Me sentía perdida en mi propia oscuridad, el silencio que me invadía no era de paz, no lograba llegar a esa luz que tanto me llamaba a tocar, oía voces lejanas a mi ser, llantos y no se de donde venían pero al escuchar , quería correr hacia esas voces en suplica. Todo a mi alrededor era oscuro y sin sentido , llegué a pensar que esto era solo un mal sueño y que pronto despertaría pero ese pronto se hizo eterno o al menos para mi lo era.
No entendía que pasaba, algo dentro de mi quería gritar y levantarse pero no lo conseguía , llegué a creer que me estaba volviendo loca porque me veía a mi misma en una camilla , dormida y sedada. Intenté llegar hacia mi misma y despertarme pero cada vez que lo intentaba , la puerta de la habitación se abría y volvía de nuevo a esa oscuridad de la que quería escapar.
Hasta el día de hoy, abrí mis ojos con temor , temor a que solo fuera mi imaginación pero lo vi a él , vi a Tadeo dándome la espalda, huía de mi y no podía permitirlo , me costaba hablar , hice mi mayor esfuerzo pero mi voz sonó débil y casi inaudible , él me escuchó, pude ver nuevamente su mirada, pero una mirada triste y desolada.
Luego no entendía que pasaba, no recordaba nada y ¿por qué estaba en una camilla? Los médicos llegaron pronto con preocupación a socorrerme y no supe más de Tadeo.
Mi madre fue la única a la que pude ver junto a mi padre, estaba asustada , veía a todos lados sin recibir respuestas. Al ver a mi madre y verla llorar, supe que si estaba aquí era por algo muy importante y doloroso para ella, pregunté muchas veces el porque de esta situación, pero ella solo pudo decir que había tenido un accidente.Al parecer mamá no quería hablar sobre el tema y decidí no insistir, algún día lo recordaría por mi misma.
— Mamá, quiero ver a Tadeo. — dije con voz débil. mi madre acarició mi cabello y suspiró. — Pronto lo verás cariño, ahora debes recuperarte.
Alguien tocó a la puerta y me esperancé al pensar que podía ser Tadeo, pero no era él. El doctor que me atendía había entrado con un enfermero, que por cierto , desde que me vio se notó muy sonriente y amable.
—Sofia ¿ Como te sientes?— preguntó el doctor.
— Vale me siento algo confundida, mi madre no quiere decirme que me ha pasado. — protesté. Él doctor solo sonrió y revisó unos papeles. — Por ahora es mejor así Sofia, sería algo muy fuerte para ti en este momento, poco a poco irás recordando por ti sola.
— Vale si vosotros insisten que así sea. — Bufé.
— Quiero presentarte a la persona que estará monitoreando tu salud. — dijo el doctor señalando al el enfermero. Lo miré de pies a cabeza, algo confundida y sería.
Era un chico más o menos de 1.80 metros, de piel morena, ojos verdes, labios carnosos , cabello oscuro y cejas gruesas, vale a decir verdad era muy atractivo. ¡ Joder! Pensé que solo en las películas existían enfermero atractivos.
— Mucho gusto Sofia, soy Lucas Preston y estaré a cargo del avance de tu salud. — dijo sonriente. Solo me limité a asentir.
El doctor pidió que mi madre saliera para que Lucas pudiese atenderme. El doctor salió con ella y la habitación se volvió un silencio incómodo.
— Bien Sofia, te haré unos exámenes de sangre.
—Vale. ¡Ujum! — Carraspeé
—¿ Recuerdas cuantos años tienes? — preguntó Lucas al hacerme las pruebas.
— Si, tengo 19. — dije cortante. Lucas sonrió y me miró a los ojos. — Me alegra saber que recuerdas tu edad.
— Claro que recuerdo, recuerdo muchas cosas, como mi edad, mis amigos y que tengo Novio — esto último lo dije firme, ya que el enfermero se me hacía muy coqueto.
Lucas rió por lo bajo y mordió sus labios. — Se que tienes novio, tuve el gusto de conocerlo y a decir verdad, es un chico algo celoso. Cuando supo que yo cuidaría de ti, sus venas resaltaron en sus brazos como si fuese a convertirse en Hulk.
Me llenó de ternura escuchar que Tadeo seguía siendo el mismo de siempre, el chico aunque fuese guapo no significaba que podía coquetear conmigo. — Pues me alegra que reaccionara de esa forma. — dije con frialdad.
— Muy bien Sofia, llevaré las pruebas a laboratorio, nos vemos luego. — dijo con amabilidad y cerró la puerta.
¿Que carajo tiene ese chico? Es coqueto y amable a la vez. Me sentía mentalmente agotada, mis ojos luchaban por no cerrarse pero el cansancio y los medicamentos hicieron efecto.
Al despertar sentí la mano cálida de Tadeo, él me observaba y acariciaba mi mano, sus hermosos ojos grises observaban mis labios.— ¿ Cuanto tiempo llevas aquí? - pregunté.
— Aproximadamente un minuto, pequeña. — Dijo con dulzura.
— Deseaba verte mi amor. — dije acariciando su mejilla.
Tadeo besó mi mano y se acercó a mis labios. — Yo deseo besarte. cortó la distancia que tenían nuestros labios y me dio un beso profundo y dulce. El sentir sus labios suaves, húmedos y su respiración en mi boca hizo que una holeada de sentimientos despertaran mi triste corazón, solo él tenia el poder de hacerlo palpitar a mil por hora.
Se separó lentamente de mis labios y me miró a los ojos. — No sabes cuanto deseaba volver a sentir tus besos, extraño tu piel, tus miradas, tus sonrisas , tu voz , extraño la manera en que haces que me vuelva loco. — dijo sonriendo. — lo dices como si me hubiese ido por mucho tiempo. — Dije riendo. Tadeo no reaccionó al igual que yo, bajó su mirada y suspiró.
— Fue mucho tiempo mi pequeña, tiempo en el que creí perder las esperanzas, en el que Cooper y yo nos sentíamos en total soledad.
— ¿De cuanto tiempo hablas Tadeo?- pregunté asustada.
— Cielos, Cariño fueron cinco meses, cinco meses de tortura.
Me sentía algo confundida , cinco meses y para mi era como un día , me empezaba a doler la cabeza , forzaba a mi mente para recordar lo ocurrido, no entendía que pasaba. — Tadeo, necesito que me expliquéis que me ha pasado, Vale, os juro que no entiendo nada.
— Tranquila amor, no puedo decirte nada más, no fuerces a tu mente es malo para ti en estos momentos. — Dijo besando mi mano. — ¿Dónde están los demás? Luisa, Alice, Drake, Vladimir?
— Ellos están bien cariño, pronto los verás.
— Quiero ver a Cooper. — dije haciendo pucheros. — Estoy cuidando de él , aquí no admiten mascotas cariño pero pronto lo verás.
— Como se porta ese enfermero, ¿eh? Si hace algo indebido juro que lo ahorcare. — Dijo Tadeo en modo celoso.
— Jaja ¿estáis celosillo? No os preocupéis mi amor, es un buen tipo.
— Buen tipo, ujum... Buen tipo.
Y hablando de el rey de Roma , Lucas entra a la habitación con unos papeles. — Las visitas se han terminado por hoy. — dijo mirando a Tadeo. Mi novio solo lanzó una mirada amenazante y volvió su mirada a mi. — Mañana vendré a verte mi pequeña. —Dijo acercándose a mis labios y besándolos con delicadeza.
Antes que Tadeo se levantará lo agarré de la mano. — ¿Tadeo? no olvidéis que te amo mucho. — Tadeo sonrió y pude ver en sus ojos ese brillo que solo yo puedo ocasionar.
— Te amo más mi niña. — besó mi frente, observó a Lucas y salió de la habitación.
— Que dulce eres Sofia, me haces recordar a alguien a quien amaba muy fuerte. — Dijo con tristeza y melancolía.
El chico coqueto, no era solo eso, su mirada era triste y su voz algunas veces frías, la forma en que lo había dicho sonaba a un hombre herido y de alguna manera deseaba conocer lo que le pasaba.
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Me Arriesgaré a Amarte ©
Romance[Segunda parte de prohibido enamorarse] Sofía ha vuelto a experimentar el amor, el deseo de sentirse amada, poco a poco ha abierto su corazón a Tadeo, para ella no ha sido nada fácil el aceptar estar enamorada de un chico que tiempo atrás era un...