— Tad- Tadeo. — Escuché por segunda vez. Mi corazón palpitaba como loco, creía estar loco pues escuchaba su dulce voz, tenía miedo de ver hacia atrás, miedo de que fuese solo mi imaginación. Respiré profundo y como si fuese a cámara lenta volteé mi mirada hacia su camilla.
Y ahí estaba, Sofía estaba despierta, no podía explicar la emoción que me invadía en este momento, no podía emitir ningún sonido, tenia un fuerte nudo en mi garganta, mis manos temblaban y sin darme cuenta comencé a llorar, miraba a Sofía quien me observaba asustada, una mirada triste y perdida.
— ¡Por Dios, mi amor! ¡Doctor!— Es lo único que pude gritar. Rápidamente llegó una enfermera y quedó sorprendida al ver a Sofía despierta.
— Enfermera, dígame que no es parte de mi imaginación. — Digo con un hilo de voz. La enfermera niega sonriendo y el doctor entra a la habitación. Comienzan a revisar a Sofía quien empieza a quejarse del dolor en su cuerpo.
— Debe salir un momento. — Pero necesito hablarle por favor. — Digo mirando a Sofía.
— Tadeo, no puede tener emociones fuertes en este momento, deja que revise a Sofía y aprovecha a avisar a sus familiares. — da la orden. salgo de la habitación algo emocionado pero también triste, necesitaba escuchar su voz una vez más.
Busqué a los padres de Sofía quienes comían en la cafetería y me quedé un momento viendo sus caras preocupadas.
— oh, Tadeo, no te habíamos visto. — Dijo Lorena con una sonrisa tierna. Aclaré mi voz y sonreí. — ¡Señor y Señora Meyer, Sofía al fin despertó! - Dije mirando a ambos.
La señora Meyer abrazó a su esposo con lágrima en los ojos, estaban igual de impactados que yo. — ¿Estas seguro Tadeo? - Preguntó el padre de Sofía.
— Super seguro señor Meyer, ahorita los doctores están con ella y me pidieron que saliera de la habitación. El señor Meyer se puso de rodillas. — ¡Gracias a Dios! - Exclamó.
Nos dirigimos a la sala de espera, mientras daba la buena noticia a los chicos.Pasamos una hora sin saber nada de Sofía ni del doctor que la atendía, mis nervios estaban al cien, me movía de un lugar a otro, me sentaba y volvía a levantarme. Hasta que el doctor se pronuncio en la sala de espera.
— ¡Señores Meyer! — los llamó el doctor. Los padres de Sofía rápidamente se acercaron a él y yo hice lo mismo.
— Sofía despertó del coma. — Dijo sonriendo. Sin embargo, esto será difícil, no pueden darle emociones fuertes, ella no esta del todo enterada sobre lo ocurrido, no recuerda nada del accidente ni los sucesos durante la desgracia.
— Disculpe, nos recuerda a nosotros, ¿cierto? - Pregunté angustiado. — Si, si los recuerda, pero no deben forzarla a que tenga mas recuerdos, tendremos que hacerle mas análisis y aun no podemos darle de alta. Cuando alguien sale del coma, toma tiempo en recuperarse, es como una secuela que queda de por vida.
— Muchas personas al salir del coma, tienden a perder la memoria a corto o largo plazo, otras olvidan hasta leer y escribir y si le es forzada puede traer complicaciones a su subconsciente. - Dijo el doctor.
— ¿Es el caso de Sofía? - preguntó el señor Meyer.
— Aun no lo sabemos, por eso hay que hacerle exámenes a Sofía para poder saber a que grado de gravedad le afectó el coma.
El doctor siguió explicando a los padres de Sofía, los cuidados y la forma en la que debíamos tratarla. No podíamos estar muchas personas en la habitación, mínimos dos personas y por corto tiempo. No podía escuchar música y no podíamos levantar la voz, aun no podía si quiera ver la tv. Ni forzarla a recordar. De mi parte jamás le haría recordar lo sucedido, es algo que ella no debería recordar nunca , las cosas que ella había pasado fueron terribles.
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Me Arriesgaré a Amarte ©
Romance[Segunda parte de prohibido enamorarse] Sofía ha vuelto a experimentar el amor, el deseo de sentirse amada, poco a poco ha abierto su corazón a Tadeo, para ella no ha sido nada fácil el aceptar estar enamorada de un chico que tiempo atrás era un...