Me Arriesgaré a Amarte ©

Encerrados (parte 2-cap17)

[Tadeo]

Pasada las dos horas encerrados en el baño desde una pequeña ventana podía ver como oscurecia. Sofía estaba completamente molesta, a veces me intimida esa mirada de los mil demonios pero amo verla molesta, me produce ternura y unas ganas de besarla, tenía que mantener la cordura o ella podría ahorcarme y Vamos! No quería morir en un baño de mujeres eso seria vergonzoso.

- ¡Joder! - Gruñe Sofía. Se veía tensa, molesta y a la vez nerviosa.

- ¿Que pasa?- Una pregunta muy tonta, pero quería platicar con ella, quería que me hablara, necesitaba explicarle lo que se me permitiera.

- ¿ Que pasa? En serio preguntas que pasa? ¡ Por Dios, estamos encerrados! Esta oscureciendo y mi celular se quedo sin pilas.- Dijo alterada.

Comencé a tocar mis bolsillos para buscar mi celular pero recordé que lo había dejado en mi departamento.

- Yo no tengo mi celular conmigo

- ¡Wow que buena observación Madsen! Es decir que vamos a estar aquí hasta que nos abran la puta puerta!!.

Sonreí al ver a Sofía como loca , mas que asustarme esto me causaba gracia ¿y como no? Estoy encerrado con una histérica.

- Bien, si vamos a estar encerrados tenemos que aprovechar y hablar. - Digo con tranquilidad.

Sofía tira una risa irónica mientras se cruza de brazos.

- ¿Hablar? ¿Sobre que Madsen? Sobre que te dejaste besar por tu ex?

Sofía mas que molesta estaba celosa, mi pequeña, esa chica pecosa que me hacía sacar canas, que alteraba todos mis sentidos, ella estaba celosa.

Me acerco lentamente a ella, mientras ella retrocede hasta toparse contra la pared. Sonrío  cuando veo que esta atrapada y que por ningún motivo voy a dejarla en paz.

- ¿Está celosa señorita Meyer? Susurré a su oído.

Sofía se inmuta por un momento y me ve a los ojos, y ¡wow! Que bellos ojos tiene, tan hipnotizantes ojos azules, azules como mis noches de soledad, pero ella tiene un brillo, un brillo de esperanza.

- ¿Celosa? - Reacciona. No estoy celosa por nada, ¿por qué habría de estarlo?

Muerdo mis labios porque ¡Joder! Tengo tantas ganas de besarla y hacerle el amor ahora mismo, pero tengo que tener fuerza de voluntad, esta mujer me vuelve loco.

- No deberías de estarlo Meyer, porque tu eres mía y yo soy completamente tuyo. - Digo rozando sus labios.

Se que ella quiere besarme se le nota en su mirada, ese mismo deseo que tengo ahora mismo ella lo tiene por mi, pero quiero hacerla sufrir un poquitin!

Me aparto de ella dejando una sed terrible en sus labios.

- Te he dicho que no lo estoy Tadeo! Estoy molesta ¿vale? Pero porque me ocultas muchas cosas.

Tenso mi mandíbula y trago amargo al tener que explicarle una de las cosas por la cual he sido un maldito en el pasado.

- Esta bien Sofía te contaré algo que no sabias de mi, pero te contaré con una condicion.

- ¿Que condicion? - Preguntó extrañada.

Me acerco a ella y tomando de su nuca estrecho mi frente con la de ella. - No te debes alejar de mi, debes creer en mi palabra y sobre todo, no te acerques a Stefan.

Ella aun sin entenderlo asintió en silencio, tomé una gran bocanada de aire antes de soltar parte de mi tormento.

- Bien. Mi pasado no ha sido algo bueno que deba de recordar pero aun así siempre lo llevo presente, cuando estuve en una "relación" con Fernanda hice muchas cosas de las cuales hoy me arrepiento, yo era un adicto, Fernanda estaba metida en las drogas y por ella comencé a consumirlas, lo que parecía algo inofensivo comenzó a ser mi necesidad hasta volverme loco, llegaba a casa de Fernanda a drogarme y por ella, porque la amaba. Una noche Fernanda y yo estábamos muy drogados y así conducí hasta casa de unos amigos. De camino a su casa y bajo los efectos de la droga no me percaté de que un señor que iba cruzando la carretera cuando sentí un tremendo golpe, bajé rápidamente del auto y vi a el señor inconsciente. Hice una pausa. - Sofía me observaba atenta y con sus suaves manos acariciaba mi rostro.