Secuestradas (cap40)

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[Tadeo]

Había tenido una noche muy pesada, tenia un poco de jaqueca, pero ignoraba el dolor gracias a la mejor novia del mundo quien estaba dormida a mi lado, mi pequeña pelirroja pecosa dormía con tranquilidad en mis brazos. Era tan afortunado de tenerla conmigo, si no fuese por ella seguiría sumido en el alcohol. 

La alarma empezó a sonar avisando que eran las 4am y era tiempo de levantarse, para desgracia de ambos, teníamos clases y Sofía debía llegar a su casa a cambiarse. - Demonios ¿ya es hora? - Preguntó Sofía con frustración por interrumpir su sueño.  - Si preciosa, es hora Tenemos examen, ¿recuerdas?
- dije besando su frente.

Sofía a regañadientes se levantó de la cama y comenzó a buscar sus cosas. - ¡Diablos! debería dejar ropa de emergencia en tu armario. --Dijo Sofía con frustración.

- Ve a bañarte, para que te sea más fácil vestirte en tu casa.
- Dije dando una palmada a su sexy trasero.

Mientras Sofía se daba una ducha, yo aun seguía pensando en la gran mentira que viví por años, necesitaba respuestas, pero debía esperar.

Mis pensamientos viajaron a otra idea loca que se me ocurrió por el  comentario de Sofía y el armario. Sofía salió del baño con mi bata puesta en su cuerpo y secando su cabello, la miré y sonreir como un tonto, de todas las formas posibles ella se vía preciosa.

- ¿ Qué míras bobo? - Preguntó juguetona. Sonrío y muerdo mis labios para tentarla.
- Hmm.. no señor Madsen, no caeré en sus encantos. - Dijo Sofía sonriendo. Me sentí mal al escuchar ese apellido, rápidamente lo aborreci y mi sonrisa cambió a una cara seria.

- ¿Dije algo malo?- preguntó Sofía con tristeza. Me acerqué a ella y besé sus labios. - No preciosa, solo que ese apellido ya no lo tolero.

- Entiendo cariño, entonces será señor Weber. - Dijo Sofía.
- Mucho mejor nena.

Weber es el apellido de mi madre, mi nombre completo Tadeo Weber Madsen, algo extraño pero prefería "Weber". Dejé a un lado lo que me hacía enojar y recordé lo que antes pensaba. - Sofi, tengo algo que proponerte y se que sonará muy loco pero... es algo que he deseado desde mucho tiempo.

- ¡Oh cielos! ¿ me pedirá matrimonio? - Preguntó la pelirroja con susto. Reí por su reacción pero aun no era el momento de pedirle matrimonio.

- No cariño, la verdad es que deseo tenerte cada segundo, cada minuto, cada hora a mi lado, no soporto verte solo en ocasiones y estaba pensando si tu querrías, emm...¿quieres vivir conmigo?- Pregunté algo nervioso.

Sofía se llevó  las manos a su boca, estaba sorprendida por mi petición y muy poco convencida. - Wow, Tadeo es una propuesta muy seria, yo... yo no lo sé, es que ¿no crees que es muy pronto? Tengo 19 años aun. ¿Y que dirían mis padres?.

Me acerqué a ella y la silencié con un beso.  - Shh... Sofi, tu ya eres mayor de edad, ambos queremos estar juntos, no vas a abandonar a tus padres, solo quiero una vida contigo, puedes tomarte el tiempo que sea necesario para pensarlo, pero por favor, dime que lo considerarás. - Dije con ojos de borrego. Sofía aun sorprendida me miró a los ojos y suspiró. - Lo pensaré, pero no puedo prometerte nada cielo, solo déjame pensarlo.   

La besé muchas veces en sus labios  y besé sus mejillas.
- Gracias mi amor, pero por favor no te tomes un año para pensarlo, ¿ quieres?
- Dije haciendo pucheros. Sofía soltó una risita y me besó nuevamente. - Vale cariño. Ahora llévame a casa.

Tomé una ducha rápida, me vestí de pijamas y llevé a Sofía en mi auto a su casa. - Nos vemos luego preciosa. - Dije sonriendo. - Hasta luego mi amor. - Salió del auto y entró a su casa. 

Me Arriesgaré a Amarte ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora