis penas, regañona! Sofi... ¿Sofia? ¿Hola? ¡mierda! Me ha colgado.

Volteo a ver a todos lados y otra chica capta mi mirada, pero esta vez no puedo creer el rostro que estoy viendo. —¿Fernanda?— Digo intentando ver su rostro. La chica solo sonríe y se aleja del lugar.

—¿Qué hace Fernanda aquí? —Me pregunto a mi mismo

A los minutos todo me da vuelta, entro al baño del bar y comienzo a vomitar. Observo borroso y me tiro a una mesa callendo en un embriagante coma.

Solo siento mi cuerpo pesado moverse por si solo o más bien por unos brazos fuertes, intento aclarar la vista y a duras penas veo el rostro de Drake.

....

—¿Joder que mierda hacías ahí?
—Dice Drake.

Ahora estoy en casa de Drake, empapado de agua fría , gracias a que me metió en la ducha.

—Yo solo quería relajarme un rato. — Digo llevando mi mano a mi sien. 
—¡Joder como duele!

—¡Por cabron! — Drake resopla molesto.

Drake me ofrece una taza de café bien cargado y unas tostadas.

—¿Cómo diste conmigo?— Pregunté tomando un sorbo de café.

—¡Sofía me llamó! Tu la has llamado ebrio y ella se ha preocupado, a si que me llamó a mi y yo fuí a rescatarte de ese lugar de mala muerte! ¡Agradece al Gps!

¡Ugh! Entonces había llamado a Sofía , no podía recordar mucho de la noche anterior, pero si recuerdo el rostro borroso de Fernanda.

—Drake, no se si estaré alucinando pero... A noche vi a Fernanda en el bar.

Drake tira una gran carcajada que hace ver toda su dentadura.

—¿Fernanda? ¿En un bar?? Jajaja ¡vamos cabron te has embriagado bastante o la droga te tiene mal!

Veo a Drake con seriedad mientras este ríe. Al ver mi cara para de reír y se cruza de brazos.

—Vamos Madsen, ¡no alucines! ¿Es enserio?— Dice Drake asombrado.

—¡Juro que la he visto! Ella salía del bar y sonrió al verme, más no pude verla más de cerca. Creo que ahí me he desmayado.

Drake empieza a tocar su barba en modo pensativo y camina de un lado a otro.

—¿Qué haría Fernanda en ese bar? ¿Seguirte?

—¡Va! Tal vez estoy flipando como dice Sofia. — hago un chasquido con la lengua.

—¡Lo más seguro pendejo!— Dice Drake.

Cae la noche y decido quedarme en casa de Drake. Mi madre ha llamado y la he mantenido al tanto de mi estado.

Drake y yo comenzamos a cenar unas deliciosas sopas instantáneas mientras vemos Tv.

—Oye wey, ¿qué pasa con Sofía?

Carraspeo un poco y aclaro mi garganta para hablar.

—No lo se Drake, la necesito , ¿sabes? Su ausencia estos meses han sido difíciles para mi , quisiera saber si para ella también lo ha sido.

Drake sonríe y se que puede entenderme.

—Vamos cabron , ¡ella te quiere! Está enamorada de ti, comprende un poco, ha tenido una relación de mierda con Adrián. Todo mejorará ya veras.
— me anima apretando mi hombro. 

Suspiro ante las palabras de Drake, solo espero que algún día Sofía pueda amarme.

Me Arriesgaré a Amarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora