× Capítulo 5 ×

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WATTPAD BORRÓ EL CAPÍTULO, PERO AQUÍ ESTÁ DE NUEVO. DISFRÚTENLO 7U7.

Día Dos.

1:00 am.

La tercera carrera estaba a punto de comenzar, ____ estaba sumamente nerviosa, ya podía sentir la adrenalina correr por sus venas y la emoción era muy notable en su rostro. Obviamente Axel como el hermano sobreprotector que es, pidió un casco para la menor, la amarró al asiento con el cinturón de sus pantalones y colocó el cinturón de seguridad sobre su pequeño cuerpo.

Y claramente la ridícula exageración de su hermano no arruinó la emoción que sentía la castaña en esos momentos.

Su cabeza cubierta por ese inmenso casco giró a la derecha para observar el panorama. Sus ojos se posaron en un grupo de chicos que colocaban grandes cantidades de dinero en la mano de uno de ellos, su mirada viajó por cada uno pero se detuvo al ver al pelinegro de nariz afilada que había llamado su atención desde que lo vio por la ventana del autobús, solo estaba a unos metros de distancia pero difícilmente se le podían notar cada uno de sus rasgos, pero sin duda estaba segura de que era él, el chico de la ventana.

— ¿Lista? —por un momento olvidó la presencia de su hermano, asintió con una sonrisa y segundos más tarde comenzó a oír como los conductores aceleraban. La chica con diminutos shorts inició el conteo:

3 ...

2 ...

1 ...

Cada uno de los autos aceleró a su máxima potencia, algunos derraparón en el intento pero eso no fue excusa para seguir compitiendo. Los Curiel iban en primer lugar sin miedo a ser derrotados, los gritos y las porras se escuchaban incluso con la ventanilla cerrada, el corazón de la ojiazul latía con fuerza, sus mejillas estaban coloradas y su extensa sonrisa no se desvanecía.

La chica no recordaba la última vez que se sintió tan viva. No quería que aquello terminara, pero, no todo es eterno. La felicidad solo son los pequeños momentos por los que pasamos y jamás se olvidan.

Ganaron la carrera como era de esperar, era la tercera vez que Axel ganaban esta noche y era la primera vez que ____ competía.

— Para ser tu primer vez no estuvo tan mal —habló el hermano mayor.

—Tan solo iba de copiloto, no es la gran cosa —las castaña rodó los ojos—. Cuando conduzca seré mucho mejor que tú —aseguró.

— Me gustaría ver eso, pequeña —Axel la tomó por sus delgados y pequeños hombros para acercarla a él—. Vamos, te llevaré a casa.

— Axel no quiero ir a casa —aseguró la menor—. Podría, uhm, ¿quedarme contigo?.

El chico miró a la menor, sus grandes ojos le suplicaban que no la llevará a aquel infierno, se podía notar el dolor en ellos. Sonrió, una sonrisa que calmó a la menor de inmediato, besó su coronilla y ambos subieron al automóvil de manera silenciosa.

— ¿____? —por un momento la ojiazul olvidó al chico que la había traído a ese lugar.

— Oh, Jorge —sus miradas se conectaron, ambos se encontraban en un abismo, se perdieron por completo en la mirada del otro, sus corazones empezaron a latir de una manera extraordinaria. Jamás se habían sentido de esa manera. Ninguno de los dos quería apartarse, y eso, era bueno.

Axel aclaró su garganta interrumpiendo aquel momento mágico e inolvidable, miró a ambos chicos confuso, esperando una respuesta por su raro comportamiento.

— Bien, creo que nos veremos luego..., o no —la chica susurró aquello último—. Gracias por todo —sonrió.

— Adiós, Jorge —habló el castaño y el mencionado inclinó un poco la cabeza acompañado de una sonrisa para después alejarse de la ventanilla—. Iremos por un poco de tu ropa ¿vale? —la menor asintió. Sin duda era un grandioso día.

2:00 am.

Quince minutos. Ese es el tiempo que llevaba su hermano mayor dentro de la casa Curiel para ir a buscar un poco de ropa, la chica tenía su cabeza recargada sobre el respaldo con sus audífonos puestos y sus ojos cerrados disfrutando de la triste pero excelente melodía.

— ¡Pudrete en el infierno, Ignacio! —fue lo que gritó el ojiazul antes de cerrar la puerta. Aventó la pequeña maleta en el asiento trasero y el impacto que tuvo la puerta al cerrarse  movió todo el auto. Respiró pesadamente tratando de controlar su ira. La menor lo miraba aterrorizada, temía que pudiese reaccionar igual que su padre—. Tranquila, no te haré daño —sonrió—, no regresaras a esta casa, no mientras ya esté contigo —sus miradas cruzaron.

— Axel — la joven lo llamó—, mi mamá me necesita, no puedo dejarla, y papá —un suspiro escapó de sus labios rojizos—, él solo es víctima del alcohol, ya sabes, la empresa estuvo en quiebra y...

— Deja de justificarlo, ____ —apretó el volante, ese tema lo estaba frustrando—. Lo que pasó con la empresa fue hace cinco años, eso debería estar superado —suspiró observando por el rabillo del ojo a la menor quien se encontraba cabizbaja—. Oye, sé que a pesar de todo lo que ha hecho, aún le tienes cariño, no te culpo por ello, estuvo contigo toda tu niñez, apuesto que tienes hermosos recuerdos junto a él y créeme que estoy muy feliz de que así haya sido... Pero conmigo nunca fue así, mi mamá murió y al año me envió a un internado, me eliminó de su vida para poder estar con su otra familia, no me malinterpretes, eres mi hermana y te amo pero, ____, tengo veinte años y te juró que no tengo ni un solo recuerdo con él. Por favor deja de ser masoquista, deja de querer a alguien quien te hace tanto daño

Las últimas palabras hacían eco en la mente de la ojiazul, ya había sufrido años atrás, ¿por qué debía seguir siento víctima de su pasado?, quería sentirse bien por primera vez, recordar que era despertar con una sonrisa cada mañana, quería avanzar y dejar todo lo malo atrás. Por primera vez no tenía miedo y estaba segura de que quería hacerlo.

6:00 am.

La alarma sonó invadiendo la habitación de Renata, la chica maldijo en voz baja, a penas y había dormido, Sofi se la pasó llorando la mayor parte de la madrugada y las ojeras eran muy notables en su pálido rostro. Se enderezó y talló su cara para eliminar el sueño y la pesadez de sus ojos amielados.

— Buenos días, Renata —se sobresaltó al escuchar esa voz tan masculina, giró su rostro y ahí estaba José mirándola con una sonrisa.

— Buenos días, joven Canela —sonrió de la misma manera.

Lo que ella no sabía es que Jos se encontraba mirándola con deseo y con una sonrisa maliciosa desde hace una hora.

***
NUEVO CAPÍTULOOOOOOO
Hola a to2 🤗.
¿Cómo están?
Espero que tengan un lindo sábado.

Se supone que este capítulo lo iba a subir ayer peeeeroooo me quedé dormida ji.

Denle ⭐ ⭐ ⭐ y comenten 💘.

Mokita (Tonalidades III) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora